sábado, 20 de agosto de 2016

DIARIO OLÍMPICO: LAS CANCIONES DE LOS JUEGOS

Otra linda entrada. Mientras esperamos las últimas definiciones de los Juegos de Río, repasemos algo que tal vez no muchos tengan en mente, sí con los Mundiales de fútbol, pero no con este grandioso evento: la música de los Juegos a través de la historia. Mientras en este momento estoy escuchando el disco que creé en mi PC con ella, en este caso Hand in Hand del 88, hago un pequeño párrafo.

La primera que se conoce oficialmente, aunque dicen que hubo otras antes, es la de Los Angeles 84, la eléctrica Olimpia del estadounidense de origen latino Sergio Méndez, que yo no conocí en su momento, tenía 11 años. Sí la excepcional Hand In Hand de Koreana, la de Seúl 88, la que más me emociona por mi adolescencia, mis 15, mi tercer año del Güemes, mi gusto por las rubias, y más importante, porque fue el primer Juego que viví, como ya conté entradas anteriores. Adjunto a ése, estaba One Moment In Time de la divina Whitney Houston, que a mi amiga de canto Mirtita le encanta y le recuerda ese 88. Luego, para los de 1992, Freddie Mercury con Montserrat Caballé hicieron Barcelona, bellísima obra del ex Queen y la lírica catalana, que ambos grabaron en el 88, y que me lleva a ese Juego que tan mal nos fue. También de ese año, de mi segundo de periodismo en TEA, es el precioso Amigos Para Siempre de José Carreras y Sarah Brightman, la bella inglesa que estuvo hermosa de azul en la ceremonia de clausura cuando cantó el tema.

Para el 96, ya recibido de periodista y hablando del atletismo y Carl Lewis en San Isidro Labrador FM, escuchaba Reach de Gloria Estefan, con su inconfundible y dulce voz, tema sencillo y agradable. En 2000, los de Sydney no fueron buen recuerdo, no voy a revelar por qué, pero la canción fue una belleza. La imborrable Olivia Newton John y John Farnham, aquel de You Are The Voice, gran tema del 87, hicieron Dare To Dream, siempre en esa onda tipo Noti Magiche del Mundial 90, pero emotiva igual; recuerdo a los dos candtándola en la ceremonia de apertura, la John toda de blanco. Para Atenas 2004, una que en ese momento no conocí, Pass The Flame del griego Yiannis Cotsiras, totalmente distinta, en ritmo, efectos raros y demás. Volvimos a la onda lenta en 2008, con el larguísimo pero bonito en chino, para Pekín, Beijing Huang Yin Nin, creo que lo escribí bien, que significa “Pekín te da la bienvenida”, en realidad la traducción la saqué de su pase al inglés, Beijing Welcomes You. El grupo, por si les interesa, era Pinyin, copado porque empezaba cantando un nene, seguía una mujer, un hombre y luego un coro de chicos. Hace cuatro años, en Londres 2012, ese bien rock británico de Muse, Survival, superpotente y que me recuerda esos cuatro días seguidos de lluvia, yo enfermo de la garganta viendo la tele en casa. Así llegamos al simpático, animado Alma e Coraçao de Río 2016, por el dúo Thiaguinho y Projota. Bandas sonoras de lo más grande del deporte, los Juegos Olímpicos. ¿Cuál será la de Tokio 2020? Quizá llamen a Alfredo Casero, que cantó Shima Uta para el Mundial 2002. Veremos. Por ahora, disfrutemos de esta música olímpica, tan emotiva como los mismos Juegos.

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