Este domingo los argentinos nos levantamos, si es que alguno tuvo ganas, con menos de 1 grado de sensación térmica. Frío nival, ártico, como me enseñaron en el Güemes de mi Carapachay. Justo lo que yo odio, el frío fuerte. Sí, sé que estamos en pleno julio, pleno corazón del invierno, como yo siempre digo hay cuatro estaciones. Pero en esa onda de discutir todo que tenemos, está esa del frío o calor, qué es mejor. Respeto todas las posturas, pero la verdad es que para mí sin duda el calor es lo mejor. Tanto el calorcito de octubre como el calorón de enero, yo suelo aguantar bien hasta 34 grados, y luego con esfuerzo llego a 37. En cambio, menos de 10 grados para mí recrea estar viviendo en Islas Feroe, Islandia, Groenlandia o cualquiera de esos lugares tipo Noruega, donde el día dura de las 9 a las 15 horas. Que pase rápido, que no me lo banco, chicos. Espero que mi posición les haya quedado más o menos clara.
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
domingo, 17 de julio de 2016
NO TODO ES FÚTBOL: LA DAVIS A SEMIS
A ver si nos dejamos de tanto fútbol, que cada vez es peor en todo y nos hace quedar como el reverendo traste. Acaba de terminar en Italia el partido de tenis por la Copa Davis, donde Argentina ganó al local el cuarto y decisivo punto para llegar una vez más a semifinales. Eso gracias a Federico Del Bonis, uno de los nuevos “coperos”, parte de la generación actual de poco recambio, que venció a Fabio Fognini, aquel que hace dos años nos derrotó en Buenos Aires y casi nos baja del Grupo Mundial. Ahora, en la ciudad de Pesaro, Del Bonis ganó un partido bárbaro en cuatro sets, en el que levantó cuatro set points en el definitivo para quebrar el saque del tano y meter a la Argentina, hoy dirigida por Daniel Orsanic, entre los cuatro mejores. Para los que no están en tema, la Selección de tenis ya jugó 4 finales, todas perdidas, las últimas en 2008 y 2011, y ahora espera en septiembre a Gran Bretaña o Serbia, que en este momento definen, sin Andy Murray ni Novak Djokovic respectivamente. Bueno, otro deporte que nos da alegría. Repito: grande tenis. Y a ver si nos dejamos de embromar con el fútbol.
sábado, 16 de julio de 2016
UNA PROPAGANDA REVIVE AL CASSETTE
Video de la nostálgica promo
En estos días, se está pasando en la tele esta propaganda de la gaseosa Schweppes. Y la misma llena a nostálgicos como yo de recuerdos. Muy bien armada, habla de cómo se vivía antes, fotos, música, etc. Y en una parte habla de que en lugar de bajar música como hoy, tan de moda, entonces se usaba esperar que pasaran una canción en la radio y grabarla en el viejo y querido cassette. Cada vez que la veo o escucho se me pianta un lagrimón. Claro, yo hice precisamente eso toda mi vida, desde los 13 cuando escuchaba Láser, luego Horizonte, Rock & Pop, la Z 95 o Energy, y hasta no hace mucho, en 2007, seguía haciéndolo, ahora de la gran FM Aspen. Ese año fue la última vez que grabé música, aunque aún sigo usando el cassette para grabaciones de otro tipo. Pero cómo olvidar que me pasaba horas frente al Noblex escuchando los 40 de la Z o los ránkings de la época para grabar un tema, y me ponía loco cuando o no lo pasaban, o lo pasaban y se me escapaba, y más aún si los boludos locutores del momento lo pisaban con cualquier pavada. Gracias Schweppes por colaborar con la nostalgia. Y, sí, con Así Es La Vida.
LA INCREÍBLE HISTORIA DE BARBOSA Y EL MARACANAZO
El triunfo épico de la celeste uruguaya sobre Brasil en el partido final del Mundial de 1950, en el recién construido estadio Maracaná de Río de Janeiro, dio para mucho más que un simple título del mundo. Hasta el día de hoy es leyenda y mito, casi parte de la cultura uruguaya. Al punto que el gran músico Tabaré Cardozo decidió componer una canción sobre la increíble historia del arquero brasileño Barbosa, titular esa imborrable tarde, fatídica para su país.
Cuenta la historia que Moacir Barbosa Nascimento, tal su nombre completo, fue duramente criticado por la gente por su actuación en la final, donde se lo culpó de los dos goles celestes, en especial del glorioso de Alcides Ghiggia, cuando el delantero remató al primer palo y el guardameta no alcanzó a desviar bien la pelota. Vaya a saber qué enemigo tuvo la idea de regalarle a Barbosa el maldito arco, que igual él guardaba en su casa, hasta que un día, mal de ánimo por el asunto, decidió quemar el arco para borrar todo recuerdo.
