Sudáfrica juega la eliminatoria
Sí, no es un error de información. Tal cual hiciera Italia con su propio Mundial en 1934, Sudáfrica jugó la eliminatoria para el de 2010. Pero esta vez
tuvo más lógica, ya que la previa de África contaba también para la Copa de Naciones 2010 en Angola. Curiosamente, los Bafana-Bafana terminaron segundos
en el Grupo 4 y eliminados de la CAN.
El gol que perdió Costa Rica ante uruguay
De nuevo Uruguay debió sufrir para entrar al torneo por el repechaje. Ahora fue con un país más cercano, Costa Rica, cuarto de la CONCACAF. La celeste había
ganado 1-0 en San José con gol de Diego Lugano y la tenía fácil en el Centenario. Más cuando Sebastián Abreu puso el 1-0. Pero enseguida Centeno igualó,
y a poco del cierre, el delantero Alvaro Saborío quedó solo con el arquero Muslera y desvió su tiro, que le hubiera dado el pase a los Ticos por más goles
de visitante. Uruguay se salvó y fue al Mundial, donde haría un cuarto puesto más que emotivo.
Estados Unidos con gol agónico metió a Honduras
La ruta de la CONCACAF fue tan pareja como dramática. Hasta último momento, Honduras y Costa Rica peleaban el tercer lugar directo y el cuarto a repechaje
con Uruguay. Los costarricenses llegaron a la última jornada con dos puntos de ventaja, visitando a Estados Unidos en Washington. Brian Ruiz los puso arriba
2-0 con un doblete en tres minutos, 20 y 23. Michael Bradley descontó, mientras Honduras ganaba sobre El Salvador de visita. Pero ese resultado no les
servía a los Catrachos. Hasta que en el tercer minuto agregado a los 90, Jonathan Bornstein marcó el 2-2 para los estadounidenses. Y Honduras quedó igualado
con Costa Rica, pero lo dejó afuera por mejor diferencia de gol.
La increíble eliminación de Arabia Saudita
También fue tremendo el final en Asia. Arabia Saudita y Bahrein habían finalizado terceros en los dos grupos finales, por lo que se enfrentaron para decidir
quién jugaría repechaje con Nueva Zelanda. En la ida en Bahrein igualaron sin goles, y en Riyadh, iban 1-1 hasta que a los 90 minutos más uno Al Montashari
marcó el 2-1 para los sauditas que los ponía en la repesca. Todo el estadio festejaba, cuando en la jugada siguiente, siempre en el descuento, Latif igualó
a 2 y fue Bahrein quien pasó, aunque luego cayó con los neocelandeses.
La última de Antillas Holandesas
Las Antillas Holandesas jugaron su última eliminatoria antes de su disolución. Por la segunda ronda preliminar de la CONCACAF, habían empatado con Haití
sin goles de visitantes, pero el 22 de junio de 2008 en Willemstad cayeron 1-0 y quedaron eliminnados. Dos años más tarde se separarían en cinco nuevos
municipios autónomos de Holanda.
Mano de Dios francesa
Un oscuro episodio manchó las eliminatorias de Europa. Francia debió jugar con Irlanda uno de los repechajes para clasificarse. Había ganado 1-0 en Dublin
y parecía cerrar todo en el Stade de France. Pero los irlandeses ganaron por el mismo marcador y obligaron a un alargue. En el minuto 103, Thierry Henry
bajó la pelota con la mano y habilitó al defensor William Gallas, que marcó el 1-1 y el pase francés. Irlanda se quejó ante la FIFA, pero la entidad se
lavó las manos y dejó el resultado tal como fue.
Las vuvuzelas
Uno de los símbolos que recuerdan al primer Mundial en África fueron sin duda las vuvuzelas, un instrumento musical autóctono que incorporaba una bocina
de camión, una especie de corneta pero mucho más potente. Así sonaron desde el primer partido al último, jugara quien jugara, atronando con su ensordecedor
sonido no sólo a protagonistas, sino a televidentes y periodistas.
El cabaret de Francia
Como en sus tiempos artísticos antiguos, Francia vivió en el Mundial un verdadero cabaret. El cuestionado técnico subcampeón de Alemania 2006, Raymond Domenech,
ponía o sacaba jugadores según su signo del Zodíaco, por eso Thierry Henry quedó afuera y sólo jugó el último encuentro, cuando ya estaban casi afuera.
Nicolas Anelka fue expulsado del plantel tras la derrota con México, por supuestos insultos al entrenador, lo que molestó a sus compañeros y derivó en
una pelea a golpes de puño entre el defensor Patrice Evra y el preparador físico. Y para decorar, cayeron de nuevo ante Sudáfrica y se fueron, como en
2002, en la primera ronda. No hace falta agregar que Domenech fue rápidamente destittuido.
Primer triunfo de Grecia
Grecia jugaba en Sudáfrica su segundo Mundial. Había estado en Estados Unidos 94 con tres derrotas, y no pudo llegar a Alemania 2006 después de su histórico
título europeo 2004. Comenzó en el Grupo B perdiendo de nuevo, ahora con Corea del Sur 2-0. Pero el 17 de junio consiguió su primer triunfo ante Nigeria,
cuando a pesar de estar en desventaja lo revirtió y ganó 2-1. Igual luego Argentina lo eliminó.
Otra novela de Palermo
Martín Palermo ya había dejado a todos boquiabiertos con sus hazañas en Boca, Villarreal de España y en la Selección argentina, con ese gol a Perú que ayudó
al angustioso pase del once de Diego Maradona a Sudáfrica. Pero le faltaba otra novela para su película. Con casi 37 años fue incluido entre los 23. Y
en el último partido del Grupo B ante Grecia, con el marcador 1-0 para la albiceleste, Maradona pensó en un cambio y lo charló con sus asistentes Alejandro
Mancuso y Héctor Enrique. Éstos dos querían colocar a Gonzalo Higuaín, uno de los tantos delanteros de jerarquía del plantel. La respuesta de Diego fue
: “¿Ah sí, ustedes quieren a Higuaín? Tráiganme a Palermo”. Y el “Titán” le respondió al técnico. Ingresó a los 80 minutos por Diego Milito, y en el cierre
del partido, de un remate de Messi, recogió un rebote en el arquero y marcó, con sus casi 37, su primer y único gol en la Copa del Mundo.
Los hermanos Boateng enfrentados
Una curiosidad se dio en el partido entre Alemania y Ghana de la primera fase. Los hermanos Jerome y Kevin-Prince Boateng nacieron en Berlín y de juveniles
representaron a su país natal, pero Kevin fue expulsado de la selección alemana Sub 21 por mala conducta. Entonces, en Sudáfrica jugaron frente a frente,
uno para cada país. Jerome lo hizo para los de Joachim Löw, mientras Kevin fue titular en Ghana.
El bancario neocelandés futbolista
Nueva Zelanda hizo su segunda aparición en los Mundiales, y entre sus jugadores contó con uno casi amateur. Andy Barron, empleado de un banco de profesión, ingresó
contra Italia sobre el minuto 90.
Drogba con codo nuevo
Didier Drogba lideraba a Costa de Marfil en su segunda Copa consecutiva. Días antes, en un amistoso con Japón, fue golpeado en un salto por un rival y se
fracturó el codo. Se recuperó lo mejor posible y con una protección en la zona, pudo entrar como suplente en el debut con Portugal. Luego jugó los otros
dos de la primera fase, donde su equipo se marchó.
Todos se reían de España con Suiza
España era, luego de su histórico título en la Eurocopa 2008, uno de los candidatos, además con la base del Barcelona galáctico de Guardiola. Pero en el
estreno un tal Suiza lo venció 1 a 0. La prensa española criticó duramente la actuación y un diario tituló “Baño de humildad”. Mientras tanto, en las redes
sociales, se reían de la derrota. Luego, la roja les tapó la boca a todos e hizo historia de nuevo, pero como campeón mundial.
