domingo, 15 de enero de 2017

MIS VERANOS DORADOS: BELLEZAS DE MAR DEL PLATA

Y ahora cuento de varios momentos chiquitos pero únicos de mi vida veraniega en Mar del Plata, la Feliz que cobijó mis primeros años bajo el sol.

paseo por la rambla
Un paseo obligado por la pintoresca avenida cercana al mar que frecuentábamos muchos atardeceres. Allí una tarde un tipo disfrazado de “momia” me levantó en brazos.
PLAYA GRANDE
Otra linda zona, más alejada del centro, que recuerdo por un balneario con unas piletas grandes.

EL FARO
Un bellísimo paisaje el del Faro, que recorríamos en auto al igual que los hermosísimos acantilados.

BICICLETA ACUÁTICA
Un divertidísimo paseo en un lugar de gran belleza natural. Di varias vueltas en esa bicicleta blanca con forma de cisne por un inmenso lago una mañana nublada. Me acuerdo que la bicicleta doblaba sola, por lo que disfruté mucho más ese día.

PLAYA SAN REMO
Una desconocida a la que fuimos una tarde con NUESTRA CONOCIDA Marcela Ortiz, que otra vez vino con nosotros. Curiosamente, nos trasladamos en colectivo... Y allá estuve en el agua un rato, pero el lugar no me gustó por lo accidentado de su suelo.

AUTITOS PLAYEROS
Con el auge de la Fórmula 1, los autitos de plástico con todos sus detalles eran un clásico. Así empecé con un par de ellos y las pistas en la arena, que incluían túneles, rampas y curvas. Tuve un Renault amarillo (el de Arnoux) y el Williams del Lole Reutemann.



EN TORREÓN DEL MONJE
Otro bonito paseo al histórico monumento al que fui una nublada mañana.


sábado, 14 de enero de 2017

PETERHANSEL, EL LEÓN DEL DAKAR


Resumen etapa 11, con Peterhansel, Loeb, Despres, Arduzzo y otros

Parece mentira, pero así como empezó tan pronto terminó tan pronto. Un nuevo Rally Dakar llegó a su fin esta mañana muy muy temprano, y en este momento está arribando al ACA, el legendario Automóvil Club Argentino, donde será el podio. La edición 38 de la carrera más dura y famosa del mundo fue más accidentada y complicada que de costumbre, y dejó un nombre repetido en lo más alto de los autos: Stéphane Peterhansel, “Messieur Dakar” por sus ya nada menos 13 rallíes ganados, seis en motos (en Africa) y siete en coches con el de hoy. Con un Peugeot como el año pasado, el superfrancés fue un león, tal el logo de su marca, y continúa ratificando su leyenda. La gran tarea argentina, con un top ten en cada categoría, un nuevo campeón en motos y cuatriciclos, la no presencia de los Patronelli, la largada en Paraguay, los tremendos problemas climáticos en Bolivia y Jujuy que cortaron tramos fueron algunos matices de un Dakar un tanto descolorido con relación a otros, pero siempre Dakar. En el tercer rally de Así Es La Vida, éste es mi balance de estas dos rápidas semanas.

AUTOS: CON ACENTO FRANCÉS

Además de este monstruo Peterhansel, sus compatriotas del podio fueron franceses: el multicampeón de rally mundial Sebastien Loeb y el ex ganador del Dakar en motos Cyril Despres. Ambos llevaron a Peugeot a arrasar como en sus mejores tiempos, como los 80 con Vatanen y Kankkunen, marcando un fabuloso 1-2-3. Nani Roma y Giniel De Villiers, otros dos superclásicos nombres de la prueba, llegaron atrás con las Toyota Hilux, y les siguió Orly Terranova, el mendocino otra vez el mejor de los nuestros con su Mini, imitando sus actuaciones de antaño. También se destacó el pistero Facundo Arduzzo, que en su debut terminó 25 con la Renault Duster. Y dos grandes que se fueron rápido: Carlos Sainz, que nuevamente se desbarrancó y debió abandonar, igual que el qatarí Al Attiyah.

MOTOS: CON ACENTO INGLÉS

El inglés Sam Sunderland fue un nuevo vencedor en las dos ruedas, llevando a KTM a la supremacía, ya que le ganó a su compañero de marca Matthias Walkner, de Austria. Sunderland, que venía participando años atrás, se favoreció con el rápido accidente del australiano Tobi Price, también con KTM, campeón en 2016. El tercero fue Gerard Farres, español como otros que no estuvieron arriba. Genial otra vez los argentinos, encabezados por el novato Franco Caimi, octavo.