La injusta condena pública llegó al extremo de que en 1993, cuando Barbosa fue a visitar la concentración de la selección brasileña de Carlos Parreira (que jugaba las eliminatorias para el Mundial de Estados Unidos) el cuerpo técnico le negó la entrada con la estupidez de que les podría traer mala suerte. Retirado del fútbol y con graves problemas económicos, vivió viudo, pobre y abandonado, sólo se mantuvo con una pensión vitalicia del Vasco da Gama, su club durante tantos años, y falleció en 2000. Cuando una vez le preguntaron por esa jugada, Barbosa fue contundente: “La pena máxima en Brasil por un delito son 30 años, pero yo no maté a nadie, sin embargo fui condenado para toda mi vida”.
En homenaje al glorioso 2-1 pero, con justicia, a la injusta defenestración de Barbosa, Tabaré Cardozo compuso y cantó este tema llamado, precisamente, Barbosa. El mismo comienza con el relato del gol en portugués, y luego, la letra hace hincapié en aquel suceso del Maracanazo y también, el de la quema de los postes. Talento sublime para una historia sublime, eterna. Historia de sonrisas y lágrimas. Como el mismo fútbol. Como la vida. Como el Maracanazo.
Vea y emociónese aquí con el tema:
Fuente: Tribunero.com
jueves, 14 de julio de 2016
preferible andar abollado por la vida por amar
La especialidad de Así Es La Vida son las reflexiones, los pensamientos, que marcan un camino a seguir. A mí me gusta esas que quedan en la mente y sirven para pensar y decidir la vida de uno. Y ésta es una de ellas, que me quedó luego de una misa meses atrás en la gloriosa Parroquia San Antonio de Carapachay, donde fui un domingo. Resulta que esa mañana estaba un sacerdote santiagueño de nombre Carlos, en lugar del actual cura párroco Carlos Pimentel. Y durante su homilía, no recuerdo sobre qué Evangelio, habló sobre el amor. Y dijo:
“Preferible andar abollado por la vida por haber querido amar, y no que uno no se pelee con nadie, se lleve bien con todos, pero no intentó amar, porque eso es pecar de omisión. Cuando lleguemos al cielo no tendremos nada que presentarle a Dios, así que es mejor intentar amar”, palabras más, palabras menos.
Traducido, a veces uno (me pasa con frecuencia) se cansa de las malas actitudes de este mundo sucio y quiere aislarse, al punto de no rozarse con nadie. “No quiero que más nadie me hinche la pelotas”, se suele decir exabrupto incluido. Entonces uno se aleja de todo y se sumerge en la suya. Eso es lo que hay que cambiar, incluso está visto que esa conducta puede acarrear depresiones o el famoso ataque de pánico, tan del nuevo milenio. Es cierto, a veces dan ganas de aislarse, pero la soledad nunca será buena consejera. Estos no, aquéllos sí. Eso de “preferible solo que mal acompañado” no va. Preferible, como dijo el apacible cura Carlos, andar golpeado por la vida pero intentar amar. Aunque luego uno se arrepienta de amar y quiera estar solo.
“Preferible andar abollado por la vida por haber querido amar, y no que uno no se pelee con nadie, se lleve bien con todos, pero no intentó amar, porque eso es pecar de omisión. Cuando lleguemos al cielo no tendremos nada que presentarle a Dios, así que es mejor intentar amar”, palabras más, palabras menos.
Traducido, a veces uno (me pasa con frecuencia) se cansa de las malas actitudes de este mundo sucio y quiere aislarse, al punto de no rozarse con nadie. “No quiero que más nadie me hinche la pelotas”, se suele decir exabrupto incluido. Entonces uno se aleja de todo y se sumerge en la suya. Eso es lo que hay que cambiar, incluso está visto que esa conducta puede acarrear depresiones o el famoso ataque de pánico, tan del nuevo milenio. Es cierto, a veces dan ganas de aislarse, pero la soledad nunca será buena consejera. Estos no, aquéllos sí. Eso de “preferible solo que mal acompañado” no va. Preferible, como dijo el apacible cura Carlos, andar golpeado por la vida pero intentar amar. Aunque luego uno se arrepienta de amar y quiera estar solo.
sábado, 9 de julio de 2016
AQUELLA INDEPENDENCIA CON NIEVE
¡Quién se acuerda? Seguro muchos, pero tal vez no en este día de los 200 años. Un simpático momento y muy noticioso ocurrió ese 9 de julio de 2007. Día feo, desapacible, como para llover. Pero cerca del mediodía, lo que llovió no fue agua. Como si un cuento de hadas o cosa parecida, copos de nieve más barilochenses que bonaerenses cayeron sobre la ciudad y alrededores. Yo, por ejemplo, estaba en la casa de mi hermano Leo en Pilar y con asado a pesar del frío, cuando mi sobrino Juan Cruz, que justo estaba en el jardín, los vio y llamó entre alarmado y contento con el regalo del cielo, y Leo filmó inmediatamente la bizarra escena, cual escena de casamiento o similar.
