miércoles, 7 de agosto de 2019

CÓMO MOLESTAN LOS EVANGÉLICOS TOCATIMBRES

Desde luego, por más católico apostólico romano que soy, que respeto a cualquier otra forma de fe, de llegar a Dios. Pero es difícil respetar cuando no te respetan. Esa gente evangélica pentecostal, o como se llame esa rama del cristianismo, toca el timbre de una casa a cualquier hora para hablar del tema, para darte una Biblia, para avisarte de la fe. Me pasó ayer por la tarde, que interrumpieron mi descanso para hacerlo. Eso, señores, no es evangelizar, lo que Jesús pide de llevar su buena noticia. Eso es invadir la propiedad privada, eso es molestar, es querer imponer algo que el otro no tiene por qué dejarse imponer. Se evangeliza con el ejemplo, con el simplísimo ejemplo en la vida diaria, tal y como lo hacía Jesús o su gloriosa Madre la Virgen María, que con un pequeño gesto, acción, ya decía mucho. Sí, también se puede hacerlo con la palabra de uno, pero en tiempo y forma, respetando los tiempos, la vida del otro. Pero mucha de esta gente parece confundir fe con política, o como si Dios fuera un club. Lo sé, sé de qué hablo porque lo he vivido en carne propia. Molestar no es evangelizar. Aunque ese molestar sea con la palabra de Dios.

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