Una imagen más de esta gloriosa carrera que es la maratón. Acaba de llegar Federico Bruno, el último de los tres argentinos. Extenuado, al punto de que casi no puede pisar, parece que sufrió un tirón en una pierna. Pero arribó, y eso es un oro tanto como el keniata Kipchoge, el campeón. Mastromarino fue el mejor nacional, puesto 53, y Molina 89. Al final, el oro en Londres 2012, el ugandés Kiprotich, llegó 14, mientras que su técnico Kipchoge ganó, vaya historia. Bueno, en un rato y mientras preparamos con papá el almuerzo, se vienen las definiciones de hombres. A la 1 un partidazo del vóleibol, Brasil-Italia, y más tarde, Dream Team-Serbia, Francia-Dinamarca en hándbol (que está decidiendo el bronce), algo de boxeo y gimnasia. Ah, y a las 18, la ceremonia de clausura. A seguir.
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
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domingo, 21 de agosto de 2016
DIARIO OLÍMPICO: MASTROMARINO 53
Y también hay argentinos triunfantes. Y sí, saben lo que es llegar tras 42 kilómetros de darle a las piernas, a los pies, encima con la humedad y la lluvia de hoy en Río. Más aún, para un país como el nuestro que recién ahora se está metiendo de nuevo en el atletismo, después de años de abandono. Recuerdo que Zabala en el 32 y Cabrera en el 48 no sólo corrieron, sino que ganaron la maratón. Al menos, Mariano Mastromarino acaba de cruzar la meta, en el puesto 53, mientras Luis Molina está mucho más atrás pero seguro también llegará. Felicitaciones, más deportistas nuestros que ganan oro, aunque lleguen 53.
DIARIO OLÍMPICO: KIPCHOGE ORO EN LA MARATÓN
Y nomás ganó Eliud Kipchoge. El keniata de 31 años, nacido en Kapsisiywa, creo que lo escribí bien, acaba de cruzar la meta como el nuevo campeón olímpico de maratón. Como el nuevo sucesor de Filípides. Kipchoge, candidato previo, había ganado bronce en Atenas 2004 y plata en Pekín 2008, pero en 5000. Hace tres años, cuando no había podido clasificarse para Londres 2012 en 5000, cambió y empezó a entrenarse para la maratón. Y ahí está, triunfante en el sambódromo de Río, con 2 horas, 8 minutos y 44 segundos, aventajando por más de un minuto al etíope, Feyisa Lilesa, y al estadounidense Galen Rupp, que le ganó el bronce a Gebreselassie. Además, según estoy leyendo acá en doña Wikipedia, Kipchoge es el entrenador de nada menos el anterior campeón olímpico, el ugandés Stephen Kiprotich, que viene bastante retrasado. Los argentinos siguen en carrera, muy bien, en un rato seguro llegan con Mastromarino a la cabeza. Eliud Kipchoge, continuando la tradición de tipos como Paul Tergat, Peter Rono y compañía, es el nuevo rey de los 42 kilómetros.
DIARIO OLÍMPICO: ÚLTIMOS 4 KM, KIPCHOGE CERCA DEL TRIUNFO
Ahí se viene el cierre de la maratón. ¿Quién será el sucesor de Filípides? Parece que a falta de unos 4 km, el keniata Kipchoge, candidato en la previa, se llevará el triunfo tan esperado por cualquier deportista. Le lleva 20 segundos al etíope Dilesa, mientras Ramm y Gebreselassie pugnan por el bronce. Siguen los argentinos. Vamos, se termina.
DIARIO OLÍMPICO: ÚLTIMOS KILÓMETROS, PUNTEA AFRICA
Bueno bueno, empieza a definirse la gloriosa maratón. A pocos kilómetros, más o menos por el 35, ya se ven claritos los punteros. El keniata Kipchoge, el etíope Dilesa y el estadounidense Ramm ocupan las primeras tres posiciones, con otro etíope, Gebreselassie, intentando entrar. Los argentinos siguen en carrera, con Mastromarino el más adelante.
DIARIO OLÍMPICO: UN ETÍOPE ABANDONÓ
Qué mal viene Etiopía, lo escribí ayer, en el atletismo, especialmente en varones. No ganó ningún oro, el único en mujeres de 10 mil. Y encima, en esta maratón que sigue corriéndose bajo la lluvia y humedad de Río, un etíope, Abera, acaba de abandonar. Que no se diga, Etiopía, potencia maratonística, afuera.