Y todo el mundo, lo que me pareció tontera, salió a la calle a pesar de que hacía menos de 9 grados a primera hora de la tarde a ver, fotografiar, filmar y comentar el fenómeno natural. Salió en TV, casi que parecía alboroto de Mundial de fútbol de cómo la gente estaba reunida en torno al asunto. De vuelta en casa,mamá Anita me hizo notar la nieve sobre el techo del Renault 12 Break de mi papá, el que comprobé entonces. Y más tarde, en charla telefónica con mi amigo y colega periodista Pablo Aro Geraldes, me comentaba que el conocido entrenador argentino Carlos Cavagnaro, que vivía en las islas Maldivas por dirigir allí, se enteró por Internet de la nevada histórica. Habían pasado 40 y algo de años para que nevara en una ciudad que casi no sabe de tal situación. Y bueno, un 9 de julio distinto, simpático, imborrable. Por la independencia, y también, por la nieve que la adornó.
Y todo el mundo, lo que me pareció tontera, salió a la calle a pesar de que hacía menos de 9 grados a primera hora de la tarde a ver, fotografiar, filmar y comentar el fenómeno natural. Salió en TV, casi que parecía alboroto de Mundial de fútbol de cómo la gente estaba reunida en torno al asunto. De vuelta en casa,mamá Anita me hizo notar la nieve sobre el techo del Renault 12 Break de mi papá, el que comprobé entonces. Y más tarde, en charla telefónica con mi amigo y colega periodista Pablo Aro Geraldes, me comentaba que el conocido entrenador argentino Carlos Cavagnaro, que vivía en las islas Maldivas por dirigir allí, se enteró por Internet de la nevada histórica. Habían pasado 40 y algo de años para que nevara en una ciudad que casi no sabe de tal situación. Y bueno, un 9 de julio distinto, simpático, imborrable. Por la independencia, y también, por la nieve que la adornó.
DÍA DEL BICENTENARIO: MÁS QUE UN FERIADITO
Hoy es un día muy especial. Así lo estamos viviendo los que vivimos del alma. Es increíble levantarse un día y conocer que es el cumpleaños 200 de Argentina. De nuestra Argentina. De mi Argentina. De la de ustedes. Una Patria tan cercana como cualquiera de mis o de vuestros seres queridos. Por eso, y como solemos (me invluyo) no darle bola a estas fechas trascendentes, sugiero que vivamos este día con esa alegría. Un día que es mucho más que un feriadito de estos tontos, tipo el de ayer 8, o un feriado en sí mismo.
Es el 9 de Julio, el de la independencia, no el de Anteojito, no el de los actos protocolares. Un día para sentir en lo más profundo del alma, como que la Patria es nuestra mamá, novia, esposa, hija. Y, también, para pensar y repensar qué significa para cada uno de nosotros ser argentinos. Qué hacemos, en lugar de protestar todo el tiempo, para regalarle a Argentina una Argentina mejor. Desde cada uno de nosotros. Porque ésa, entiendo humildemente, es la mejor forma de vivir y celebrar este día. Felicidades gente, compatriotas, y que el 9 de Julio sea más que un feriado, un nombre de localidad de Buenos Aires o Santa Fe, un nombre de un equipo de fútbol de Arequito. Que el 9 de julio, el cumple 200 de la Patria, sea también el de cada uno. Salud.
Es el 9 de Julio, el de la independencia, no el de Anteojito, no el de los actos protocolares. Un día para sentir en lo más profundo del alma, como que la Patria es nuestra mamá, novia, esposa, hija. Y, también, para pensar y repensar qué significa para cada uno de nosotros ser argentinos. Qué hacemos, en lugar de protestar todo el tiempo, para regalarle a Argentina una Argentina mejor. Desde cada uno de nosotros. Porque ésa, entiendo humildemente, es la mejor forma de vivir y celebrar este día. Felicidades gente, compatriotas, y que el 9 de Julio sea más que un feriado, un nombre de localidad de Buenos Aires o Santa Fe, un nombre de un equipo de fútbol de Arequito. Que el 9 de julio, el cumple 200 de la Patria, sea también el de cada uno. Salud.
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