sábado, 22 de febrero de 2020

CASA EN LA COSTA, ¿SÍ O NO?

Es una de las grandes cuestiones de un verano, más en esta Argentina tremendamente inflacionaria. El alojamiento ya no es parte de la vacación como antes, ahora es un asunto de Estado. Una semanita en un lugarcito tranquilito, no en Mar del Plata, puede llevarse fácil un sueldo de los buenos. Sólo el alquiler, ni sumemos los demás gastos que nos agarra un síncope. Hay gente que tiene la gracia de Dios de haberse comprado una casita, un piso, en un lugar de veraneo, pongamos la bella costa atlántica. Y ahí viene el dilema. Una: ¿tenemos nuestra casa que es nuestra y de nuestros hijos cuando quieran ir, pero tenemos que pagar servicios y cuidarla a base de dinero? Encima ojo quien la alquila, no vaya a ser que la deje patas para arriba, con desorden, arena. La otra: ¿mejor alquilamos algo, pero debemos abonar la vida y media por una vacación? Como se dice, todo tiene pro y contra. Hay gente que puede tenerla y la disfruta, otros la tienen pero deben venderla. Y quien vaya a rentar se banca afrontar los supergastazos de inflación de turno, pero pasarla bien. Casa propia o no, todo un tema. Y más en Argentina.

HISTORIAS DE INFANCIA: BELLEZAS DE MAR DEL PLATA

PLAYA BRISTOL
La famosa y tremendamente concurrida playa marplatense fue el epicentro de aquellos veranos. Allí estábamos con la vieja sombrilla amarilla con lunares, el bidón de bebidas y los gloriosos vasos de colores con número. Yo jugaba a la pelota si había espacio, si no me divertía haciendo ‘’flanes’’ con los vasitos de Coca Cola o algún castillo. Iba al mar, como toda la vida renegando con mis padres; después me cambiaba el short blanquiazul bajo la sombrilla. Desde ya compraba helado, pirulines o probaba suerte en la rueda de barquillos con poco éxito. Otro clásico de esos soleados días era estar en las carpas de lona verde y el edificio a nuestras espaldas. Y al final nos íbamos por esa salida con una rampa de cemento.

PASEO POR LA RAMBLA
Un paseo obligado por la pintoresca avenida cercana al mar que frecuentábamos muchos atardeceres. Allí una tarde un tipo disfrazado de “momia” me levantó en brazos.

PLAZA MITRE
La espectacular plaza de alquiler de rodados en el centro de Mar del Plata. Rodeada de bella arboleda y pasto, tenía estacionados en un cordón los más diversos y fabulosos kartings a pedal, bicicletas simples y en tándem, todos numerados, en los que mucha gente (la mayoría chicos) transitaba un gran espacio de asfalto. Entre ellos yo, que no podía parar de tan divertido que estaba. Un paisaje decorado con el monumento a Mitre y una linda fuente donde pululaban lanchitas a pila. Un lugar hermoso, muy familiar, una gloria de mis primeras felices vacaciones.

EL FARO
Un bellísimo paisaje el del Faro, que recorríamos en auto al igual que los hermosísimos acantilados.

SIERRA DE LOS PADRES
El más bello de mis vacaciones en la Feliz. Un lugar paradisíaco, lleno de naturaleza y con arboleda, donde anduve a caballo con la yegua ‘’Irma’’ rodeado de pinos. Y paseé por una zona que hasta tenía canchas de fútbol.

BICI ACUATICA
Un divertidísimo paseo en un lugar de gran belleza natural. Di varias vueltas en esa bicicleta blanca con forma de cisne por un inmenso lago una mañana nublada. Me acuerdo que la bicicleta doblaba sola, por lo que disfruté mucho más ese día.

EN TORREON DEL MONJE
Otro bonito paseo al histórico monumento al que fui una nublada mañana.



viernes, 21 de febrero de 2020

CUANDO USÁBAMOS FRAZADAS EN EL VERANO DE PINAMAR

Como conté, por muchos veranos Pinamar fue mi casa. Pasé años increíbles de mi vida, que he detallado en Historias de Verano aquí. Pero casi siempre eran acompañadas con calor o calorcito. Sin embargo, se sabe que el clima costero, con influencia de corrientes marinas, suele cambiar e irse a extremos insospechados. Entonces, había tardes frescas que en realidad eran frías y para campera abrigada y pulóver. Y qué decir cuando de noche, repito por esas cuestiones del clima costero, hacía tal frío, menos de 11 grados, que debíamos taparnos inesperadamente con frazadas y demás, cual puro invierno. Hasta estufa, y era verano. Y a la mañana, amanecíamos taponados de frazadas, calentitos, y las tostadas y el café nos sentaban bárbaro, en lugar de darnos calor. Verano frío, pero igual de hermoso.

