viernes, 3 de abril de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: CUANDO QUERÍA SER RELOJERO

A mis ocho añitos, allá por 1981, yo solía ir con mamá Anita a pasear alguna mañana de semana, por ejemplo al glorioso supermercado Norte (actual Carrefour) de avenida Independencia. A la vuelta del Norte, sobre la calle Ituzaingó, había una relojería por donde también pasé muchas veces. Y en su vidriera, bien diagramada, lucían bellísimos relojes despertadores con los más variados diseños y colores, esas bellezas de antes que tanto amo. Entonces me paraba a verlos y de tan extasiado que estaba, un día le dije a mamá que cuando fuera grande quería ser relojero. Quién sabe, me hubiera perdido el periodismo y la música, tal vez hubiera ganado más plata, por ahí me fundía. Genial.

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