CUATRIS: UN RUSO Y UN ARGENTINO NUEVO

El ruso Sergey Karyakin fue el primero en cuatriciclos, una división que salvo el checo Machacek en 2009 y el chileno Casale en 2014, fue de los Patronelli. Casale fue segundo, y a falta de los exitosos hermanos de Las Flores, apareció el neuquino Pablo Copetti, de experiencia en la competencia, y llegó al gran tercer puesto, mientras Santiago Hansen fue quinto.

CAMIONES: VILLAGRA EXCELENTE OTRA VEZ

El año pasado, el supercampeón de rally argentino Federico Villagra había probado por primera vez los gigantes Iveco y había sido tercero. Ahora, con Alejandro Yacopini y Ricardo Torlaschi, estuvo muy cerca, llegó a liderar pero no pudo mantenerse y los rusos de Kamaz volvieron a vencer, con Eduard Nikolaev primero y Dmitri Sotnikov segundo, más el holandés Gerard De Rooy. Pero lo del Coyote y sus compañeros fue bárbaro con su cuarto lugar.

También hubo una nueva categoría, los vehículos UTV, una especie de todoterreno más pequeños, donde ganó el brasileño Leandro Torres, el primero de su país en hacerlo en el Dakar. Lo peor como conté fueron las interrupciones por las tremendas tormentas de Bolivia y Jujuy, sobre todo el alud que dejó varias víctimas en la provincia norteña. Por suerte, y por primera vez en mucho tiempo, no hubo que lamentar muertos en la carrera misma, pilotos o espectadores, aunque el riesgo que impone el director del trazado, el ex campeón Marc Coma, es permanente. Pasó un nuevo Dakar, pasó por Argentina de vuelta, y ojalá en 2018 vuelvan los Patronelli, siga acá y se sumen otros países, por qué no Brasil, aunque se rumorea fuerte que la cuestión pisará de vuelta Lima, Perú, como en 2013. Por ahora, saboreemos un nuevo capítulo de esta novela de varios llamada Rally Dakar. Más que una carrera, la vida misma.


viernes, 13 de enero de 2017

MIS VERANOS DORADOS: PLAYA BRISTOL

Y ya que estamos viviendo a pleno el verano, también quiero contarles algunas vivencias propias de esos tiempos preciosos bajo el sol. Hoy empiezo con aquellos tiempos de niñito en Mar del Plata, cuando teníamos nuestro departamento de avenida Lamadrid. Y dentro de él, la playa Bristol, la famosa que aquí cuento cómo disfruté.

La famosa y tremendamente concurrida playa marplatense fue el epicentro de aquellos veranos. Allí estábamos con la vieja sombrilla amarilla con lunares, el bidón de bebidas y los gloriosos vasos de colores con número. Yo jugaba a la pelota si había espacio, si no me divertía haciendo ‘’flanes’’ con los vasitos de Coca Cola o algún castillo. Iba al mar, como toda la vida renegando con mis padres; después me cambiaba el short blanquiazul bajo la sombrilla. Desde ya compraba helado, pirulines o probaba suerte en la rueda de barquillos con poco éxito. Otro clásico de esos soleados días era estar en las carpas de lona verde y el edificio a nuestras espaldas. Y al final nos íbamos por esa salida con una rampa de cemento.

lunes, 9 de enero de 2017

EL DAKAR ME DA FUERZAS PARA CADA DÍA

Algún tiempo muy atrás escribí, sin ver mi archivo del blog, que la vida es un Dakar, que la vida tiene mucho contratiempo jodido tipo el gran rally. Bueno, como cada año, mientras sigo la info de la carrera diariamente en radio, Internet y TV, conozco los líos, penurias, desventuras, dolores que este maratón de la vida, más que una simple carrera motor, acarrea. No sólo los de la competencia en sí, sino el poco dormir, cómo comer bien, el cansancio, la altura, los golpes, los estados anímicos.

Y eso, al tiempo que me gusta por ser fanático de la especialidad, me llama a mi propia vida, a mi día a día mismo. Realmente, el Dakar me da fuerzas y me inspira para encarar y atravesar esos momentos cumbre, límite que de cuando en cuando me tocan a mí como a cualquiera de ustedes. Sea trabajar con un resfrío, tener un golpe, un bajón, un corte de luz, una mentira, un imprevisto, gente que se aleja, haber pasado varias duras como pasé y seguir en carrera, todo lo he experimentado tal cual el rally. Y de él he aprendido a sobrellevar, bancar en criollo, cada uno de esos momentos duros, infelices, molestos, dolorosos. Porque si esos locos que corren a 15 000 metros de altura, que pasan de 0 grado a 50 y al revés, siguen vivos, qué vamos a decir nosotros que estamos mucho más tranquilos en la tierra. Y ojo, también vivimos momentos lindos, felices, alegres como tiene la carrera. Todo tal cual. Creo que en serio, sin metáforas, el Dakar enseña, purifica, alecciona y prepara para cada etapa nuestra, como las de los vehículos. La etapa diaria de la vida.