Errores arbitrales 2010
Más de la cadena de errores decisivos de jueces, ahora en su capítulo 2010. Y clamorosos. El maliense Coulibaly le anuló mal a Estados Unidos un gol que
podía haberle dado el triunfo sobre Eslovenia. El guatemalteco Batres convalidó el del neocelandés Smeltz a Italia en offside. Lo mismo para el de Carlos
Tévez en Argentina-México, y ni hablar del del inglés Frank Lampard con Alemania. En el Uruguay-Ghana trepidante, el portugués Benquerença dejó pasar
duros fouls de los africanos, y Maxi Pereira cometió penal pero el juez no cobró nada. Para completar, en la final, el holandés Nigel De Jong le dio un
duro golpe al español Xabi Alonso que el británico Webb dejó pasar.
El gol de Tévez a México
Dos de esos errores merecen párrafo aparte por lo groseros, ambos en los octavos de final. Uno fue el primer gol de Argentina sobre México. Iban 26 minutos
y el marcador 0-0 cuando Carlos Tévez quedó solo con el arquero Pérez, remató, el “Conejo” dio rebote que fue a Messi, que tiró centro atrás, adonde estaba
Tévez en evidente offside, que marcó el gol. La pantalla del estadio Soccer City de Johannesburgo mostró el error, por lo que los mexicanos fueron a protestarle
al árbitro italiano Roberto Rosetti, que consultó con sus asistentes. Los tres coincidieron en la posición irregular, pero Rosetti convalidó igual el tanto,
diciendo después que le estaba prohibido guiarse por la imagen televisiva. Ese gol ilegítimo abrió el 3-1 albiceleste y el pase a cuartos.
El gol de Lampard a Alemania
El otro papelón arbitral fue en Alemania-Inglaterra, justo el mismo día del anterior pero antes. Los alemanes se pusieron 2-0 y Upson descontó a los 37
minutos para el 2-1. Inglaterra tenía chance de empatar una verdadera final, y Frank Lampard remató, la pelota dio en el travesaño y picó adentro del arco,
claro 2-2 que sin embargo el uruguayo Jorge Larrionda no dio. Después, los de Joachim Löw ganarían 4-1. Ironía del destino, cuando en la final del 66 los
ingleses habían vencido a los germanos en tiempo suplementario con aquel gol de Hurst similar.
Cristiano Ronaldo enojado con el DT
Portugal perdió en octavos de final con España 0-1 y quedó eliminado. Cristiano Ronaldo, en su segundo Mundial, estuvo muy molesto con la táctica del también
famoso técnico Carlos Queiroz. Cuando tras la derrota le consultaron por la eliminación, el supercrack tiró: “Pregúntenle a Queiroz”.
Cuatro con 5 goles, pero uno solo goleador
Así fue la decisión del goleador del Mundial 2010. Cuatro jugadores terminaron con 5: el alemán Thomas Müller, el holandés Wesley Snneijder, el español
David Villa y el uruguayo Diego Forlán. Pero la FIFA eligió a Müller, tomando en cuenta la cantidad de asistencias, 3 contra una de los demás. Cosas de
la FIFA.
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
miércoles, 6 de junio de 2018
HISTORIA MUNDIAL: SUDÁFRICA 2010
Uno de los sueños de la FIFA en su afán de expansión del fútbol fue hacer un Mundial en África. Ya designadas las sedes del 94, 98, 2002 y 2006, en 2001
el entonces presidente Joseph Blatter anunció que en efecto el continente negro sería el hogar de la Copa. El elegido fue Sudáfrica, ese país de racismo
y dolor que ahora era libre. Y en ese histórico sitio, el campeón fue un inédito. España, que ya insinuaba querer la gloria desde hacía rato, alcanzó por
fin su sueño.
En 2004, Sudáfrica y de nuevo Marruecos se batieron a duelo por la sede, que finalmente fue a la nación de Nelson Mandela, resurgida deportivamente tras
la abolición del apartheid, la triste segregación racial que lo dominó por décadas. Había vuelto a competir en el fútbol en 1992, jugado dos Mundiales
y ganado uno de rugby, su otra gran pasión, en 1995. Pero salieron contratiempos en obras de estadios y estructura que hicieron dudar de su realización,
hasta que en 2008 la FIFA lo ratificó. Con la selección de los “Bafana-Bafana”, además, serían seis los países africanos en la cita por primera vez, sumando
los cinco clasificados de la fase previa. Una fiesta que no era sólo de la región, alcanzaba a 204 naciones, récord para las eliminatorias, de las que
saldrían 31, entre ellos el campeón Italia.
La ruta al exótico nuevo sitio no tuvo tantas sorpresas, pero sí un montón de retornos. Dinamarca, Grecia, Eslovenia, Chile, Uruguay de nuevo en repechaje,
Honduras, los ausentes en 2006 Camerún y Nigeria, Argelia, Corea del Norte tras su rato de fama en el 66 sobre los italianos. En Europa, Eslovaquia y Serbia
debutaban, en tanto Rusia era el único importante afuera, luego de su gran Eurocopa de 2008. Portugal y Francia, subcampeón 2006, se metían por repechaje,
los galos con escandaloso gol con la mano. Mientras Brasil ganaba la parte sudamericana, la Argentina del Diego Maradona técnico vivió una clasificación
angustiosa con el agónico gol de Palermo a Perú y el triunfo en Montevideo sobre la celeste. Y Oceanía volvía a tener un representante propio, gracias
a que Nueva Zelanda llegaba a su segundo pase en repesca sobre Bahrein.
El 11 de junio de 2010 fue un día marcado en rojo en la historia mundialista, cuando la pelota rodó por primera vez en África. Con la estridente música
de las vuvuzelas de fondo, la Sudáfrica de Carlos Parreira, el brasileño en otra nueva experiencia, abrió el torneo en el espectacular estadio Soccer City
de Johannesburgo ante México con un empate a un gol. En esta zona A, sin embargo, los protagonistas fueron los otros dos: Uruguay, que con un 0-0 con Francia
y dos triunfos obtenía el grupo tras mucho tiempo, empezando un camino insospechado de éxito. Y los franceses, pero por su mala imagen, eliminados y con
explosivos líos internos, como que el técnico Domenech ponía o sacaba jugadores según su signo. Igual que Uruguay, Argentina y Brasil eran primeros, la
Selección con un andar perfecto que luego no sería tanto, y el “scratch” con Dunga, que pasaría una campaña similar. Los europeos también tenían lo suyo:
Inglaterra, Alemania, Holanda y España avanzaban a los octavos aún con alguna sorpresa, como el triunfo de Suiza sobre los españoles, reyes continentales,
que luego se encaminaron, escoltados por el Chile de Marcelo Bielsa. Paraguay cumplía venciendo su zona, donde se produjo el otro golpe de la primera ronda
cuando Eslovaquia le ganaba al campeón Italia y lo mandaba a casa. Por su parte, sorpresivos se unían a los grandes: Corea del Sur segundo de Argentina,
Ghana y Japón.
La fase de eliminación directa dio para todo, especialmente los errores arbitrales reiterados, a pesar de los esfuerzos de la FIFA. En estos octavos de
final, se dieron el gol inglés de Frank Lampard contra Alemania no convalidado, que ayudó al 4-1 germano, y el de Carlos Tévez en offside que hizo posible
que Argentina volviera a dejar sin quinto partido a México. Holanda terminó con la aventura eslovaca, Brasil con la de Bielsa y Ghana alcanzaba los cuartos
de final para África por tercera vez. Y los últimos dos encuentros fueron recordables: Paraguay llegaba a los ocho mejores sobre un heroico Japón por penales,
y España dejaba atrás a Portugal y a Cristiano Ronaldo, con polémico arbitraje de otro referente argentino, Héctor Baldassi.
