viernes, 26 de enero de 2018

HISTORIAS DE VERANO: MANTEL QUEMADO

La mejor anécdota de mis veranos en Pinamar por lejos, ocurrió en el 86. Estaba en el departamento de mi abuela, lugar de veraneo cada año, escribiendo a la luz de una vela -ya que se había cortado la luz- y quise tirar una hoja. Pero en lugar de hacer un bollito, LA PRENDI FUEGO CON LA VELA Y SE QUEMO EL MANTEL. De-te-rror. Y para colmo, casi me quemo la cara tratando de apagar el fuego SOPLANDO (¡!!). Fue otra gran chambonada de las mías. ¡Ah!, me olvidaba, el pedazo de mantel SE LO PUSIMOS A LA CORTINA...

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