domingo, 24 de marzo de 2019

UN FERIADO BIEN PUESTO EL DEL 24 DE MARZO

Hoy se cumple el maldito aniversario del comienzo de la última dictadura militar en la Argentina. Ha habido polémica sobre su instauración, incluso (como pasa con tantos feriados) la gente no le da mucha importancia. Tal vez alguno prefiera que sea un día más. Pero no es un día más. Es un día de memoria, como se llama oficialmente. Memoria, eso que a este país le falta tantas veces, para recordar que alguna maldita vez estuvimos sitiados, ocultos, atemorizados. Entonces, no se puede dejar pasar el día así como así y que alegremente siga la vida para todos. No. Por eso, este feriado tiene real razón de ser. Memoria, verdad y justicia. Así es. Bien puesto.

MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: LAS LUCES DE LA CIUDAD NOCTURNA

Es una perfecta postal. Es un real cuadro, mejor que si el mejor pintor lo hubiera realizado. Cualquier noche de la semana, no sólo las estrellas y la luna proporcionan luz al paisaje urbano. Las mil y una luces que visten la ciudad dan un espectáculo visual inigualable, casi tecnológico. Las luminarias del alumbrado, de los carteles comerciales, de los viales, las luces de los negocios, de los autos se mezclan y se encuentran para crear una imagen única. Extasian al rebotar contra los vidrios de cualquier superficie, por ejemplo las ventanillas de los autos. Se multiplican al pasar por túneles con tubos fluorescentes, casi se hacen infinitas. Y no pasan inadvertidas si otra luminaria gigante las quiere opacar, ellas siguen con sus mil y un reflejos, colores y brillos. La música la ponemos nosotros viajando, caminando, haciendo compras. La escenografía y la luz la pone la ciudad. El bello mundo de las luces, el marco de la noche más inolvidable.

viernes, 22 de marzo de 2019

HISTORIAS DE INFANCIA: LEER EL DICCIONARIO

Desde el viernes pasado y como cada viernes, traigo historietas de ese tiempo inigualable que es la infancia. Hoy les cuento una de mis diversiones de lo más raras: leer el diccionario. Una de mis pasiones. A cualquier hora me lo devoraba, leyéndolo casi entero como cualquier libro e incluso correlativamente. Era mediano y tenía algunas hojas sueltas, pero me divertía con las palabras ordenadas alfabéticamente (algunas raras), las ilustraciones, los apéndices de tiempos verbales y hasta uno de los Mundiales. Uno de los mejores pasatiempos, especialmente, de 1981.

1975: CUANDO UNA SELECCIÓN DE MENOTTI ARRASÓ A VENEZUELA

Las vueltas del fútbol son como las de la vida. Este viernes, la selección argentina sufrió una de sus más duras derrotas al caer con Venezuela, en su primer amistoso del 2019. Como se sabe, el equipo nacional es regenteado por el gran César Luis Menotti, director de los planteles albicelestes. El mismo que fuera campeón del mundo en 1978. El mismo que, 44 años atrás, dirigió una selección que sí hizo diferencia con la vinotinto: 11 a 0.

Fue el 10 de agosto de 1975 en Rosario, por la cuarta fecha de la Copa América, que en ese tiempo se disputaba a ida y vuelta en cada país en tres grupos todos contra todos, sistema que duró hasta 1987. El once de Menotti, que asumió un año antes, venía de golear a los entonces débiles venezolanos en Caracas 5 a 1, pero había perdido con Brasil 1-2 en el Mineirao de Belo Horizonte. Ante su gente necesitaba ganar, y claro que lo hizo, con once tantos. Curiosamente el primer tiempo terminó 4-0, gracias a un doblete de Daniel Pedro Killer, Américo Gallego y Osvaldo Ardiles. En el segundo tiempo llegó el aluvión: Mario Zanabria y Mario Alberto Kempes marcaron dos, Daniel Killer, Ramón Bóveda y Leopoldo Luqe completaron la goleada.

Aquel equipo del "Flaco" formó con Gatti; Rebottaro, Pavoni, Daniel Killer, Mario Killer; Ardiles (Julio Asad 85'), Gallego, Zanabria (José Valencia 76'); Bóveda, Luque y Kempes. No le sirvió igualmente de mucho, ya que en la última jornada volvió a caer con los brasileños 1 a 0 en Rosario. Finalmente, ellos llegarían a semifinales, donde el Perú de Teófilo Cubillas los eliminó y luego ganó sobre Colombia el título regional.

Las vueltas del fútbol. En el 75 se le hizo 11 goles a Venezuela. En 2019, se perdió bien 3 a 1. Así era la cuestión de la Selección de Menotti antes. Así es, penosamente, ahora.