Argentina y Brasil iban por alcanzar de nuevo puestos importantes en un Mundial. Pero se quedaron de a pie antes, con sendas flojas actuaciones. La Selección
cayó estrepitosamente 0-4 con la habilidad e inteligencia de Alemania, y Maradona se iba del banco con una famosa frase: “Es como una trompada de Mohammad
Alí”. Brasil se puso arriba con Holanda, pero un tal Felipe Melo arruinó todo con un autogol y su expulsión, y la naranja de Sneijder y Robben regresó
a las semifinales. Y mientras Argentina y Brasil se despedían, Uruguay emocionaba llegando a los cuatro mejores luego de 40 años, al ganarle a Ghana un
partido a lo Uruguay: 1-1 tras desventaja, alargue, expulsión de Luis Suárez y penal de los africanos errado en el minuto 120, y triunfo celeste por penales
con el protagonismo del arquero Néstor Muslera. Y España confirmó los pronósticos en ajustado 1-0 sobre Paraguay.
El once de Oscar Tabárez, en su segunda experiencia luego de Italia 90, era el defensor de Sudamérica ante las potencias europeas. Se las vio con la eficaz
Holanda y lo tuvo al borde con un 1-1, pero dos goles rápidos de Sneijder y Robben borraron las ilusiones, que igual siguieron en pie hasta el último suspiro
por el 2-3 de Maxi Pereira y un equipo que se jugó entero, dejando una excelente imagen. Del otro lado, España y Alemania reeditaban en suelo sudafricano
la final europea, y el soberbio cabezazo de Carles Puyol a los 73 minutos le daba, como en 2008, el triunfo al combinado de Vicente Del Bosque por 1 a
0, que entonces arribaba a su primera final, ya mejorando su cuarto puesto de Brasil 50. Uruguay no se quedó en pena, le hizo lío a los alemanes y se le
puso 2-1 con un golazo de Diego Forlán, el mejor futbolista del torneo, pero volvió a caer con honor 3-2, así que los teutones tomaban otra vez el último
lugar del podio.
El 11 de julio, en el Soccer City, era la gran decisión. España quería repetir la epopeya de la Euro en el Mundial por primera vez. Pero Holanda jugaba
su tercera final y no quería perderla de nuevo. Sin embargo, fue la roja que hizo lo mejor, aunque su gran arquero Casillas debió taparle un mano a mano
a Robben. Los holandeses se defendieron y pegaron con complicidad del árbitro inglés Webb, y así se llegó a tiempo suplementario, como en 2006. Y a pesar
del dominio español, parecía que se definiría desde los once metros. Sin embargo, la expulsión del central Heitinga a los 109 minutos favoreció a los ibéricos.
Y a los 116, Fernando Torres mandó centro al área, el talentoso barcelonista Andrés Iniesta entró bien habilitado y con soberbio remate venció a Stekelenburg
para marcar la justicia. España, aquella furia roja que cambió su identidad, su mentalidad, su juego, hacía realidad su rol de candidato de una vez por
todas. Era su hora soñada: Dejar de ser protagonista y ser campeón del mundo.
el entonces presidente Joseph Blatter anunció que en efecto el continente negro sería el hogar de la Copa. El elegido fue Sudáfrica, ese país de racismo
y dolor que ahora era libre. Y en ese histórico sitio, el campeón fue un inédito. España, que ya insinuaba querer la gloria desde hacía rato, alcanzó por
fin su sueño.
En 2004, Sudáfrica y de nuevo Marruecos se batieron a duelo por la sede, que finalmente fue a la nación de Nelson Mandela, resurgida deportivamente tras
la abolición del apartheid, la triste segregación racial que lo dominó por décadas. Había vuelto a competir en el fútbol en 1992, jugado dos Mundiales
y ganado uno de rugby, su otra gran pasión, en 1995. Pero salieron contratiempos en obras de estadios y estructura que hicieron dudar de su realización,
hasta que en 2008 la FIFA lo ratificó. Con la selección de los “Bafana-Bafana”, además, serían seis los países africanos en la cita por primera vez, sumando
los cinco clasificados de la fase previa. Una fiesta que no era sólo de la región, alcanzaba a 204 naciones, récord para las eliminatorias, de las que
saldrían 31, entre ellos el campeón Italia.
La ruta al exótico nuevo sitio no tuvo tantas sorpresas, pero sí un montón de retornos. Dinamarca, Grecia, Eslovenia, Chile, Uruguay de nuevo en repechaje,
Honduras, los ausentes en 2006 Camerún y Nigeria, Argelia, Corea del Norte tras su rato de fama en el 66 sobre los italianos. En Europa, Eslovaquia y Serbia
debutaban, en tanto Rusia era el único importante afuera, luego de su gran Eurocopa de 2008. Portugal y Francia, subcampeón 2006, se metían por repechaje,
los galos con escandaloso gol con la mano. Mientras Brasil ganaba la parte sudamericana, la Argentina del Diego Maradona técnico vivió una clasificación
angustiosa con el agónico gol de Palermo a Perú y el triunfo en Montevideo sobre la celeste. Y Oceanía volvía a tener un representante propio, gracias
a que Nueva Zelanda llegaba a su segundo pase en repesca sobre Bahrein.
El 11 de junio de 2010 fue un día marcado en rojo en la historia mundialista, cuando la pelota rodó por primera vez en África. Con la estridente música
de las vuvuzelas de fondo, la Sudáfrica de Carlos Parreira, el brasileño en otra nueva experiencia, abrió el torneo en el espectacular estadio Soccer City
de Johannesburgo ante México con un empate a un gol. En esta zona A, sin embargo, los protagonistas fueron los otros dos: Uruguay, que con un 0-0 con Francia
y dos triunfos obtenía el grupo tras mucho tiempo, empezando un camino insospechado de éxito. Y los franceses, pero por su mala imagen, eliminados y con
explosivos líos internos, como que el técnico Domenech ponía o sacaba jugadores según su signo. Igual que Uruguay, Argentina y Brasil eran primeros, la
Selección con un andar perfecto que luego no sería tanto, y el “scratch” con Dunga, que pasaría una campaña similar. Los europeos también tenían lo suyo:
Inglaterra, Alemania, Holanda y España avanzaban a los octavos aún con alguna sorpresa, como el triunfo de Suiza sobre los españoles, reyes continentales,
que luego se encaminaron, escoltados por el Chile de Marcelo Bielsa. Paraguay cumplía venciendo su zona, donde se produjo el otro golpe de la primera ronda
cuando Eslovaquia le ganaba al campeón Italia y lo mandaba a casa. Por su parte, sorpresivos se unían a los grandes: Corea del Sur segundo de Argentina,
Ghana y Japón.
La fase de eliminación directa dio para todo, especialmente los errores arbitrales reiterados, a pesar de los esfuerzos de la FIFA. En estos octavos de
final, se dieron el gol inglés de Frank Lampard contra Alemania no convalidado, que ayudó al 4-1 germano, y el de Carlos Tévez en offside que hizo posible
que Argentina volviera a dejar sin quinto partido a México. Holanda terminó con la aventura eslovaca, Brasil con la de Bielsa y Ghana alcanzaba los cuartos
de final para África por tercera vez. Y los últimos dos encuentros fueron recordables: Paraguay llegaba a los ocho mejores sobre un heroico Japón por penales,
y España dejaba atrás a Portugal y a Cristiano Ronaldo, con polémico arbitraje de otro referente argentino, Héctor Baldassi.
Argentina y Brasil iban por alcanzar de nuevo puestos importantes en un Mundial. Pero se quedaron de a pie antes, con sendas flojas actuaciones. La Selección
cayó estrepitosamente 0-4 con la habilidad e inteligencia de Alemania, y Maradona se iba del banco con una famosa frase: “Es como una trompada de Mohammad
Alí”. Brasil se puso arriba con Holanda, pero un tal Felipe Melo arruinó todo con un autogol y su expulsión, y la naranja de Sneijder y Robben regresó
a las semifinales. Y mientras Argentina y Brasil se despedían, Uruguay emocionaba llegando a los cuatro mejores luego de 40 años, al ganarle a Ghana un
partido a lo Uruguay: 1-1 tras desventaja, alargue, expulsión de Luis Suárez y penal de los africanos errado en el minuto 120, y triunfo celeste por penales
con el protagonismo del arquero Néstor Muslera. Y España confirmó los pronósticos en ajustado 1-0 sobre Paraguay.
