Mientras estoy recibiendo montón de felicitaciones por mi presencia con Diego Desanzo en el Astral, por fin supe de mi amiga la angoleña Rosa Mangueira, invitada al teatro, a quien no vi el sábado. La jefa de prensa de la Embajada, acompañada por su asistente argentino Ramiro, fue una espectadora de lujo en el gran escenario, adonde la invité gentilmente devolviendo el convite suyo a la fiesta de la independencia de Angola el pasado 11 de noviembre. Esta mañana, la simpatiquísima africana me despertó llamándome al celular. Totalmente dormido, la atendí con mucha alegría y mientras ella desayunaba, me contó no sólo que estuvo y la pasó bárbaro, lo que más yo quería, sino que me vio y se deleitó conmigo. Y, por supuesto, con Diego, a quien alabó no sólo por su show sino por su sensibilidad humana, destacando lo que hizo con los discapacitados. Además contó que estaba casi al lado de Diana María, así que le tocó ubicación preferencial. Le agradecí su presencia y ella, en su buen español repetía “gracias por la invitación”. Entre los últimos eventos, la verdad es que me siento feliz de esta ya amistad con la dulce Rosa, que sigue engalanando mi historia. Como lo hizo el sábado en el Astral.
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