jueves, 14 de julio de 2016

preferible andar abollado por la vida por amar

La especialidad de Así Es La Vida son las reflexiones, los pensamientos, que marcan un camino a seguir. A mí me gusta esas que quedan en la mente y sirven para pensar y decidir la vida de uno. Y ésta es una de ellas, que me quedó luego de una misa meses atrás en la gloriosa Parroquia San Antonio de Carapachay, donde fui un domingo. Resulta que esa mañana estaba un sacerdote santiagueño de nombre Carlos, en lugar del actual cura párroco Carlos Pimentel. Y durante su homilía, no recuerdo sobre qué Evangelio, habló sobre el amor. Y dijo:

“Preferible andar abollado por la vida por haber querido amar, y no que uno no se pelee con nadie, se lleve bien con todos, pero no intentó amar, porque eso es pecar de omisión. Cuando lleguemos al cielo no tendremos nada que presentarle a Dios, así que es mejor intentar amar”, palabras más, palabras menos.

Traducido, a veces uno (me pasa con frecuencia) se cansa de las malas actitudes de este mundo sucio y quiere aislarse, al punto de no rozarse con nadie. “No quiero que más nadie me hinche la pelotas”, se suele decir exabrupto incluido. Entonces uno se aleja de todo y se sumerge en la suya. Eso es lo que hay que cambiar, incluso está visto que esa conducta puede acarrear depresiones o el famoso ataque de pánico, tan del nuevo milenio. Es cierto, a veces dan ganas de aislarse, pero la soledad nunca será buena consejera. Estos no, aquéllos sí. Eso de “preferible solo que mal acompañado” no va. Preferible, como dijo el apacible cura Carlos, andar golpeado por la vida pero intentar amar. Aunque luego uno se arrepienta de amar y quiera estar solo.



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