La Selección de vóleibol se enderezó. Y de qué forma, porque el traspié con ayuda de Italia había caído seguramente pésimo. Había que ganarle a eslovenia, ex Yugoslavia recuerdo, y se le ganó con mucha dureza 3 sets a 2. Después de ganar el primero, Argentina perdió los dos siguientes, pero con el prometedor Bruno Lima y este caudillo Cristian Poglajen (justamente descendiente de eslovenos) lo dio vuelta para vencer en el tie-break 15- 13. Triunfo clave, porque más allá de que hay que entrar entre los cuatro de los seis del grupo, la posición había quedado incómoda. No está todo dicho, ahora viene Japón este martes, antiguo fuerte pero que acá en Italia-Bulgaria 2018 no anduvo. De salir bien parado, la Selección de Julio Velasco se meterá en la segunda de las cuatro fases antes de las semifinales. Suerte Gigantes.
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