El once de Oscar Tabárez, en su segunda experiencia luego de Italia 90, era el defensor de Sudamérica ante las potencias europeas. Se las vio con la eficaz
Holanda y lo tuvo al borde con un 1-1, pero dos goles rápidos de Sneijder y Robben borraron las ilusiones, que igual siguieron en pie hasta el último suspiro
por el 2-3 de Maxi Pereira y un equipo que se jugó entero, dejando una excelente imagen. Del otro lado, España y Alemania reeditaban en suelo sudafricano
la final europea, y el soberbio cabezazo de Carles Puyol a los 73 minutos le daba, como en 2008, el triunfo al combinado de Vicente Del Bosque por 1 a
0, que entonces arribaba a su primera final, ya mejorando su cuarto puesto de Brasil 50. Uruguay no se quedó en pena, le hizo lío a los alemanes y se le
puso 2-1 con un golazo de Diego Forlán, el mejor futbolista del torneo, pero volvió a caer con honor 3-2, así que los teutones tomaban otra vez el último
lugar del podio.
El 11 de julio, en el Soccer City, era la gran decisión. España quería repetir la epopeya de la Euro en el Mundial por primera vez. Pero Holanda jugaba
su tercera final y no quería perderla de nuevo. Sin embargo, fue la roja que hizo lo mejor, aunque su gran arquero Casillas debió taparle un mano a mano
a Robben. Los holandeses se defendieron y pegaron con complicidad del árbitro inglés Webb, y así se llegó a tiempo suplementario, como en 2006. Y a pesar
del dominio español, parecía que se definiría desde los once metros. Sin embargo, la expulsión del central Heitinga a los 109 minutos favoreció a los ibéricos.
Y a los 116, Fernando Torres mandó centro al área, el talentoso barcelonista Andrés Iniesta entró bien habilitado y con soberbio remate venció a Stekelenburg
para marcar la justicia. España, aquella furia roja que cambió su identidad, su mentalidad, su juego, hacía realidad su rol de candidato de una vez por
todas. Era su hora soñada: Dejar de ser protagonista y ser campeón del mundo.
lunes, 4 de junio de 2018
PERIODISTA PREMIADA DEFIENDE EL ABORTO
NI UNA MENOS SÍ, !PERO ABORTO NO!
Me sigue indignando la forma de pensar de muchas mujeres en la Argentina. Por un lado, el famoso slogan "Ni Una Menos" en referencia a tantos femicidios, que igual no son cosa reciente como todos creen, pero muy bien. Por el otro, la estupidez intelectual y la gravedad del sí al aborto. Sí, ellas, las mujeres, las que dan vida, también defienden matarla. Por un lado no quieren muerte, por el otro sí. Se me revuelve la mente cada vez que veo a una legisladora o periodista con el abortto. Comunicadoras, trabajadoras por el bien común, están a favor del mal. Aparte con esos argumentos insostenibles de la salud, ¿de qué salud me hablan si hasta la mujer misma puede morir? Lamentable, vergonzoso, doloroso. Después no se quejen de cómo son vistas.
domingo, 3 de junio de 2018
RAREZAS DEL MUNDIAL 2006
Cuba casi elimina a Costa Rica
Como de costumbre, las apostillas mundialistas de 2006 empiezan por las nutridas eliminatorias. En la de la CONCACAF, Cuba casi deja afuera a Costa Rica. Por la segunda ronda a ida y vuelta, en La Habana igualaron 2-2 y en San José, el 1-1 clasificó a los costarricenses sólo por más goles de visitante. Luego irían al Mundial.
México pasea por el Caribe
Curioso fue el programa que México debió afrontar en la eliminatoria, contra muchos países del Caribe. Primero dejó atrás a Dominica con un global de 18- 0. En el Grupo C de la ronda semifinal enfrentó a Trinidad y Tobago, San Vicente y las Granadinas y San Cristóbal y Nieves. El saldo: seis victorias en seis partidos, un solo gol en contra y varias goleadas para pasar al hexagonal final, que luego lo puso en Alemania.
Tremendo triunfo de Benín sobre Madagascar
Ni Benín ni Madagascar estuvieron cerca del Mundial, pero fue tremendo cómo definieron su llave en la primera ronda africana. Habiendo igualado 1-1 en Madagascar, los beninenses la tenían fácil ante su gente. Pero los malgaches se pusieron 2-0 en 23 minutos. El héroe de la remontada fue Omar Tchomogo. Empató a los 33 de penal y 62, pero el 2-2 no alcanzaba por más goles de visita de Madagascar. Pero en el minuto 90 y tres de adicional, Tchomogo marcó el gol del 3-2 y la clasificación de Benín.
El penal de Wome
Sin duda la eliminatoria de Alemania 2006 pasará a la historia por el episodio del Camerún-Egipto. Por el Grupo D final, el 8 de octubre de 2005 Costa de Marfil y los Leones Indomables definían en la última fecha el único pase a la Copa. Los cameruneses llevaban un punto, pero los marfileños derrotaron a Sudán 3-1 de visitantes. Entonces debían vencer a Egipto en Yaooundé. Rodolphe Douala los puso arriba a los 20 minutos, pero Mohamed Shawky igualó para los egipcios a los 79, lo cual daba el lugar a Costa de Marfil. Sin embargo, en la última jugada del partido, Camerún tuvo un penal para regresar al Mundial. Pierre Wome fue el encargado y su tiro pegó en el poste y salió, con lo que Costa de Marfil se clasificó. Injustamente, Wome fue luego criticado y vándalos rompieron su casa y su auto.
Repetición de Uzbekistán-Bahréin
En Asia, Uzbekistán y Bahrein habían sido terceros de sus grupos finales, por lo que jugarían un repechaje y el ganador enfrentaría al cuarto de la CONCACAF. En la ida el 3 de septiembre de 2005, los locales uzbecos iban 1-0 y tuvieron un penal que Djeparov marcó, pero el árbitro japonés Toshimitsu Yoshida lo anuló por acción antirreglamentaria y cobró tiro libre para los árabes. La FIFA decidió repetir el encuentro, que se jugó el 8 de octubre y finalizó 1-1. En la vuelta, empataron sin goles y Bahrein fue al repechaje con Trinidad y Tobago, que perdió.
Islas Salomón casi pisa el Centenario
La eliminatoria de Oceanía contó varias sorpresas. Vanuatu le ganó 4-2 a Nueva Zelanda dejándolo afuera, y sobre todo, Islas Salomón llegó a las finales con Australia, cuando siempre eran los neocelandeses quienes estaban. Los salomonenses perdieron 0-7 y 1-2 con los Socceroos y quedaron eliminados. Si hubieran pasado, hubieran jugado contra Uruguay en el estadio Centenario…
No nos gusta la mascota
La mascota del Mundial 2006 era Goleo, un leoncito con la camiseta alemana. La gente no gustó de la figura porque representaba un león, típico de Inglaterra, en lugar de un águila, ave originaria de la región. Las ventas de la mascota no fueron las esperadas y la empresa responsable quebró.
La Fanfest
Por primera vez se organizaron las Fanfests, reuniones de hinchas para ver los partidos en lugares estratégicos, realizadas principalmente por la FIFA, debido a la enorme demanda de entradas para los encuentros.
Elizondo histórico
Horacio Elizondo fue el representante argentino entre los árbitros. No sólo fue quien más dirigió por nuestro país en los Mundiales, con cinco encuentros, sino que lo hizo en el partido inaugural y en la final, donde expulsó a Zinedine Zidane por su cabezazo al italiano Materazzi. También mostró la tarjeta roja al checo Ujfalusi y al inglés Wayne Rooney, y le dio un penal a Ghana contra República Checa. Además, tuvo un desempeño polémico en Suiza-Corea del Sur, al convalidar el primer gol suizo de Senderos en posición dudosa, que luego se corroboró que fue lícita.
