Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
sábado, 16 de julio de 2016
LA INCREÍBLE HISTORIA DE BARBOSA Y EL MARACANAZO
El triunfo épico de la celeste uruguaya sobre Brasil en el partido final del Mundial de 1950, en el recién construido estadio Maracaná de Río de Janeiro, dio para mucho más que un simple título del mundo. Hasta el día de hoy es leyenda y mito, casi parte de la cultura uruguaya. Al punto que el gran músico Tabaré Cardozo decidió componer una canción sobre la increíble historia del arquero brasileño Barbosa, titular esa imborrable tarde, fatídica para su país.
Cuenta la historia que Moacir Barbosa Nascimento, tal su nombre completo, fue duramente criticado por la gente por su actuación en la final, donde se lo culpó de los dos goles celestes, en especial del glorioso de Alcides Ghiggia, cuando el delantero remató al primer palo y el guardameta no alcanzó a desviar bien la pelota. Vaya a saber qué enemigo tuvo la idea de regalarle a Barbosa el maldito arco, que igual él guardaba en su casa, hasta que un día, mal de ánimo por el asunto, decidió quemar el arco para borrar todo recuerdo.
La injusta condena pública llegó al extremo de que en 1993, cuando Barbosa fue a visitar la concentración de la selección brasileña de Carlos Parreira (que jugaba las eliminatorias para el Mundial de Estados Unidos) el cuerpo técnico le negó la entrada con la estupidez de que les podría traer mala suerte. Retirado del fútbol y con graves problemas económicos, vivió viudo, pobre y abandonado, sólo se mantuvo con una pensión vitalicia del Vasco da Gama, su club durante tantos años, y falleció en 2000. Cuando una vez le preguntaron por esa jugada, Barbosa fue contundente: “La pena máxima en Brasil por un delito son 30 años, pero yo no maté a nadie, sin embargo fui condenado para toda mi vida”.
En homenaje al glorioso 2-1 pero, con justicia, a la injusta defenestración de Barbosa, Tabaré Cardozo compuso y cantó este tema llamado, precisamente, Barbosa. El mismo comienza con el relato del gol en portugués, y luego, la letra hace hincapié en aquel suceso del Maracanazo y también, el de la quema de los postes. Talento sublime para una historia sublime, eterna. Historia de sonrisas y lágrimas. Como el mismo fútbol. Como la vida. Como el Maracanazo.
Vea y emociónese aquí con el tema:
Fuente: Tribunero.com
jueves, 14 de julio de 2016
preferible andar abollado por la vida por amar
La especialidad de Así Es La Vida son las reflexiones, los pensamientos, que marcan un camino a seguir. A mí me gusta esas que quedan en la mente y sirven para pensar y decidir la vida de uno. Y ésta es una de ellas, que me quedó luego de una misa meses atrás en la gloriosa Parroquia San Antonio de Carapachay, donde fui un domingo. Resulta que esa mañana estaba un sacerdote santiagueño de nombre Carlos, en lugar del actual cura párroco Carlos Pimentel. Y durante su homilía, no recuerdo sobre qué Evangelio, habló sobre el amor. Y dijo:
“Preferible andar abollado por la vida por haber querido amar, y no que uno no se pelee con nadie, se lleve bien con todos, pero no intentó amar, porque eso es pecar de omisión. Cuando lleguemos al cielo no tendremos nada que presentarle a Dios, así que es mejor intentar amar”, palabras más, palabras menos.
Traducido, a veces uno (me pasa con frecuencia) se cansa de las malas actitudes de este mundo sucio y quiere aislarse, al punto de no rozarse con nadie. “No quiero que más nadie me hinche la pelotas”, se suele decir exabrupto incluido. Entonces uno se aleja de todo y se sumerge en la suya. Eso es lo que hay que cambiar, incluso está visto que esa conducta puede acarrear depresiones o el famoso ataque de pánico, tan del nuevo milenio. Es cierto, a veces dan ganas de aislarse, pero la soledad nunca será buena consejera. Estos no, aquéllos sí. Eso de “preferible solo que mal acompañado” no va. Preferible, como dijo el apacible cura Carlos, andar golpeado por la vida pero intentar amar. Aunque luego uno se arrepienta de amar y quiera estar solo.