sábado, 7 de enero de 2017

LAS VACACIONES CON LLUVIA, TODO BIEN

Cuando uno se va de vacaciones, sobre todo las de este tiempo de verano, quiere vivir con buen tiempo. Si es posible, todos los días, y si no, la mayor cantidad que se pueda. Si te vas una semana, querés cinco de buen tiempo. Pero si toca mayoría de mal tiempo, que ha pasado y pasa, recordar aquel verano 94 de la Corriente del Niño, nos volvemos locos, creemos que la vacación se nos fue al tacho, con lo que cuesta una vacación, pagarla y tenerla.

Pero no, no es así. Por supuesto que lo mejor es el buen tiempo, sol, cielo despejado, calor, si fresco no mucho, noches agradables. Ahora, si toca la otra, la de la lluvia, tormenta y demás, hay que saber vivir las vacaciones con el mismo placer. Como apunté antes, el verano es magia, es todo y para vivir todo. Y como escribí alguna vez, una de las cosas más lindas, naturales y veraniegas es justamente la lluvia, esa agua que nos moja pero que nos acompaña. No digo que si llueve siete días, siguiendo el ejemplo, está bárbaro. Pero la lluvia, el fresco, las nubes, el cielo gris, el viento frío de algún día destemplado, es parte de nuestra estadía. Y del verano, por ende. Así que hay que tomarlo de esa forma, como un elemento más. Yo mismo puteaba cuando en mis veranos en Pinamar hacía mal tiempo, había dos días de sol, uno feo, uno medio y medio, una cagada que no había nada de continuidad. Con los años lo veo de otra manera. Ojalá ustedes también, porque al mal tiempo, buen verano.

domingo, 1 de enero de 2017

RALLY DAKAR 2017: LA VUELTA DE LA AVENTURA


Video con el balance del Dakar 2016. Gentileza TV Pública.

A todo esto, mientras sigo saboreando este inicio de año, en pocas horas se viene un nuevo Rally Dakar, que ya es mucho pero mucho más que una simple carrera de vehículos todo terreno. Es casi la vida misma, la aventura de aguantar y seguir hasta llegar a la meta, a veces superando el límite humano. Duro y casi cruel y al mismo tiempo apasionante y trascendente, el Dakar 2017 ya se largó simbólicamente por primera vez en Paraguay, en Asunción, y mañana arrancará allí su primera etapa, temprano como cuando era en Africa, que todos los 1 de enero se internaba en el corazón ardiente del desierto.

Muy pocas tripulaciones este año tomarán parte, menos que anteriores, pero con los mismos protagonistas y equipos. En autos, Stéphane Peterhansel, el francés apodado Messieur Dakar por sus 12 títulos, defiende el de 2016 con su Peugeot, acompañado por Sebastien Loeb y Carlos Sainz, contra las Toyota de Nasser Al Attiyah y Giriel De Villiers y los argentinos, Orly Terranova a la cabeza. El australiano Tobi Price va por retener el de motos, con los portugueses Rodrigues y Goncalves, el chileno Quintanilla, el eslovaco Svitko o los españoles de competidores. Los cuatriciclos no tendrán esta vez a los superclásicos Pattronelli, ganadores de cinco de las ocho ediciones en Sudamérica, y en camiones, el multicampeón de rally argentino Federico Villagra vuelve a subirse a un gigante para buscar algo como el tercer puesto del año pasado, mientras los holandeses se verán con los rusos, DAF contra Kamaz, en un miniclásico del rally. Esperemos que no haya accidentes fatales, ningún lío criticable con la organización y que hasta el 14 de enero, cuando llegue al Automóvil Club Argentino (ACA), el Dakar sea como siempre, un grande del verano.

CÓMO DISFRUTO EL AÑO NUEVO

Hoy estoy muy escribón. Es que el Año Nuevo me inspira, gente. Y realmente es un día muy lindo para mí, más allá de la fe, la Virgen y demás. Es que el Año Nuevo es como un juguete nuevo, como un amanecer, una fuerza que todo lo renueva. Me acuerdo cuando en 2011 llegó el año, me hizo bien porque necesitaba que 2010, cuando se fue mamá Anita, se fuera rápido. Y luego el 2011 me fue bastante bien, levantándome de varios dolores. Ahora que estoy transitando un lindo momento, igual el nuevo año me toca con su magia, es un volver a empezar como Alejandro Lerner, volver a barajar y dar de nuevo. Lo disfruto mucho, y quiero compartirlo con ustedes. Ojalá les llegue el pensamiento.