Se viene un nuevo fin de año. Y con él, las fiestas navideñas/Año Nuevo. Y con ellas, el lío que significan. Y la tergiversación de su significado. Corto y al pie: la verdadera Nochebuena, Navidad, fiesta, es la del corazón, la del espíritu. La del alma, lo más importante que un ser humano posee. Si no tenés alma, de nada sirve tu existencia. Entonces, de nada sirve, según mi humilde visión, toda esta parafernalia material, publicitaria, mundana que se arma cada pre-24.
¿Qué significa la Nochebuena, la Navidad? Es bueno ponerlo en relieve, porque eso ayuda a pasarla mejor, menos pesadamente como a muchos les pasa, me incluyo. No es otra cosa que el cumpleaños de Jesús, que más allá de por supuesto ser Dios, es alguien muy importante para nuestra existencia, seamos o no creyentes, seamos de la religión que seamos. Porque gracias a Él estamos acá. Porque, aprendí, la vida y todo lo que tenemos no es nuestro, como decía mamá Anita, “el cuerpo es prestado”. Entonces, si Jesús es lo más importante, lo del espíritu es lo que cuenta. Y si, por ende, el espíritu es lo que cuenta, la vamos a pasar bien más allá de un regalo más o menos, de un cohete más o menos, de la comida o la bebida. Este mensaje de Así Es La Vida, ya en su tercera Navidad, es para los que están bien, para los que están en la nada, la indiferencia, y sobre todo, para aquellos que sufren, que maldicen la llegada de esta fecha. Si ponemos la mirada en el cumpleañero, repito más allá de la fe, yo creo que la vamos a pasar mejor. Así Es La Vida les desea unas verdaderas felices fiestas, y que sean eso, unas fiestas. Y, lo más importante, del espíritu. El mejor regalo de Navidad.
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