DIARIO OLÍMPICO: PROMEDIA LA MARATÓN
Bajo la lluvia de Río, nunca mejor marco, agua, Río, encima termina en el sambódromo, la maratón masculina va promediando su recorrido. Los tres argentinos se mantienen en carrera con buenos parciales, mientras que si bien falta, el ugandés Kiprotich, oro en Londres 2012, está cerca de los punteros. Carrera fabulosa, mito total, Juegos Olímpicos en estado puro. No está Filípides, el griego que corrió hasta Maratón para anunciar la victoria de su pueblo, pero sí sus representantes, estos deportistas que le hacen honor.
sábado, 20 de agosto de 2016
DIARIO OLÍMPICO: LA HISTORIA REAL DE LA MARATÓN
Extraído de canchallena.com, La Nación
Por Alejandro Gangui (*)
Mañana, último día de los Juegos Olímpicos, se corre en Río de Janeiro el maratón masculino, quizá una de las pruebas más duras que deben enfrentar los
atletas. ¿Por qué una carrera tan larga? ¿Por qué ese nombre? ¿Es casualidad que este día caiga poco después de la luna llena?
Hacia el año 490 a.C. una serie de conflictos bélicos enfrentaron a los antiguos pueblos de Grecia y de Persia. Este último tenía su capital en la ciudad
de Babilonia (hoy ubicada en la actual Irak) y era uno de los imperios más extensos e importantes del mundo antiguo.
Ese mismo año el poderoso rey Darío de Persia envió sus tropas hacia Grecia con la orden de conquistar la ciudad de Atenas y hacer esclavos a sus habitantes.
Y más de 20 mil soldados acompañados de la caballería descendieron de sus barcos en la llanura de Maratón.
Los generales griegos de inmediato alistaron unos 10 mil hombres para frenar el avance del enemigo y, a mismo tiempo, enviaron a Fidípides, un corredor
de larga distancia, hacia Esparta en busca de ayuda.
Entre las ciudades de Atenas y de Esparta hay unos 240km, distancia que el mensajero cubrió en algo más de un día de carrera. Pero al llegar descubrió con
sorpresa que los espartanos estaban celebrando las Cárneas, una fiesta religiosa en honor al dios Apolo entre los días 7 y 15 de su mes lunar. Y durante
ese período toda contienda bélica quedaba prohibida.
Quizá hoy nos resulte poco familiar, pero en aquella época los meses se regían por la luna y cada mes comenzaba con la luna nueva. Como el ciclo completo
de las fases lunares es de unos 29 días y medio, el día 15 correspondía a la luna llena. Ahora bien, Fidípides llegó antes de esa fecha y, a pesar de que
los espartanos realmente deseaban ayudar a su pueblo, solo podrían movilizarse unos días más tarde.
Los griegos debieron entonces enfrentar a los persas sin ayuda, pero igual lograron vencerlos en la célebre batalla de Maratón. Los persas se vieron forzados
a volver a sus barcos y marcharse, pero en lugar de regresar a casa, pusieron rumbo a Atenas, amenazando nuevamente a los griegos, cuya ciudad capital
había quedado sin tropas para defenderse.
Los generales griegos, ante esta nueva amenaza, enviaron a un mensajero para advertir del peligro inminente a los habitantes de Atenas. No sabemos si fue
el mismo Fidípides u otro corredor profesional como él. Lo cierto es que, según cuenta la leyenda, mientras los barcos persas daban toda la vuelta a la
península Ática, el mensajero corrió sin descanso, pese a haber combatido ese mismo día, y logró cubrir los aproximadamente 42km que separan Maratón de
Atenas antes de que llegara el enemigo.
Una vez frente al magistrado de la ciudad, informó que habían derrotado a los persas pero que estos habían vuelto al acecho. Y no pudo decir más: agotado
por el esfuerzo, el mensajero simplemente cayó muerto. La ciudad de Atenas pudo así ponerse a la defensiva. Poco después, las tropas griegas regresaron
a casa y los invasores debieron retirarse.
¿Y los soldados de Esparta? Llegaron, sí, pero un día tarde. Influenciados por la luna, demoraron su partida y al arribar a Maratón ya todo había terminado.
De no ser por su fiesta religiosa y por su particular calendario lunar, quizá hubiesen podido acudir en ayuda antes.
