martes, 3 de noviembre de 2015

ARRUABARRENA, JOVEN Y HUMILDE



El Vasco entrevistado tras el partido del título

Sin duda, en el fútbol ganan todos o pierden todos. Pero siempre hay un líder, alguien que con su voz de mando es el más responsable del éxito. En el Boca campeón 2015, ese responsable es Rodolfo Martín Arruabarrena, el ex marcador de punta izquierda en los años 90 y entrenador del campeón, sucediento a la catastrófica vuelta de Carlos Bianchi en 2013, para enderezar el rumbo del alicaído xeneize y llevarlo, tras un camino nada fácil pero muy pródigo (73 por ciento de los puntos) a su título 25 en el profesionalismo. Siendo, además, el primer técnico campeón surgido del club.

Un hombre que ya había tenido su pasado como DT pero en Nacional de Montevideo y en Tigre, claramente nada que ver con la grandeza de Boca. Por eso muy pocos creían en que su llegada podría levantar al desfallecido equipo de Bianchi, acostumbrado a perder una y otra vez y lejos de la lucha por la gloria. Pero en un caso similar al de Matías Almeyda en River en 2011, el Vasco se hizo cargo del once y le dio una identidad ofensiva y ganadora que, a pesar de los tropiezos conocidos, lo envió indiscutiblemente al campeonato tan ansiado. Además, su juventud, su humildad, su perfil bajo y su don de bien también contribuyeron a su imagen y a que los hinchas se encariñaran con él. Un hombre de las entrañas del club, con lo que eso significa, se puso la responsabilidad al hombro, la supo llevar ayudado por un excelente plantely así arribó al puerto que la gente esperaba tras 4 años de sequía: el de la victoria.

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