El fantasma Serbia y Montenegro
Serbia y Montenegro eran en 2006 las únicas dos ex repúblicas de la antigua Yugoslavia que aún no eran independientes. En su momento compitieron como República Federal de Yugoslavia en Francia 98 y quedaron afuera en las eliminatorias de 2002. Para 2006, ya con su nueva denominación, le ganaron el grupo a España y se clasificaron. Pero el 3 de junio de 2006, sólo seis días antes del Mundial, Montenegro declaró su independencia, y dos días más tarde se oficializó la disolución de la Federación serbomontenegrina. El combinado jugó igual, con menos futbolistas, polémicas internas y tan bajo nivel que perdió los tres partidos, incluyendo el 0-6 con Argentina. Luego, cada uno siguió su propio rumbo como país y como selección.
Primer gol de Messi
Lionel Messi había saltado a la fama en el verano de 2005 con la selección argentina Sub 20 en el Sudamericano de Colombia. Pronto se notó su talento y José Pekerman lo llevó a la mayor, y luego al Mundial, donde entraba en los segundos tiempos. Como suplente, Leo hizo su primer gol en los Mundiales, en la goleada a Serbia y Montenegro, el sexto del 6-0 a los 90 minutos.
El gol antológico de Cambiasso
Ese encuentro con los balcánicos dio para todo. Como el espectacular gol de Esteban Cambiasso, por fin incluido en un Mundial, que a los 31 minutos, tras unos 24 pases de compañeros, marcó de gran forma el segundo del 6-0.
Angola a dos goles de los octavos
Angola fue uno de los exóticos debutantes en Alemania. Y realizó tan buena campaña que estuvo muy cerca de jugar con Argentina los octavos de final. En la última fecha le ganaba 1-0 a Irán y México perdía con Portugal, pero debía marcar dos goles más para clasificarse por mejor diferencia de tantos. Finalmente terminó 1-1 y se quedó afuera, pero muy cerca de enfrentar a la Selección, con quien había disputado un amistoso un mes atrás en Salerno, Italia.
Mundial a la roja viva
Una de las cosas que hizo deslucido al torneo fue el récord de expulsados. Nada menos que 27 tarjetas rojas se mostraron, algunas incorrectamente. De ellas, cuatro en un partido y tres en otros dos.
Cuatro rojas en un partido
Fue la penosa marca que se les ocurrió establecer a Portugal y Holanda por los octavos de final. El juez ruso Ivanov expulsó a Costinha y Deco por los lusos y a Boulahrouz y Van Bronckhorst por los holandeses. Especialmente escandaloso lo de Boulahrouz, que dio una real patada voladora a un rival. También Deco, compañero de Messi en Barcelona, se hizo echar tontamente.
Tres amarillas al mismo
Cómico episodio arbitral se dio en Croacia-Australia de la primera ronda. El inglés Graham Poll, que le anuló mal dos goles a Italia en 2002, amonestó tres veces al croata Simunic, hasta que corrigió el error y finalmente lo expulsó.
DT de Togo se quiso ir
Togo, otro de los exóticos nuevos, había echado al entrenador nigeriano Stephen Keshi, que les dio el pase, por el alemán Otto Pfister. A poco del debut en Alemania, los futbolistas acusaron a la Federación de no haber pagado premios. Viendo la tensa situación, Pfister dijo que “no aguantaba más” y renunció, pero por pedido de sus dirigidos y de la entidad retomó el cargo y condujo al equipo de los Gavilanes en su presentación, sellada con tres derrotas ante Corea del Sur, Suiza y Francia. Incluso, antes del encuentro con los suizos, los jugadores amenazaron con no presentarse por el problema aún no resuelto y la FIFA tuvo que mediar para que lo hicieran.
Lehmann atajapenales con papel
El famoso cuarto de final entre Alemania y Argentina se definía por tiros desde el punto penal. El longevo arquero local Jens Lehmann tenía un papel donde había anotado cómo y adónde remataba cada jugador argentino. Antes de cada tiro albiceleste, Lehmann sacaba el papel (“machete” como se lo llama en Argentina) y se informaba, y luego intentaba detenerlo. Vaya si la estrategia le dio resultado: atajó a Roberto Ayala y a Cambiasso y Alemania pasó a las semifinales.
Roberto Carlos con las medias y gol de Francia
La victoria de Francia sobre Brasil en cuartos fue uno de los impactos del torneo. El gol fue a los 11 minutos del segundo tiempo, cuando un tiro libre de Zidane fue rematado por Henry. En el momento del centro, el gran Roberto Carlos estaba acomodándose las medias y no pudo ayudar en el área, y Brasil quedó eliminado cuando era campeón casi seguro.
Errores arbitrales 2006
Un superclásico de la Copa, por cierto no muy lindo. Aparte de lo de Croacia-Australia, el experimentado alemán Markus Merk cobró un penal inexistente para Ghana ante Estados Unidos, que le dio el triunfo y el pase a octavos. El mexicano Benito Archundia, hijo de otro referí mundialista, le anuló mal dos goles a Francia ante Corea del Sur. Y el eslovaco Lubos Michel tuvo una floja tarea en Alemania-Argentina.
Como de costumbre, las apostillas mundialistas de 2006 empiezan por las nutridas eliminatorias. En la de la CONCACAF, Cuba casi deja afuera a Costa Rica. Por la segunda ronda a ida y vuelta, en La Habana igualaron 2-2 y en San José, el 1-1 clasificó a los costarricenses sólo por más goles de visitante. Luego irían al Mundial.
México pasea por el Caribe
Curioso fue el programa que México debió afrontar en la eliminatoria, contra muchos países del Caribe. Primero dejó atrás a Dominica con un global de 18- 0. En el Grupo C de la ronda semifinal enfrentó a Trinidad y Tobago, San Vicente y las Granadinas y San Cristóbal y Nieves. El saldo: seis victorias en seis partidos, un solo gol en contra y varias goleadas para pasar al hexagonal final, que luego lo puso en Alemania.
Tremendo triunfo de Benín sobre Madagascar
Ni Benín ni Madagascar estuvieron cerca del Mundial, pero fue tremendo cómo definieron su llave en la primera ronda africana. Habiendo igualado 1-1 en Madagascar, los beninenses la tenían fácil ante su gente. Pero los malgaches se pusieron 2-0 en 23 minutos. El héroe de la remontada fue Omar Tchomogo. Empató a los 33 de penal y 62, pero el 2-2 no alcanzaba por más goles de visita de Madagascar. Pero en el minuto 90 y tres de adicional, Tchomogo marcó el gol del 3-2 y la clasificación de Benín.
El penal de Wome
Sin duda la eliminatoria de Alemania 2006 pasará a la historia por el episodio del Camerún-Egipto. Por el Grupo D final, el 8 de octubre de 2005 Costa de Marfil y los Leones Indomables definían en la última fecha el único pase a la Copa. Los cameruneses llevaban un punto, pero los marfileños derrotaron a Sudán 3-1 de visitantes. Entonces debían vencer a Egipto en Yaooundé. Rodolphe Douala los puso arriba a los 20 minutos, pero Mohamed Shawky igualó para los egipcios a los 79, lo cual daba el lugar a Costa de Marfil. Sin embargo, en la última jugada del partido, Camerún tuvo un penal para regresar al Mundial. Pierre Wome fue el encargado y su tiro pegó en el poste y salió, con lo que Costa de Marfil se clasificó. Injustamente, Wome fue luego criticado y vándalos rompieron su casa y su auto.