“Preferible andar abollado por la vida por haber querido amar, y no que uno no se pelee con nadie, se lleve bien con todos, pero no intentó amar, porque eso es pecar de omisión. Cuando lleguemos al cielo no tendremos nada que presentarle a Dios, así que es mejor intentar amar”, palabras más, palabras menos.
Traducido, a veces uno (me pasa con frecuencia) se cansa de las malas actitudes de este mundo sucio y quiere aislarse, al punto de no rozarse con nadie. “No quiero que más nadie me hinche la pelotas”, se suele decir exabrupto incluido. Entonces uno se aleja de todo y se sumerge en la suya. Eso es lo que hay que cambiar, incluso está visto que esa conducta puede acarrear depresiones o el famoso ataque de pánico, tan del nuevo milenio. Es cierto, a veces dan ganas de aislarse, pero la soledad nunca será buena consejera. Estos no, aquéllos sí. Eso de “preferible solo que mal acompañado” no va. Preferible, como dijo el apacible cura Carlos, andar golpeado por la vida pero intentar amar. Aunque luego uno se arrepienta de amar y quiera estar solo.
sábado, 9 de julio de 2016
AQUELLA INDEPENDENCIA CON NIEVE
¡Quién se acuerda? Seguro muchos, pero tal vez no en este día de los 200 años. Un simpático momento y muy noticioso ocurrió ese 9 de julio de 2007. Día feo, desapacible, como para llover. Pero cerca del mediodía, lo que llovió no fue agua. Como si un cuento de hadas o cosa parecida, copos de nieve más barilochenses que bonaerenses cayeron sobre la ciudad y alrededores. Yo, por ejemplo, estaba en la casa de mi hermano Leo en Pilar y con asado a pesar del frío, cuando mi sobrino Juan Cruz, que justo estaba en el jardín, los vio y llamó entre alarmado y contento con el regalo del cielo, y Leo filmó inmediatamente la bizarra escena, cual escena de casamiento o similar.
Y todo el mundo, lo que me pareció tontera, salió a la calle a pesar de que hacía menos de 9 grados a primera hora de la tarde a ver, fotografiar, filmar y comentar el fenómeno natural. Salió en TV, casi que parecía alboroto de Mundial de fútbol de cómo la gente estaba reunida en torno al asunto. De vuelta en casa,mamá Anita me hizo notar la nieve sobre el techo del Renault 12 Break de mi papá, el que comprobé entonces. Y más tarde, en charla telefónica con mi amigo y colega periodista Pablo Aro Geraldes, me comentaba que el conocido entrenador argentino Carlos Cavagnaro, que vivía en las islas Maldivas por dirigir allí, se enteró por Internet de la nevada histórica. Habían pasado 40 y algo de años para que nevara en una ciudad que casi no sabe de tal situación. Y bueno, un 9 de julio distinto, simpático, imborrable. Por la independencia, y también, por la nieve que la adornó.
Y todo el mundo, lo que me pareció tontera, salió a la calle a pesar de que hacía menos de 9 grados a primera hora de la tarde a ver, fotografiar, filmar y comentar el fenómeno natural. Salió en TV, casi que parecía alboroto de Mundial de fútbol de cómo la gente estaba reunida en torno al asunto. De vuelta en casa,mamá Anita me hizo notar la nieve sobre el techo del Renault 12 Break de mi papá, el que comprobé entonces. Y más tarde, en charla telefónica con mi amigo y colega periodista Pablo Aro Geraldes, me comentaba que el conocido entrenador argentino Carlos Cavagnaro, que vivía en las islas Maldivas por dirigir allí, se enteró por Internet de la nevada histórica. Habían pasado 40 y algo de años para que nevara en una ciudad que casi no sabe de tal situación. Y bueno, un 9 de julio distinto, simpático, imborrable. Por la independencia, y también, por la nieve que la adornó.