Y quizá, quien sabe, no hubiese hecho falta un mensajero que corriera esos 42km y cayera muerto al llegar a Atenas. Pero los espartanos tuvieron que esperar
que pasara la luna llena. ¿Podemos imaginar que fue la luna el objeto celeste que dio origen a la competencia de hoy?
(*) El autor es investigador del Instituto de Astronomía Física del Espacio (Conicet/UBA) y autor de Entre la pluma y el cielo: Ensayos e historias sobre
los astros (FCE, 2016).
Por Alejandro Gangui (*)
Mañana, último día de los Juegos Olímpicos, se corre en Río de Janeiro el maratón masculino, quizá una de las pruebas más duras que deben enfrentar los
atletas. ¿Por qué una carrera tan larga? ¿Por qué ese nombre? ¿Es casualidad que este día caiga poco después de la luna llena?
Hacia el año 490 a.C. una serie de conflictos bélicos enfrentaron a los antiguos pueblos de Grecia y de Persia. Este último tenía su capital en la ciudad
de Babilonia (hoy ubicada en la actual Irak) y era uno de los imperios más extensos e importantes del mundo antiguo.
Ese mismo año el poderoso rey Darío de Persia envió sus tropas hacia Grecia con la orden de conquistar la ciudad de Atenas y hacer esclavos a sus habitantes.
Y más de 20 mil soldados acompañados de la caballería descendieron de sus barcos en la llanura de Maratón.
Los generales griegos de inmediato alistaron unos 10 mil hombres para frenar el avance del enemigo y, a mismo tiempo, enviaron a Fidípides, un corredor
de larga distancia, hacia Esparta en busca de ayuda.
Entre las ciudades de Atenas y de Esparta hay unos 240km, distancia que el mensajero cubrió en algo más de un día de carrera. Pero al llegar descubrió con
sorpresa que los espartanos estaban celebrando las Cárneas, una fiesta religiosa en honor al dios Apolo entre los días 7 y 15 de su mes lunar. Y durante
ese período toda contienda bélica quedaba prohibida.
Quizá hoy nos resulte poco familiar, pero en aquella época los meses se regían por la luna y cada mes comenzaba con la luna nueva. Como el ciclo completo
de las fases lunares es de unos 29 días y medio, el día 15 correspondía a la luna llena. Ahora bien, Fidípides llegó antes de esa fecha y, a pesar de que
los espartanos realmente deseaban ayudar a su pueblo, solo podrían movilizarse unos días más tarde.
Los griegos debieron entonces enfrentar a los persas sin ayuda, pero igual lograron vencerlos en la célebre batalla de Maratón. Los persas se vieron forzados
a volver a sus barcos y marcharse, pero en lugar de regresar a casa, pusieron rumbo a Atenas, amenazando nuevamente a los griegos, cuya ciudad capital
había quedado sin tropas para defenderse.
Los generales griegos, ante esta nueva amenaza, enviaron a un mensajero para advertir del peligro inminente a los habitantes de Atenas. No sabemos si fue
el mismo Fidípides u otro corredor profesional como él. Lo cierto es que, según cuenta la leyenda, mientras los barcos persas daban toda la vuelta a la
península Ática, el mensajero corrió sin descanso, pese a haber combatido ese mismo día, y logró cubrir los aproximadamente 42km que separan Maratón de
Atenas antes de que llegara el enemigo.
Una vez frente al magistrado de la ciudad, informó que habían derrotado a los persas pero que estos habían vuelto al acecho. Y no pudo decir más: agotado
por el esfuerzo, el mensajero simplemente cayó muerto. La ciudad de Atenas pudo así ponerse a la defensiva. Poco después, las tropas griegas regresaron
a casa y los invasores debieron retirarse.
¿Y los soldados de Esparta? Llegaron, sí, pero un día tarde. Influenciados por la luna, demoraron su partida y al arribar a Maratón ya todo había terminado.
De no ser por su fiesta religiosa y por su particular calendario lunar, quizá hubiesen podido acudir en ayuda antes.
Y quizá, quien sabe, no hubiese hecho falta un mensajero que corriera esos 42km y cayera muerto al llegar a Atenas. Pero los espartanos tuvieron que esperar
que pasara la luna llena. ¿Podemos imaginar que fue la luna el objeto celeste que dio origen a la competencia de hoy?
(*) El autor es investigador del Instituto de Astronomía Física del Espacio (Conicet/UBA) y autor de Entre la pluma y el cielo: Ensayos e historias sobre
los astros (FCE, 2016).
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