Repetición de Uzbekistán-Bahréin
En Asia, Uzbekistán y Bahrein habían sido terceros de sus grupos finales, por lo que jugarían un repechaje y el ganador enfrentaría al cuarto de la CONCACAF. En la ida el 3 de septiembre de 2005, los locales uzbecos iban 1-0 y tuvieron un penal que Djeparov marcó, pero el árbitro japonés Toshimitsu Yoshida lo anuló por acción antirreglamentaria y cobró tiro libre para los árabes. La FIFA decidió repetir el encuentro, que se jugó el 8 de octubre y finalizó 1-1. En la vuelta, empataron sin goles y Bahrein fue al repechaje con Trinidad y Tobago, que perdió.
Islas Salomón casi pisa el Centenario
La eliminatoria de Oceanía contó varias sorpresas. Vanuatu le ganó 4-2 a Nueva Zelanda dejándolo afuera, y sobre todo, Islas Salomón llegó a las finales con Australia, cuando siempre eran los neocelandeses quienes estaban. Los salomonenses perdieron 0-7 y 1-2 con los Socceroos y quedaron eliminados. Si hubieran pasado, hubieran jugado contra Uruguay en el estadio Centenario…
No nos gusta la mascota
La mascota del Mundial 2006 era Goleo, un leoncito con la camiseta alemana. La gente no gustó de la figura porque representaba un león, típico de Inglaterra, en lugar de un águila, ave originaria de la región. Las ventas de la mascota no fueron las esperadas y la empresa responsable quebró.
La Fanfest
Por primera vez se organizaron las Fanfests, reuniones de hinchas para ver los partidos en lugares estratégicos, realizadas principalmente por la FIFA, debido a la enorme demanda de entradas para los encuentros.
Elizondo histórico
Horacio Elizondo fue el representante argentino entre los árbitros. No sólo fue quien más dirigió por nuestro país en los Mundiales, con cinco encuentros, sino que lo hizo en el partido inaugural y en la final, donde expulsó a Zinedine Zidane por su cabezazo al italiano Materazzi. También mostró la tarjeta roja al checo Ujfalusi y al inglés Wayne Rooney, y le dio un penal a Ghana contra República Checa. Además, tuvo un desempeño polémico en Suiza-Corea del Sur, al convalidar el primer gol suizo de Senderos en posición dudosa, que luego se corroboró que fue lícita.
El fantasma Serbia y Montenegro
Serbia y Montenegro eran en 2006 las únicas dos ex repúblicas de la antigua Yugoslavia que aún no eran independientes. En su momento compitieron como República Federal de Yugoslavia en Francia 98 y quedaron afuera en las eliminatorias de 2002. Para 2006, ya con su nueva denominación, le ganaron el grupo a España y se clasificaron. Pero el 3 de junio de 2006, sólo seis días antes del Mundial, Montenegro declaró su independencia, y dos días más tarde se oficializó la disolución de la Federación serbomontenegrina. El combinado jugó igual, con menos futbolistas, polémicas internas y tan bajo nivel que perdió los tres partidos, incluyendo el 0-6 con Argentina. Luego, cada uno siguió su propio rumbo como país y como selección.
Primer gol de Messi
Lionel Messi había saltado a la fama en el verano de 2005 con la selección argentina Sub 20 en el Sudamericano de Colombia. Pronto se notó su talento y José Pekerman lo llevó a la mayor, y luego al Mundial, donde entraba en los segundos tiempos. Como suplente, Leo hizo su primer gol en los Mundiales, en la goleada a Serbia y Montenegro, el sexto del 6-0 a los 90 minutos.
El gol antológico de Cambiasso
Ese encuentro con los balcánicos dio para todo. Como el espectacular gol de Esteban Cambiasso, por fin incluido en un Mundial, que a los 31 minutos, tras unos 24 pases de compañeros, marcó de gran forma el segundo del 6-0.
Angola a dos goles de los octavos
Angola fue uno de los exóticos debutantes en Alemania. Y realizó tan buena campaña que estuvo muy cerca de jugar con Argentina los octavos de final. En la última fecha le ganaba 1-0 a Irán y México perdía con Portugal, pero debía marcar dos goles más para clasificarse por mejor diferencia de tantos. Finalmente terminó 1-1 y se quedó afuera, pero muy cerca de enfrentar a la Selección, con quien había disputado un amistoso un mes atrás en Salerno, Italia.
Mundial a la roja viva
Una de las cosas que hizo deslucido al torneo fue el récord de expulsados. Nada menos que 27 tarjetas rojas se mostraron, algunas incorrectamente. De ellas, cuatro en un partido y tres en otros dos.
Cuatro rojas en un partido
Fue la penosa marca que se les ocurrió establecer a Portugal y Holanda por los octavos de final. El juez ruso Ivanov expulsó a Costinha y Deco por los lusos y a Boulahrouz y Van Bronckhorst por los holandeses. Especialmente escandaloso lo de Boulahrouz, que dio una real patada voladora a un rival. También Deco, compañero de Messi en Barcelona, se hizo echar tontamente.
Tres amarillas al mismo
Cómico episodio arbitral se dio en Croacia-Australia de la primera ronda. El inglés Graham Poll, que le anuló mal dos goles a Italia en 2002, amonestó tres veces al croata Simunic, hasta que corrigió el error y finalmente lo expulsó.
DT de Togo se quiso ir
Togo, otro de los exóticos nuevos, había echado al entrenador nigeriano Stephen Keshi, que les dio el pase, por el alemán Otto Pfister. A poco del debut en Alemania, los futbolistas acusaron a la Federación de no haber pagado premios. Viendo la tensa situación, Pfister dijo que “no aguantaba más” y renunció, pero por pedido de sus dirigidos y de la entidad retomó el cargo y condujo al equipo de los Gavilanes en su presentación, sellada con tres derrotas ante Corea del Sur, Suiza y Francia. Incluso, antes del encuentro con los suizos, los jugadores amenazaron con no presentarse por el problema aún no resuelto y la FIFA tuvo que mediar para que lo hicieran.
Lehmann atajapenales con papel
El famoso cuarto de final entre Alemania y Argentina se definía por tiros desde el punto penal. El longevo arquero local Jens Lehmann tenía un papel donde había anotado cómo y adónde remataba cada jugador argentino. Antes de cada tiro albiceleste, Lehmann sacaba el papel (“machete” como se lo llama en Argentina) y se informaba, y luego intentaba detenerlo. Vaya si la estrategia le dio resultado: atajó a Roberto Ayala y a Cambiasso y Alemania pasó a las semifinales.
Roberto Carlos con las medias y gol de Francia
La victoria de Francia sobre Brasil en cuartos fue uno de los impactos del torneo. El gol fue a los 11 minutos del segundo tiempo, cuando un tiro libre de Zidane fue rematado por Henry. En el momento del centro, el gran Roberto Carlos estaba acomodándose las medias y no pudo ayudar en el área, y Brasil quedó eliminado cuando era campeón casi seguro.
Errores arbitrales 2006
Un superclásico de la Copa, por cierto no muy lindo. Aparte de lo de Croacia-Australia, el experimentado alemán Markus Merk cobró un penal inexistente para Ghana ante Estados Unidos, que le dio el triunfo y el pase a octavos. El mexicano Benito Archundia, hijo de otro referí mundialista, le anuló mal dos goles a Francia ante Corea del Sur. Y el eslovaco Lubos Michel tuvo una floja tarea en Alemania-Argentina.
HISTORIA MUNDIAL: ALEMANIA 2006
No sólo Italia había andado bajo en los anteriores Mundiales, hasta con turbia eliminación en 2002. En mayo de 2006, un mes antes de una nueva participación, la policía descubrió una red de managers de clubes importantes como Juventus y Milan que arreglaban nombramientos de árbitros para favorecerlos. Algunos jugadores de la azzurra, como el ya consagrado arquero Gianluigi Buffon, estaban bajo sospecha. Así fue el viaje a Alemania. Sin embargo, y a pesar de un camino irregular, la selección de Marcello Lippi terminó consagrándose por cuarta vez campeona del mundo, un título inolvidable por donde se lo mire.