DÍA DEL BICENTENARIO: MÁS QUE UN FERIADITO
Hoy es un día muy especial. Así lo estamos viviendo los que vivimos del alma. Es increíble levantarse un día y conocer que es el cumpleaños 200 de Argentina. De nuestra Argentina. De mi Argentina. De la de ustedes. Una Patria tan cercana como cualquiera de mis o de vuestros seres queridos. Por eso, y como solemos (me invluyo) no darle bola a estas fechas trascendentes, sugiero que vivamos este día con esa alegría. Un día que es mucho más que un feriadito de estos tontos, tipo el de ayer 8, o un feriado en sí mismo.
Es el 9 de Julio, el de la independencia, no el de Anteojito, no el de los actos protocolares. Un día para sentir en lo más profundo del alma, como que la Patria es nuestra mamá, novia, esposa, hija. Y, también, para pensar y repensar qué significa para cada uno de nosotros ser argentinos. Qué hacemos, en lugar de protestar todo el tiempo, para regalarle a Argentina una Argentina mejor. Desde cada uno de nosotros. Porque ésa, entiendo humildemente, es la mejor forma de vivir y celebrar este día. Felicidades gente, compatriotas, y que el 9 de Julio sea más que un feriado, un nombre de localidad de Buenos Aires o Santa Fe, un nombre de un equipo de fútbol de Arequito. Que el 9 de julio, el cumple 200 de la Patria, sea también el de cada uno. Salud.
Es el 9 de Julio, el de la independencia, no el de Anteojito, no el de los actos protocolares. Un día para sentir en lo más profundo del alma, como que la Patria es nuestra mamá, novia, esposa, hija. Y, también, para pensar y repensar qué significa para cada uno de nosotros ser argentinos. Qué hacemos, en lugar de protestar todo el tiempo, para regalarle a Argentina una Argentina mejor. Desde cada uno de nosotros. Porque ésa, entiendo humildemente, es la mejor forma de vivir y celebrar este día. Felicidades gente, compatriotas, y que el 9 de Julio sea más que un feriado, un nombre de localidad de Buenos Aires o Santa Fe, un nombre de un equipo de fútbol de Arequito. Que el 9 de julio, el cumple 200 de la Patria, sea también el de cada uno. Salud.
!BENDITOS TUS 200, ARGENTINA!
Increíble pero glorioso. Llegó el día. En este momento ya es 9 de julio de 2016, es decir, el año 200 de la dulce Patria argentina. Ya han pasado dos centurias desde que en Tucumán, en el amado Norte de mi amada Argentina, se declarara la independencia formal de España. De que ese día decidiéramos ser libres para siempre. Dos siglos después, seguimos defendiendo esa independencia, esa libertad consolidada en estos casi 33 años de democracia. Oja´lá los argentinos continuemos por el mismo camino, el de la independencia, el de la libertad, en el mejor de los sentidos. Es como dice nuestro glorioso himno: Y los libres del mundo responden, AL GRAN PUEBLO ARGENTINO SALUD. Así sea.
jueves, 7 de julio de 2016
MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: PARQUES NATURALES
Un parque natural es aquel espacio natural con características biológicas o paisajísticas especiales en el que se pretende garantizar su protección. Los parques naturales enfocan su atención en la conservación y mantenimiento de su flora y fauna. Pueden ser marítimos o terrestres y encontrarse en la
montaña, en el mar, en el desierto o en cualquier otro espacio definido geográficamente.
La Argentina cuenta con un sistema de parques nacionales destinado a proteger el patrimonio natural y cultural del país. Los primeros parques nacionales de Argentina fueron el Nahuel Huapi (gracias a Francisco Pascasio Moreno y a Exequiel Bustillo) y el Iguazú,ambos creados en1934. En total hay 33 parques nacionales (diciembre de 2014), además de 3 parques interjurisdiccionales, 6 reservas naturales y 3 monumentos naturales. Ocupan casi un 4 % del territorio argentino, unos 3,8 millones de hectáreas, cuidados por aproximadamente unos 200 guardaparques. La Administración de Parques Nacionales (APN), regulada por Ley 22351 de 1980, tiene su sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Fuente: Wikipedia
montaña, en el mar, en el desierto o en cualquier otro espacio definido geográficamente.
