sábado, 14 de noviembre de 2015

el mundo se sigue matando

Guerra, guerra, guerra. Atentados, atentados, atentados. Terrorismo, terroristas, muertos, bombas, heridos, locura, sangre. Y aún peor, un mundo político que, por más solidaridad y palabras en Twitter, parece mirar para otro lado. Podríamos decir el asqueroso "ya estamos acostumbrados" después de lo vivido el viernes en París. Que no es otra cosa que un eslabón más en esta cadena de locura y muerte en la que el planeta se está sumiendo cada vez más.

Desde la catástrofe de las Torres Gemelas en 2001 y el "descubrimiento" de Al Kaeda y estos nefastos personajes, nada cambió. A pesar de la repercusión que lo del 11 de septiembre causó alrededor de la Tierra como ningún otro hecho de terror antes, los atentados siguieron, los muertos y los heridos siguieron, la inoperante ONU y otros inoperantes organismos internacionales siguieron juntándose para no hacer nada visible que pueda reducir esta barbarie. Y así hemos visto lo de 2004 en Madrid, lo de Londres, lo de la revista en Francia, aquella toma de un colegio en Rusia o la tragedia de este viernes, por supuesto sumados a las atrocidades diarias en Medio Oriente, Ucrania o Africa. Y así como causa dolor lo sucedido, más dolor causa la mirada liviana de los gobernantes y la hipocresía de varios dictadores publicando mensajes de solidaridad en Twitter, cuando ellos disfrazan la democracia con una tiranía, muy especialmente en América Latina. Qué decir de estos sinvergüenzas que, después de todo lo hecho, todavía salen en video Super HD dando detalles y enorgulleciéndose de las atrocidades que cometen a diario, asquerosamente planificadas y ejecutadas.

Así Es La Vida es vida, por lo que se solidariza y si se puede algo más con los damnificados, directos o indirectos, porque los vivos también han sido damificados grandemente en su alma. Es cierto, como alguna vez escribí, que varios se burlan del Islam y que provocan estas locuras. O peor, que a guerra responden con guerra (porque esto ha sido una represalia como la mayoría de los casos) y bombardean y bombardean, y matan y matan sin importar nada, no dándose cuenta de que cultivan el odio y la locura. Es cierto. Pero esta bola de violencia, encima apoyada vergonzosamente en el pobre Dios, no se aguanta ni se justifica más, además en pleno siglo XXI donde ya la humanidad debería haber crecido un poquitito. Nuestra alma, nuestro respeto y abrazo a los inocentes de tanta vergüenza, incluyendo los de las guerras diarias.

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