Para el segundo Mundial del siglo XXI, Alemania, Inglaterra e incluso Sudáfrica se postularon, pero los liderados por el mismísimo Franz Beckenbauer ganaron el derecho por segunda vez tras el de 1974. Entonces la reunificada Alemania se preparó con todo su potencial, al punto de construir un nuevo estadio en Munich, el majestuoso Allianz Arena, que reemplazaba al legendario Olímpico de la final 74. También se hicieron y reformaron otros y se realizaron distintos eventos culturales sobre el país. Además, la selección del ex campeón mundial Jürgen Klinsmann era candidata, a pesar de que sólo el 3 por ciento de la gente creía en un título.
Hasta tierra germana llegaron 31 países y no 30, porque injustamente la FIFA decidió que de allí en adelante el campeón debía jugar las eliminatorias. Por suerte, Brasil no tuvo líos y le ganó el primer puesto de la CONMEBOL a la siempre enredada Argentina, primero de Bielsa y luego de José Pekerman. Mientras, Ecuador ratificaba su proeza de 2002 con una nueva clasificación. Pero la estrella fueron los debutantes, nada menos que ocho. De ellos, cuatro fueron desde África: Togo, verdugo de aquel sensacional Senegal; Costa de Marfil, sobre Camerún y Egipto; Angola que bajó a Nigeria y Ghana. También hubo novedades en Europa, con el regreso de Holanda, las ausencias de Bélgica y Turquía, el tercero de 2002, y los estrenos de dos ex integrados del este: Ucrania, de la ex Unión Soviética, y República Checa, una de las que eran Checoslovaquia. Además, Serbia y Montenegro representaba lo que quedaba de Yugoslavia y mandaba a España al repechaje. Y el otro inédito era Trinidad y Tobago, que batió a Bahrein en un loco playoff. En cambio, Uruguay, muy bien dirigido por Jorge Fossatti, perdía en esa instancia con Australia, que regresaba a la Copa luego de su antigua experiencia alemana.
Por primera vez en los Mundiales, el local y no el campeón era quien abría el torneo. El 9 de junio en el Allianz Arena, Alemania venció 4 a 2 a una digna Costa Rica, con el arbitraje del argentino Horacio Elizondo, que junto al uruguayo Jorge Larrionda marcaría presencia récord en la historia. Con los goles de Miroslav Klose y el joven Lucas Podolski, los locales ganaron su zona y fueron acompañados por Ecuador, que derrotó a Polonia y a los ticos para un histórico pase de ronda. Los pesados no tuvieron problemas obteniendo su grupo, entre ellos Argentina y Brasil. Inglaterra dejaba afuera a Paraguay, Italia eliminaba a los checos y la Francia de Zidane, el Portugal de Cristiano Ronaldo y España pasaban tranquilos. Los novatos quedaron en nada, salvo Australia que dejó a Croacia en vibrante 2-2, y Ucrania que sólo pudo vencer a Túnez y a Arabia Saudita.
El Mundial mostraba una carencia de jerarquía notable, en goles y en juego. Y se prolongaría a lo largo de las fases siguientes. En las eliminatorias directas se terminaba el gol de oro, ni siquiera el loco de plata de la Eurocopa 2004. Y en el mejor encuentro de los octavos de final, Argentina batía al México de Ricardo La Volpe con golazo de “Maxi” Rodríguez en alargue. En otro recordado, Francia remontó y dejó afuera a España, y Ucrania y Suiza protagonizaron un choque inédito, que dio el triunfo de los ucranianos, lo que hizo llorar de emoción a su técnico, el gran Oleg Blojin. Choque fue el de Portugal y Holanda, con cuatro tarjetas rojas y el éxito de los de Cristiano Ronaldo. Inglaterra despidió a un excelente Ecuador, Italia pasó con un penal dudoso sobre la hora ante Australia y Alemania y Brasil no se despeinaron para seguir en carrera.
Argentina tenía la constelación de los títulos Sub 20 de Pekerman. Entre ellos el chico del Barcelona, un delantero llamado Lionel Messi, que solía entrar en los segundos tiempos. El 30 de junio en Berlín, por los cuartos, el rival por el título soñado era nada menos que Alemania, primera vez que se veían en los Mundiales desde la famosa final del 90. En el arranque del complemento, Argentina se puso arriba por el cabezazo de Roberto Ayala, que disputaba su primera cita tras la malograda de 2002. Pero el arquero, el “Pato” Abbondanzieri, se lesionó y fue reemplazado por Franco, lo mismo que Juan Román Riquelme, en su única y deslucida presencia mundialista. El equipo se descuidó en u nlateral y Klose igualó faltando diez minutos. Jugaron treinta más, llegaron a los penales y los yerros argentinos y el papel del guardameta Lehmann (ver aparte) dieron el triunfo al local. Argentina se iba invicto, pero con toda la pena. Junto a los alemanes, estarían los italianos, que goleaban a Ucrania, y dos inesperados: Francia, que con cátedra de Zidane derrotaba al invencible Brasil de Parreira, y Portugal, que usaba los penales para eliminar a Inglaterra, donde Elizondo expulsó al gran Wayne Rooney.
A pesar de pocos goles y flojos partidos, las finales dieron lo suyo. En la primera semifinal, Alemania era candidato sobre Italia para ir a otra decisión. El partido fue tan parejo que entró en el alargue, que parecía desembocar en nuevo desempate desde once metros. Pero a los 118 minutos, el lateral Fabio Grosso enganchó una volea en el área y abrió el marcador. Y con el anfitrión loco en ataque, un contragolpe perfecto y Del Piero hizo el segundo y un triunfo impresionante, que ponía a la Italia que nadie esperaba en el lugar de los germanos. AL día siguiente, un penal de Zidane le dio el pase a Francia sobre Portugal, en pésimo encuentro. Los alemanes, igualmente, se subieron al podio otra vez, al vencer a los lusos por el tercer puesto, aunque Klinsmann dejó la selección por su ayudante Joachim Löw.
El 9 de julio, Argentina festejaba su aniversario de la independencia mirando la gran final. En el Olímpico de Berlín, con el histórico arbitraje de Elizondo, Francia era claramente el favorito y se puso arriba con otro penal de Zidane. Pero enseguida Marco Materazzi igualó para Italia de cabeza tras córner, y a pesar de intentos de ambos lados, el partido fue a otro tiempo extra, para seguir aburriéndose aunque fuera una final. Y allí pasó lo más importante, cuando los goleadores fueron protagonistas. Materazzi insultó a Zidane y el 10 le dio un cabezazo en el pecho. Elizondo no lo vio, pero las pantallas de TV del estadio mostraron la acción. El asistente Darío García le contó lo sucedido y el juez expulsó a Zidane, que así se despedía del Mundial y del fútbol, lo que ya había anunciado. Francia hizo lucir a Buffon con un par de entradas, pero el 1-1 siguió a los tiros desde el punto del penal. Y allí, otro argentino fue inesperado villano: David Trezeguet, campeón con Francia en el 98, erraba su lanzamiento que pegó en el travesaño y picó afuera. Y Fabio Grosso, el mismo del golazo a Alemania, era quien con el último marcaba el 5-3 y el cuarto título italiano, tan incrédulo como ése de 1982. Sobre las sospechas, su irregularidad, los pronósticos, Italia era el campeón. Una luz para tanta oscuridad.
Para el segundo Mundial del siglo XXI, Alemania, Inglaterra e incluso Sudáfrica se postularon, pero los liderados por el mismísimo Franz Beckenbauer ganaron el derecho por segunda vez tras el de 1974. Entonces la reunificada Alemania se preparó con todo su potencial, al punto de construir un nuevo estadio en Munich, el majestuoso Allianz Arena, que reemplazaba al legendario Olímpico de la final 74. También se hicieron y reformaron otros y se realizaron distintos eventos culturales sobre el país. Además, la selección del ex campeón mundial Jürgen Klinsmann era candidata, a pesar de que sólo el 3 por ciento de la gente creía en un título.