La Argentina cuenta con un sistema de parques nacionales destinado a proteger el patrimonio natural y cultural del país. Los primeros parques nacionales de Argentina fueron el Nahuel Huapi (gracias a Francisco Pascasio Moreno y a Exequiel Bustillo) y el Iguazú,ambos creados en1934. En total hay 33 parques nacionales (diciembre de 2014), además de 3 parques interjurisdiccionales, 6 reservas naturales y 3 monumentos naturales. Ocupan casi un 4 % del territorio argentino, unos 3,8 millones de hectáreas, cuidados por aproximadamente unos 200 guardaparques. La Administración de Parques Nacionales (APN), regulada por Ley 22351 de 1980, tiene su sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Fuente: Wikipedia
martes, 5 de julio de 2016
RECORDANDO EL MUNDIAL 86: LOS TEMAS DEL PAÍS
Por Pablo Vignone, Cancha Llena.com, 14 DE JUNIO
La muerte de Jorge Luis Borges, el más grande escritor argentino de todos los tiempos, ocurrida hace hoy treinta años, produjo una congoja de dimensiones comparables a la de la alegría que, como la otra cara de la moneda, generaba la consagración del mejor futbolista argentino de todos los tiempos, en México, a medio mundo de distancia y gracias al Mundial.
Esa alegría no era un sentimiento menor en un país que todavía respiraba el optimismo que le había producido el retorno de la democracia pero que atravesaba grandes dificultades entre un pasado que lo atenazaba y un futuro incierto.
El presidente Raúl Alfonsín solo llevaba 30 meses a cargo de la máxima investidura de la República. Sus deseos de curar, educar y alimentar con la democracia no alcanzaban a cumplirse; el tenebroso poder militar que se había replegado en diciembre de 1983 y había recibido un golpe furibundo con el Juicio a las Juntas y el Nunca Más, quería trazar allí una raya, a base de insinuaciones y planteos.
El recambio ministerial de comienzos de junio de 1986, cuando Alfonsín reemplazó a Germán López, un funcionario de su extrema confianza, por Horacio Jaunarena al frente de la cartera de Defensa, revelaba el alcance de las presiones. La joven democracia estaba tan jaqueada en junio de 1986 como las defensas rivales en el Mundial ante la carga de Maradona con la pelota al pie.
"La Historia Oficial", la película de Luis Puenzo con Héctor Alterio y Norma Aleandro como protagonistas, que había ganado en marzo el primer Oscar de la cinematografía argentina, mostraba qué tan candente era entonces el tema de los desaparecidos.
El plano de la economía estaba lejos de generar fervor popular. Los efectos del Plan Austral, con el que el gobierno radical intentó estabilizar la economía a mediados de 1985, se diluían sin remedio. Los argentinos arrancaron el Mundial desayunándose con el índice de inflación de mayo: 4%. Desde febrero, cuando el índice había descendido a 1,7%, la cifra más baja de todo el Plan, las cuentas iban recalentándose. En once meses desde la implementación del Plan, la inflación acumulada trepaba al 33,8%.
No eran las únicas cuitas económicas que arrinconaban al gobierno: el plan de lucha del titular de la CGT, Saúl Ubaldini (a quien el presidente había tachado de "mantequita y llorón") se traducía en una serie de paros generales que detenían al país; y la deuda externa se tornaba agobiante, superando los 50 mil millones de dólares de servicio.
Las discusiones por la sanción de la ley de divorcio enfrentaban al poder legislativo con la jerarquía eclesiástica, que amenaza con excomulgar a los senadores que voten favorablemente el proyecto. "El divorcio conduce a la creciente drogadicción, la violencia y a la delincuencia precoz" proclama el arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Juan Carlos Aramburu.
El contexto internacional tampoco alentaba el optimismo. Con conceptos como "glasnost" (transparencia) y "perestroika" (reconstrucción), el reformista Mikhail Gorbachov intentaba modernizar la rígida Unión Soviética para asegurar su supervivencia; la otra superpotencia global, los Estados Unidos, sonreía frente al proceso pero no le daba tregua. El presidente Ronald Reagan y el Papa Juan Pablo II deseaban con fuerza la caída de la Cortina de Hierro y el fin del comunismo, y en ese contexto se movían sobre el tablero mundial los distintos actores. Ignorando por completo a América Latina, Reagan dejaría la presidencia en 1988, un año antes de la caída del Muro de Berlín; perdida la carrera armamentista con su rival, la URSS se desintegró en 1991.
