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sábado, 19 de diciembre de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: FORMULA 1

     

El ‘’boom’’ de la época. Con sólo decir que era más popular que el mismísimo fútbol. Cada domingo temprano a la mañana, los argentinos estábamos frente a ATC para ver al Lole Reutemann con su Williams blanco y verde número 5 corriendo con los monstruos de entonces, que empezamos a conocer al dedillo: Villeneuve, Prost, Laffitte, Piquet, Pironi, Arnoux y Alan Jones, a quien yo le tenía bronca porque a pesar de ser coequiper de Reutemann competía con él.

Además me sabía perfectamente los auspiciantes, colores, diseños y números de cada auto y mucho más. Y la euforia por la F-1 y las victorias del Lole llegaban a la gente no sólo por televisión: los autitos playeros y, sobre todo, los útiles escolares como los míos también estaban de moda. Encima después leía la Corsa y allí podía revivir todo. Una época que hizo época.

domingo, 3 de mayo de 2020

QUÉ FUE DE JUAN MANUELITO FANGIO, SOBRINO DE

Juan Manuel Fangio II, sobrino del quíntuple campeón de Fórmula 1, conocido como Juan Manuelito para diferenciarlo, también tuvo una destacada carrera en automovilismo internacional, no tanto como el Chueco. En 1984 comenzó a participar en la categoría IMSA-GT de autos de Turismo, una especie de Turismo Nacional de acá, que se corría en Estados Unidos, Canadá y México, donde ganó dos títulos en 1992 y 1993, y luego anduvo por el famoso CAERT, antes Indy Car, de donde se retiró en 1997 para regresar a la Argentina y correr en el Campeonato Sudamericano de Turismo, división desaparecida. No fue una enorme figura de los fierros, pero honró su legado y ahora vive en la tierra de su tío, en Balcarce. Una vida corta pero buena la del otro gran Fangio.

MI APURADA COBERTURA DE LA MUERTE DE FANGIO

En este tiempo en que, como escribií días atrás, estoy cumpliendo 25 años ejerciendo mi profesión de periodista, recuerdo con orgullo uno de los trabajos más impactantes que me tocó hacer para FM Instituto, donde empecé. Fue sobre la partida del inolvidable Juan Manuel Fangio, que e el 17 de julio de ese 1995 falleció de una enfermedad. El hecho ocurrió un lunes a media mañana, justo cuando como cada lunes yo preparaba el material para mi columna en el programa La Tarde de Hoy. Y me tomó de sorpresa, de golpe y en pleno atareo de lo demás.

Fue mamá Anita, con esa voz clarísima y sonora, que me avisó de la planta baja de casa. Enseguida prendí la televisión, vi la nota y un rato después alcancé a registrar con mi grabadorcito de audio un video que pasaban del momento en que el Chueco era quíntuple campeón mundial de Fórmula 1. Pero no había tiempo para editarlo, por lo que comí y rápido fui a la radio, donde tenía que estar a las 3 de la tarde. Le pasé el cassette (aún no usaba CD) con el audio al operador y éste puso una parte al azar, lógico tampoco tenía tiempo de cortarlo. Sólo me indicó que lo escuchara desde el estudio y que cuando quisiera terminar le levantara la mano, lo que hice justo después de que Fangio se coronó, quedando el audio justo para mi intervención, casi como si lo hubiera editado. Simpática historia que me da placer recordar de dos grandes: Fangio y mi periodismo.