Hasta tierra germana llegaron 31 países y no 30, porque injustamente la FIFA decidió que de allí en adelante el campeón debía jugar las eliminatorias. Por suerte, Brasil no tuvo líos y le ganó el primer puesto de la CONMEBOL a la siempre enredada Argentina, primero de Bielsa y luego de José Pekerman. Mientras, Ecuador ratificaba su proeza de 2002 con una nueva clasificación. Pero la estrella fueron los debutantes, nada menos que ocho. De ellos, cuatro fueron desde África: Togo, verdugo de aquel sensacional Senegal; Costa de Marfil, sobre Camerún y Egipto; Angola que bajó a Nigeria y Ghana. También hubo novedades en Europa, con el regreso de Holanda, las ausencias de Bélgica y Turquía, el tercero de 2002, y los estrenos de dos ex integrados del este: Ucrania, de la ex Unión Soviética, y República Checa, una de las que eran Checoslovaquia. Además, Serbia y Montenegro representaba lo que quedaba de Yugoslavia y mandaba a España al repechaje. Y el otro inédito era Trinidad y Tobago, que batió a Bahrein en un loco playoff. En cambio, Uruguay, muy bien dirigido por Jorge Fossatti, perdía en esa instancia con Australia, que regresaba a la Copa luego de su antigua experiencia alemana.
Por primera vez en los Mundiales, el local y no el campeón era quien abría el torneo. El 9 de junio en el Allianz Arena, Alemania venció 4 a 2 a una digna Costa Rica, con el arbitraje del argentino Horacio Elizondo, que junto al uruguayo Jorge Larrionda marcaría presencia récord en la historia. Con los goles de Miroslav Klose y el joven Lucas Podolski, los locales ganaron su zona y fueron acompañados por Ecuador, que derrotó a Polonia y a los ticos para un histórico pase de ronda. Los pesados no tuvieron problemas obteniendo su grupo, entre ellos Argentina y Brasil. Inglaterra dejaba afuera a Paraguay, Italia eliminaba a los checos y la Francia de Zidane, el Portugal de Cristiano Ronaldo y España pasaban tranquilos. Los novatos quedaron en nada, salvo Australia que dejó a Croacia en vibrante 2-2, y Ucrania que sólo pudo vencer a Túnez y a Arabia Saudita.
El Mundial mostraba una carencia de jerarquía notable, en goles y en juego. Y se prolongaría a lo largo de las fases siguientes. En las eliminatorias directas se terminaba el gol de oro, ni siquiera el loco de plata de la Eurocopa 2004. Y en el mejor encuentro de los octavos de final, Argentina batía al México de Ricardo La Volpe con golazo de “Maxi” Rodríguez en alargue. En otro recordado, Francia remontó y dejó afuera a España, y Ucrania y Suiza protagonizaron un choque inédito, que dio el triunfo de los ucranianos, lo que hizo llorar de emoción a su técnico, el gran Oleg Blojin. Choque fue el de Portugal y Holanda, con cuatro tarjetas rojas y el éxito de los de Cristiano Ronaldo. Inglaterra despidió a un excelente Ecuador, Italia pasó con un penal dudoso sobre la hora ante Australia y Alemania y Brasil no se despeinaron para seguir en carrera.
Argentina tenía la constelación de los títulos Sub 20 de Pekerman. Entre ellos el chico del Barcelona, un delantero llamado Lionel Messi, que solía entrar en los segundos tiempos. El 30 de junio en Berlín, por los cuartos, el rival por el título soñado era nada menos que Alemania, primera vez que se veían en los Mundiales desde la famosa final del 90. En el arranque del complemento, Argentina se puso arriba por el cabezazo de Roberto Ayala, que disputaba su primera cita tras la malograda de 2002. Pero el arquero, el “Pato” Abbondanzieri, se lesionó y fue reemplazado por Franco, lo mismo que Juan Román Riquelme, en su única y deslucida presencia mundialista. El equipo se descuidó en u nlateral y Klose igualó faltando diez minutos. Jugaron treinta más, llegaron a los penales y los yerros argentinos y el papel del guardameta Lehmann (ver aparte) dieron el triunfo al local. Argentina se iba invicto, pero con toda la pena. Junto a los alemanes, estarían los italianos, que goleaban a Ucrania, y dos inesperados: Francia, que con cátedra de Zidane derrotaba al invencible Brasil de Parreira, y Portugal, que usaba los penales para eliminar a Inglaterra, donde Elizondo expulsó al gran Wayne Rooney.
A pesar de pocos goles y flojos partidos, las finales dieron lo suyo. En la primera semifinal, Alemania era candidato sobre Italia para ir a otra decisión. El partido fue tan parejo que entró en el alargue, que parecía desembocar en nuevo desempate desde once metros. Pero a los 118 minutos, el lateral Fabio Grosso enganchó una volea en el área y abrió el marcador. Y con el anfitrión loco en ataque, un contragolpe perfecto y Del Piero hizo el segundo y un triunfo impresionante, que ponía a la Italia que nadie esperaba en el lugar de los germanos. AL día siguiente, un penal de Zidane le dio el pase a Francia sobre Portugal, en pésimo encuentro. Los alemanes, igualmente, se subieron al podio otra vez, al vencer a los lusos por el tercer puesto, aunque Klinsmann dejó la selección por su ayudante Joachim Löw.
El 9 de julio, Argentina festejaba su aniversario de la independencia mirando la gran final. En el Olímpico de Berlín, con el histórico arbitraje de Elizondo, Francia era claramente el favorito y se puso arriba con otro penal de Zidane. Pero enseguida Marco Materazzi igualó para Italia de cabeza tras córner, y a pesar de intentos de ambos lados, el partido fue a otro tiempo extra, para seguir aburriéndose aunque fuera una final. Y allí pasó lo más importante, cuando los goleadores fueron protagonistas. Materazzi insultó a Zidane y el 10 le dio un cabezazo en el pecho. Elizondo no lo vio, pero las pantallas de TV del estadio mostraron la acción. El asistente Darío García le contó lo sucedido y el juez expulsó a Zidane, que así se despedía del Mundial y del fútbol, lo que ya había anunciado. Francia hizo lucir a Buffon con un par de entradas, pero el 1-1 siguió a los tiros desde el punto del penal. Y allí, otro argentino fue inesperado villano: David Trezeguet, campeón con Francia en el 98, erraba su lanzamiento que pegó en el travesaño y picó afuera. Y Fabio Grosso, el mismo del golazo a Alemania, era quien con el último marcaba el 5-3 y el cuarto título italiano, tan incrédulo como ése de 1982. Sobre las sospechas, su irregularidad, los pronósticos, Italia era el campeón. Una luz para tanta oscuridad.
sábado, 2 de junio de 2018
VIVIR EN EL XXI CON VALORES DE ANTES
Una tarde en el cybercafé de mi Carapachay, mientras usaba Internet y toda su artillería, charlaba con el dueño del lugar, el copado Daniel, de cómo sería la vida ideal. El alto macanudo me contestó: "Yo viviría con la tecnología de hoy, pero con los valores de los años 20". La verdad, como suele decirse ahora, me hizo ruido. Vivir en el loco mundo de hoy con valores de antes, ¿será posible? Yo creo que sí, si esta sociedad bajara a aquella época seguro que se puede. Como siempre digo, la hiperultratecnología del MP4, el 4G o el 3Z último modelo y qué sé yo qué chino básico más no tiene por qué ocultar los valores humanos. Pero como tanto lo hace, y las personas le dan el OK hablando por celular cosas privadas en el colectivo, entonces es muy difícil. Así está la sociedad, las familias, la gente, algunos cristianos. Los valores no tienenn último modelo, no se compran con ninguna aplicación, pero lamentablemente se han quedado en el tiempo. Está en cada uno de nosotros, desde nuestra capacidad del alma, traerlos al siglo XXI. Si no, como los aparatos viejos, quedan en el olvido.
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