No era sencilla la Argentina de entonces. Pero al menos la gente contaba con Maradona.
La muerte de Jorge Luis Borges, el más grande escritor argentino de todos los tiempos, ocurrida hace hoy treinta años, produjo una congoja de dimensiones comparables a la de la alegría que, como la otra cara de la moneda, generaba la consagración del mejor futbolista argentino de todos los tiempos, en México, a medio mundo de distancia y gracias al Mundial.
Esa alegría no era un sentimiento menor en un país que todavía respiraba el optimismo que le había producido el retorno de la democracia pero que atravesaba grandes dificultades entre un pasado que lo atenazaba y un futuro incierto.
El presidente Raúl Alfonsín solo llevaba 30 meses a cargo de la máxima investidura de la República. Sus deseos de curar, educar y alimentar con la democracia no alcanzaban a cumplirse; el tenebroso poder militar que se había replegado en diciembre de 1983 y había recibido un golpe furibundo con el Juicio a las Juntas y el Nunca Más, quería trazar allí una raya, a base de insinuaciones y planteos.
El recambio ministerial de comienzos de junio de 1986, cuando Alfonsín reemplazó a Germán López, un funcionario de su extrema confianza, por Horacio Jaunarena al frente de la cartera de Defensa, revelaba el alcance de las presiones. La joven democracia estaba tan jaqueada en junio de 1986 como las defensas rivales en el Mundial ante la carga de Maradona con la pelota al pie.
"La Historia Oficial", la película de Luis Puenzo con Héctor Alterio y Norma Aleandro como protagonistas, que había ganado en marzo el primer Oscar de la cinematografía argentina, mostraba qué tan candente era entonces el tema de los desaparecidos.
El plano de la economía estaba lejos de generar fervor popular. Los efectos del Plan Austral, con el que el gobierno radical intentó estabilizar la economía a mediados de 1985, se diluían sin remedio. Los argentinos arrancaron el Mundial desayunándose con el índice de inflación de mayo: 4%. Desde febrero, cuando el índice había descendido a 1,7%, la cifra más baja de todo el Plan, las cuentas iban recalentándose. En once meses desde la implementación del Plan, la inflación acumulada trepaba al 33,8%.
No eran las únicas cuitas económicas que arrinconaban al gobierno: el plan de lucha del titular de la CGT, Saúl Ubaldini (a quien el presidente había tachado de "mantequita y llorón") se traducía en una serie de paros generales que detenían al país; y la deuda externa se tornaba agobiante, superando los 50 mil millones de dólares de servicio.
Las discusiones por la sanción de la ley de divorcio enfrentaban al poder legislativo con la jerarquía eclesiástica, que amenaza con excomulgar a los senadores que voten favorablemente el proyecto. "El divorcio conduce a la creciente drogadicción, la violencia y a la delincuencia precoz" proclama el arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Juan Carlos Aramburu.
El contexto internacional tampoco alentaba el optimismo. Con conceptos como "glasnost" (transparencia) y "perestroika" (reconstrucción), el reformista Mikhail Gorbachov intentaba modernizar la rígida Unión Soviética para asegurar su supervivencia; la otra superpotencia global, los Estados Unidos, sonreía frente al proceso pero no le daba tregua. El presidente Ronald Reagan y el Papa Juan Pablo II deseaban con fuerza la caída de la Cortina de Hierro y el fin del comunismo, y en ese contexto se movían sobre el tablero mundial los distintos actores. Ignorando por completo a América Latina, Reagan dejaría la presidencia en 1988, un año antes de la caída del Muro de Berlín; perdida la carrera armamentista con su rival, la URSS se desintegró en 1991.
No era sencilla la Argentina de entonces. Pero al menos la gente contaba con Maradona.
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