jueves, 23 de febrero de 2017

UNA PARRILLA ARGENTINA EN CURAÇAO

Aparte de mis tareas diarias con el periodismo y la música, estos fabulosos días de verano curioseo por la web el Caribe, tanto que me fascina. Casi un tour virtual por la región caribeña. Y viendo Curaçao.com, el sitio de la famosa isla de descendencia holandesa, encuentro con que en la sección de gastronomía, llamada ”Pruebe”, hay un enlace a parrillas, y allí, entre la nómina de restaurantes, una parrilla argentina. Se trata de El Gaucho, un típico asador en pleno Willemstad, capital de Curaçao. Muy fashion, sí, seguro, imaginemos choripanes, tira de asado, mollejas, chinchulines, morcilla, pollo, pechito, papas fritas en el Caribe. Genial. Ahí les transcribo la descripción que aparece en la página. Degusten nomás el asadito en Curaçao.

EL GAUCHO

Los Gauchos son los vaqueros de Argentina, quienes por siglos han ambulado por las vastas planicies del país, la pampa, arreando ganado y trabajando en haciendas. La simplicidad del estilo de vida gauchesco ha producido una experiencia culinaria única.

Michel Nataf ha traído el sabor, ambiente y la sensibilidad de Argentina a Curaçao.

El Gaucho Restaurant sirve una tentadora variedad de carne vacuna, pollo, cordero, pescado y una barra de ensalada extensiva de bufé libre, que cuenta con bifes argentinos de calidad, tiernos y jugosos, asados a la perfección al carbón, para asegurar la calidad de los bifes que se sirven en el restaurant.

El Gaucho es un lugar donde se puede disfrutar de una hermosa comida de excelentes bifes argentinos, aves jugosas o pescados frescos pescados en nuestras claras aguas caribeñas. Además, tiene una amplia variedad de los mejores vinos provenientes de toda América Latina.

Como si fuera poco, también puede tener ensalada fresca de la barra de ensaladas.

Rooi Santu 620
mjcuracao@hotmail.com
T: +(5999) 767 0067
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miércoles, 22 de febrero de 2017

MIS VERANOS DORADOS: TELE GIGANTE DE NOCHE

Una gran atracción de Pinamar eran esos cuatro TV que en los 90 me deleitaron. Cómo disfruté con videos de surf y fútbol (aquel de Chernomorets Odessa) y mucho más con el hermoso relato de los 50 años que Pinamar cumplía ese 93, con increíbles imágenes de playas y música de El Orinoco Fluye o Azul del Caribe.

PANTALLAS GIGANTES
Y más excepcional todavía eran las pantallas ubicadas en pleno centro que me atrapaban a mí, a mi familia y a un gentío que se juntaba para ver los importantes eventos que se pasaban ´(incluso de edificios vecinos) o curiosear las propagandas y otras cosas. Allí seguimos al Sub-17, Boca-River, la Selección o videoclips. Un verdadero imán y excelente símbolo de esas bellas noches de verano.

MIS VERANOS DORADOS: VIAJE EN CONVERTIBLE A PINAMAR 91

El comienzo de este gran verano, el primero tras el secundario, tiene toda una historia. Ese soleado 18 de enero llegué al mediodía a American Denim, como el 90, y vi un increíble Fiat Uno rojo convertible, que supe que era aquél de Jorge. Pero grande fue mi sorpresa cuando me dijeron que iba a viajar EN EL CONVERTIBLE. Sí, al aire libre por las calles de Capital y ni hablar en la ruta, tremendo vértigo.

    Pero por suerte no sólo no sentí mucho vértigo sino que por momentos disfruté el viaje, aunque el viento rutero me daba duro en mi cara. Yo iba atrás de Jorge y Sebastián, un amigo suyo. Luego paramos en Pipinas, tomamos algo y como refrescaba, el Tano puso el techo de lona del Uno; justo un tipo preguntó si el auto era brasileño. Volvimos, yo sentí alivio de estar ya sin viento y llegamos al atardecer.

martes, 21 de febrero de 2017

MIS VERANOS DORADOS: ENCUENTRO CON UNA CONOCIDA

El mejor momento de Pinamar 90 ocurrió el 21 de febrero, justo 27 años atrás. Estaba esa soleada mañana en la playa con una bolsa de churros. De pronto una chica me saludó y me preguntó si me acordaba de ella. Yo no la reconocí primero, pero al decirme quién era me di cuenta. Era Mónica Lienkewicz, mi compañera del Güemes, que estaba en bikini y con otra amiga, con quien veraneaba por esos días. La saludé un poco tímido, no la esperaba, pero muy contento de ver alguien conocido mío. Y charlé un rato con ella y luego se fue. Aunque no fuera lo del 89, para mí significó algo importante que disfruté.

domingo, 19 de febrero de 2017

¿QUÉ PASA QUE EL PRONÓSTICO VIENE PIFIANDO MAL?

Es cierto que, según dicen, este verano 2017 viene medio complicado con el clima. Calor, lluvia, fresco, calor, lluvia, fresco, este febrero ha sido irregular. Pero lo más notable es que nuestro amigo el pronóstico meteorológico se viene equivocando soberanamente. No es la primera vez que pasa, últimamente, como dice el título, la viene pifiando mal. Este fin de semana, como hace poquito, se enviaron alertas por lluvias con tormentas fuertes y ráfagas de viento, pero la verdad del Señor es que sólo cayeron unas gotas locas el sábado a la madrugada, con un tremendo vendaval fresco, y gracias. El sábado y domingo de lluvia todo el día, nada. No sólo eso, encima hace el mismo calor fuerte y húmedo de la semana pasada, cuando todos estábamos esperando el agua. Y eso que ahora, el pronóstico es como esta época, ultramoderno, extendido a una semana o en algún caso a dos, te dice la hora a la que va a llover o cómo estará la cosa a las 21, a veces dónde. Todo lindo chicos, pero afinen la orquesta, porque no me gusta andar con paraguas al sol.

sábado, 18 de febrero de 2017

MIS VERANOS DORADOS: EL BODY SURF

Otra atracción 89 para la playa. La tabla de mi hermano Fabián, similar al barrenador, fue tan espectacular que me hizo disfrutar más el mar. Iba casi a lo hondo y de allí cruzaba velozmente las olas; era bárbaro porque además doblaba y esquivaba gente camino a la orilla. Y me divertía tanto que a veces me quedaba hasta las 7. Un típico de nuestro equipo playero igual que la linda sombrilla dividida en triángulos de colores y las reposeras amarillas.

MIS VERANOS DORADOS: RADIO EN LA PLAYA

Esta fue una de las grandes vivencias de mi verano de 1989. La bonita y legendaria radio portátil Unisef generó una excelente inédita, ya que por primera vez la llevé a la playa; aparte la oía con auriculares. Y me encantaba tomar sol o disfrutar el panorama con alguna FM local, partidos o Los Pericos.

ESCUCHAR LOS PERICOS EN PLAYA

Un espectacular momento de ese enero 89. Mientras estaba acostado en la arena o tomando sol, escuchaba en mi radio el genial álbum “King Kong” de Los Pericos. Y así se daban momentos increíbles: las mañanas con Fronteras en América o La Pachanga, tardes mirando el mar con Please Understand Me u Ocho Ríos, o en los médanos con Mangos o La Bossa. Y para más velleza, aquel parapente multicolor a motor o el helicóptero que cada tarde cruzaba ese cielo siempre azul, un espectáculo maravilloso.Una combinación perfecta para una de las mejores postales de ese gran verano.