¿Y AHORA QUÉ HACEMOS CON LA SELECCIÓN?

Buena pregunta me hago yo y nos hacemos todos, después del papelón que hizo, una vez más, la selección argentina, y con Messi, en este caso al perder 1-3 con Venezuela un amistoso este viernes en Madrid. Si ya el panorama viene penoso luego del cabaret de Sampaoli y compañía en el Mundial de Rusia, de los constantes desatinos de la AFA sacando y poniendo de todos lados, lo de hoy es un eslabón más en esta cadena de realidades lastimosas. Peor no se puede jugar, y peor aún, más no se puede caer. Está bien que hoy Venezuela es un buen equipo, que está en constante crecimiento, que ya no es el de las goleadas abultadas. Igual, esta Selección de Lionel Scaloni anduvo muy mal y cayó con un rival teóricamente inferior, que sin embargo lo superó tranquilamente. Y con Messi, que sigue ahciendo sus papelones personales, después del desastre que hizo en Rusia. El Messi que nos cansa, por lo menos a mí, con sus tripletes a cualquier equipito de España y viene acá para ser uno del montón. Y la nueva generación, tan mentada, ahí está. Sólo le pudo ganar a Guatemala e Irak. Ya no estamos en el suelo, estamos en el subsuelo, viejo.

¿NO ALCANZAMOS? Y BUENO, NOS CONFORMAMOS

Toda la vida, más en estos tiempos tan demandantes, el ser humano ambiciona permanentemente, me incluyo, de todo. Y si no alcanza algo, aunque sea muy trivial, se pone loco, se queda como si le faltara algo esencial. No sólo lo material, hay gente que cuando no alcanza o pierde un amor, por ejemplo, se hace una mala sangre casi al punto del dolor. Por supuesto que los sentimientos son indiscutibles, pero igual no nos hacen nada bien. ¿Y entonces?, preguntan ellos. Simple respuesta: si no logramos alcanzar eso que tanto nos carcome, debemos conformarnos con lo que tenemos. El conformismo no es de mediocre, no es de indolente, no es de irresponsable, dejado si se quiere. Es de sabio, de inteligente, como debe vivirse la vida. Para qué volvernos locos con lo que no podemos, por mil motivos, tener. Si lo que tenemos puede ser tan valioso como lo que no. Desde ya esto no corre para seres queridos, su ausencia (como en mi caso con mamá Anita) sí no tiene conformismo. Pero todo lo demás, me parece que sí. Como dije alguna vez aquí, busquemos la felicidad mediana, la simple, la necesaria. Lo otro, como dice Dios, vendrá por añadidura. Si Dios quiere.

domingo, 17 de marzo de 2019

SUBIR Y BAJAR, LA MALDICIÓN DE SAN MARTÍN DE TUCUMÁN

Un hecho de lo más curioso se vuelve a producir para el gran San Martín de Tucumán, primer descendido de la Superliga a la Primera B Nacional en la noche de este domingo al perder en su cancha con Boca Juniors 4 a 1. Por cuarta vez, el "santo" desciende en la misma temporada que ascendió a la Primera, sin contar sus participaciones en los Campeonatos Nacionales de los 70 y 80.

Una real maldición persigue al conjunto rojiblanco. En 1988 hizo la hazaña de subir dos categorías en poco tiempo, primero a la B Nacional desde el Torneo del Interior y luego, sin jugar la Segunda, a Primera gracias al Torneo Reducido donde tenía derecho a participar. Ya en Primera volvió a dar el golpe al golear 6-1 a Boca en la Bombonera, pero en 1989 bajó a la B Nacional. Volvió para 1992, al vencer a ALmirante Brown en el Reducido, en recordada final donde ganó en la Ciudadela tucumana e igualó 1-1 en Isidro Casanova, pero en 1993 tuvo que descender por segunda vez.

Tras años de seguir cayendo al Argentino a y hasta a su liga de origen, San Martín regresó gloriosamente en 2008, veinte años después de la epopeya del 88. Sin embargo, y a pesar de buena campaña como las anteriores, descendió en 2009, dándole su lugar justo a su archirrival Atlético, cuya hinchada cantaba "siga el baile al compás del tamboril, a Primera el decano, al descenso San Martín". A mediados de 2018 tuvo su cuarto ascenso al arrasar a Sarmiento en su provincia 5-1 en la decisión del Reducido, sin embargo otra vez los malos resultados lo colocaron en el fondo de los promedios y, por ende, en un nuevo descenso a la B Nacional. Y eso que trajo al famoso salvador Ricardo Caruso Lombardi para evitarlo, pero no le alcanzó.

Será hasta una nueva vuelta para San Martín. Cuando tenga una nueva chance de romper esa maldición de subir y bajar de la élite del fútbol argentino.