lunes, 17 de febrero de 2020

ARGENTINA OPEN DE TENIS: CAMPEON Y NIVEL POBRES

Penoso el ATP de tenis de Argentina este verano. No pudieron venir los mejores, otros se bajaron y para colmo, el mejor nacional de este momento, Diego Schwartzman, se lesionó en la semifinal. Del Potro anda más en consultorios que en las canchas. Así que la final la jugaron unos tales Casper Ruud (Noruega) y Pedro Sousa (Portugal), éste cerca del retiro con 39 años. Y ganó Ruud, al que ahora encima apuntan como esperanza. Si hay malaria que no se note…

sábado, 15 de febrero de 2020

LIGA DE FUTBOL DE MONTSERRAT TIENE FACEBOOK AL DÍA

Alguna vez contamos de la modesta, pobre actividad del fútbol en la bella islita caribeña de Montserrat, al sureste de Puerto Rico. Un campeonato creado en 1974 discontinuado varias veces, cortado en 1995 por la erupción del volcán Soufriere Hills y reorganizado en 2000, vuelto a abandonar en 2004 y retomado en 2016. Un solo estadio de escenario, Blakes States Stadium, para 1000 personas. Una selección de las más débiles de la CONCACAF. Y para peor, la federación local, la Montserrat Football Association (MFA), tenía su página de Facebook desactualizada, ya que cuando en 2017 averiguamos allí información, la última databa del 4 de julio de 2016.

Pero como la tecnología y Dios proveen, la MFA cuenta ahora con un Facebook al día. Este viernes posteó fotos y videos, algo confusos, aparentemente de trabajos de la selección nacional, con traducciones de su inglés al español hechas por seguidores. Ya pueden saber que en Montserrat el fútbol existe. Y Facebook, parece, también.

Fuentes: Archivo Tribunero y Facebook MFA

HISTORIAS DE INFANCIA: PLAYA OLIMPO

La playa de Pinamar que disfruté tantos años, a la que íbamos de mañana y tarde, casi siempre caminando con todo tipo de cosas y algún día en auto. Esos veranos de infancia merecen ser repasados uno a uno.

Ese 1980, mi primer verano en la bella ciudad balnearia, jugaba mucho con el recordado disco de plástico Hang Ten, surcaba las olas con el barrenador, hacía fútbol con la pelota de goma marrón, iba al agua o me deleitaba con los infaltables barquillos, pirulines y demás. Casi las mismas diversiones viví en el 81, donde parábamos en el increíble departamento El Atlántico.

En el 82 seguía con el Hang Ten, el barrenador o el fútbol con la pelota de goma marrón. A eso se sumaron las carreras de F1 playeros en la arena, el “hoyo” (una especie de golf pero con la mano, inventado por mis amigos Horacio y Cecilia) y el tenis con paleta de madera. No quería saber nada del mar, siempre renegaba con mis padres, pero un día me divertí con mi inseparable vecino Darito con unos lagos formados en la arena. También almorcé papas fritas, vi gente jugar vóley, paseé por la playa o el muelle y al atardecer ayudé a juntar almejas, otro clásico. Luego volvíamos a pie (me encantaba) y Nos limpiábamos la arena en la canilla de la cochera de Eolo, la paradisíaca calle de arena de nuestro departamento.

En el 83 leía el famoso diario Clarín y hacía la claringrilla (su singular crucigrama), aparte del barrenador, el fútbol con la pelota de goma, el hoyo, el tenis con paleta de madera y hasta las bombitas de agua. No quería saber nada del mar, siempre renegaba con mis padres. Y admiraba el reloj sumergible de Horacio, que un día me lo mostró en la orilla. También vi vóley, paseé por la playa o el muelle y al atardecer ayudé a juntar almejas. Luego volvíamos a pie (me encantaba) y nos limpiábamos la arena en la canilla de la cochera de Eolo.

En el 84, aparte de esos superclásicos juegos, merendé (recuerdo galletitas Media Tarde), vi a nuesstra perra Samanta haciendo pocitos en la arena, vi gente jugar vóley, paseé por la playa o el muelle y al atardecer ayudé a juntar almejas. Luego volvíamos a pie (me encantaba) y nos limpiábamos la arena en la canilla de la cochera de Eolo.

Y en el 85 seguía viviendo todo ese paraíso intensamente: el diario y a veces la claringrilla, el barrenador, el fútbol, el mar, el vóley, paseo por la playa o el muelle y al atardecer juntar almejas. Luego volvíamos a pie (me encantaba) y nos limpiábamos la arena en la canilla de la cochera de Eolo.

QUE TODOS LOS DÍAS SEAN 14 DE FEBRERO

Ayer 14 fue otro Día de los Enammorados. Y siempre escribo para esta bella fecha. Habrán notado que ayer no lo hice. Creo que fue obra de Dios ya que tuve un lío técnico y por eso no posteé entrada. Y vino bien, porque igual posteo ohy 15. Porque todos los días deben ser 14 de febrero. Porque el amor no debe tener almanaque, porque debe ser siempre igual, duradero, serio, fiel, alimentado constantemente. No es cosa de que llegue el 14 y ahí la cena, las flores, los bombones, por qué no el sexo. Eso está bárbaro, el Día es especial, llama a una celebración. Pero el amor, como la vida, porque en definitiva es vida, sigue adelante. Y hoy 15, mañana 16, cada día, siempre, debe ser el mismo o mejor si se puede. Felicidades a los enamorados, sí, también hoy 15.