sábado, 18 de mayo de 2019

SI SOS BUEN DIRIGENTE, NO TE HACE FALTA TRAMOYAS

Los políticos se desgañitan, si es que lo hacen, con cómo sacar mejores números en las próximas elecciones a presidente. Ni piensan en si vos llegás a fin de mes o no, si estás seguro en la calle, si tu gobernante es honesto, te representa, te cuida, te hace bien. No. Piensan en la encuestita. En el compañerito ideal de banco. En los de fórmula. En los de lista, aunque estén procesados. Aunque, peor, no sepan nada de nada. Quien escribe puede integrar perfectamente una lista, por unos mangos o porque lo convencen con un chori (!qué rico", me encantaría…). Señores, en serio: si son buenos dirigentes, buenas personas, honradas de verdad, no honradas de mentirita, no necesitan estas estupideces, estos disparates de que antes yo te pegaba y ahora voy a muerte con vos. Ni nada de lo que los argentinos solemos ver con el correr de los años. Si sos bueno, serás apreciado, elegido y si salís votado, gobernarás bien. Pero ellos insisten en las tramoyas de turno. Por eso seguimos pasando las décadas con estos señores y sus cosillas.

POLÍTICOS, LOS SEÑORES VELETA

Una veleta es un sencillo instrumento que con sólo posarlo sobre una superficie apropiada marca la dirección del viento. Pero ahora para eso están estos señoritos políticos. Son los "señores veleta". Van para donde sopla el aire. Como hoy, después del anuncio de la inexplicable fórmula presidencial para las elecciones de Cristina Kirchner con Alberto Fernández. Cada uno va para donde le conviene. Alberto, ex jefe de gabinete de los Kirchner, no quería saber nada con la ex presidenta cuando ésta dejó en 2015. Ni con el espacio de la misma. Ahora, ahí los tienen. No hay tipo que quiera hacer las cosas bien, buscar lo mejor para la gente, todos buscan sumar cinco puntos con este o cuatro con aquél. Y bueno chicos, habrá que hacer como yo en 2003, que como no confiaba en los Kirchner pero tampoco quería a Carlos Menem 3 voté al socialista desconocido Alfredo Bravo. Aunque saque el uno por ciento, mi candidato será el menos malo.

viernes, 17 de mayo de 2019

HISTORIAS DE INFANCIA: VIAJE EN AUTO A INDONESIA

En 1983, en el quinto grado de mi Colegio San Antonio apareció Alejandro Suárez, un desconocido nuevo que luego sería uno de mis mejores compañeros y amigos de la niñez, y eso que lo vi un solo año hasta que se fue a Morón. Venía muy seguido a casa o yo iba a la suya a dos cuadras de la mía, siempre sobre la gloriosa calle Ramón Castro de mi Carapachay. En uno de esos sábados a la tarde de sol y pura diversión e inocencia, me subí con el rubio alto al Peugeot 504 celeste de mi papá. Ale se puso de acompañante y yo al volante, e hice como que manejaba, típica de mi infancia. Y tenía la fantasía, no sé de dónde la conocí, de ir a Indonesia, allá en el sudeste asiático. Pues bien, le dije a Ale de ir a Indonesia en el 504, él estuvo de acuerdo y acotó: "Sí, si vas rápido, en unas horas llegamos a Indonesia…".

HIMNO, ODISEA EN EL 314 Y LA MAESTRA: QUÉ SEMANITA...

Leyendo el blog de paso en mis últimas entradas, estoy viendo que la insociedad se despachó a gusto esta semana. Lo de los de Vélez insultando a Mauro Zárate durante el himno, la odisea que les relaté más abajo en el colectivo 314, la chica que no me quiso ayudar y esto de la maestra y su bulling. Completito, insociedad. Habrá, seguro, más para este boletín. Lamentable y vergonzosamente.

VERGÜENZA: MAESTRA SE BURLA DE UN NENE

Yo no sé de qué me quejo, hay cosas mucho, mucho más graves. Gravísimas. Hoy me entero, por si hace falta saber de la insociedad nuestra de cada día, que en un jardín de infantes de Tucumán una maestra se burló de un nene de 4 años en la clase. Resulta que esta semana Atlético Tucumán se clasificó para las semifinales de la Copa de la Superliga de fútbol. Y la docente es hincha de Atlético, mientras el chiquito al parecer es de San Martín, el acérrimo rival, que hace poco se fue a la b como conté. La tipa pidió un aplauso para Atlético y los alumnos le hicieron caso, pobrecitos sin saber de su locura. Y luego se dirigió al nene pidiéndole que hiciera lo mismo. Encima, tuvo la desfachatez de GRABAR la escena y SUBIRLA a las redes sociales. Gracias a Dios y a la Virgen, protectora de los pequeños, fue separada de su trabajo.

Ahora, hasta dónde nos baña la porquería humana que a nuestros niños los ensuciamos con esta grieta de mierda (perdón pero es la palabra), encima con este fútbol de locos. Hasta dónde somos la miseria que somos, y no nos arrepentimos, al contrario, cada vez más. Como esa chica que no me quiso ayudar el otro día. Después echémosle la culpa a la economía, o, como se hace siempre, a la estúpida frase "y, Dios es injusto con nosotros". Más justo que Dios, protector de aquellos que quieren (queremos) vivir en un mundo, en un país, no en un tacho de desperdicios.

Vean el vergonzoso video:



jueves, 16 de mayo de 2019

"NO TE PUEDO AYUDAR, LLEGO TARDE AL TRABAJO"

Cuando me perdí en el viaje de vuelta de la línea 314 (ver abajo), me encontré a seis cuadras de donde debía bajar para volver a mi casa. Empecé a caminar y me perdí. Enseguida y con desesperación, piensen en una persona con discapacidad, grité que alguien me ayudara. De la vereda de enfrente una chica contestó "no te puedo ayudar". Con fastidio le pregunté por qué. Me respondió alegremente "porque llego tarde al trabajo".

MI NUEVA ODISEA EN EL 314

Siguiendo con la insociedad, sigo con mis amigos tan queridos los choferes de colectivos, especialmente los de la línea 314 que cubre buena parte de la zona de Vicente López. Ya había contado varias duras, pero ayer al mediodía tuve otra real odisea. Ya arranqué mal a la ida cuando me dejó media cuadra más adelante del lugar donde debía ir. A mí me dejaste media cuadra menos y me fui a cualquier lado. Pero peor, y vergonzoso, fue la vuelta, cuando me bajó a más de cinco, en cualquier lado donde quiso, un tipo que venía paveando con el maldito celular y con una chica acompañante, que lo tenía bastante entretenido con charla, cuando lo único que debe hacer es estar atento a su tarea. Me perdí, grité pidiendo ayuda, no salía nadie, una mujer que no quios ayudar (ver más arriba), al final el destino de Dios que me guía hizo que un señor saliera de su casa al escuchar mi basstón, se compadeció de mí y me acompañó a mi casa. El chofer, su amigovia, siguieron viaje alegremente. La que tenía que laburar, ni hablar. Nada, chicos, es la síntesis perfecta de la Argentina de hoy, que jamás me cansaré de criticar y denunciar. Porque estos tipos, porque así se los llama, deben ser denunciados.

Ah, a la chica acompañante: corazón, el asiento donde te sentaste es para discapacitados y embarazadas, no para que vos boludees con tu amiguito. Felicidades.