lunes, 5 de diciembre de 2016

justicia: el gran chapecoense campeón de la sudamericana

Desde ya que ninguna recompensa póstuma devuelve 71 vidas como las increíbles pérdidas del plantel del Chapecoense. Pero en este mundo de negocios, donde todo vale, es una gran noticia que la CONMEBOL ha dictaminado hoy darle al club brasileño el título de campeón de la Copa Sudamericana 2016, que no se pudo decidir por la tragedia. Gracias a una carta enviada por su rival Atlético Nacional de Medellín, Colombia, que pidió su triunfo, el Chape gana su primer campeonato importante y no sólo embolsa 2 millones de dólares que le hacen tanta falta para su reconstrucción, sino que se clasifica para la Copa Libertadores 2017. En tanto, los colombianos, mostrando la típica calidad humana de su tierra, también fueron recompensados con dinero por la entidad. Aunque lamentablemente la final no se jugó, los dos son grandescampeones.

APOSTILLAS DE LA GLORIOSA NOCHE DEL ASTRAL

La imborrable noche que viví el sábado con mi participación en el show de Diego Desanzo en el Teatro Astral, aparte de la gloria contada, dejó lógicamente varias apostillas, que son importantes por la ocasión tan grande, la más grande de mi corta vida musical hasta ahora. Ahí van.

1. Antes de llegar al Astral, y mientras caminaba con Alfredo por Corrientes por primera vez en mi vida, vimos la estatua homenaje a Minguito, justo enfrente del teatro. Nostalgia, dice el tango.
2. Qué lío el tema de la ubicación. Todo el mundo se volvió loco, parece que los sectores no están correctamente numerados y no coinciden con lo que figura en la entrada. Nosotros teníamos fila 35, sin embargo fuimos a la fila 45, el palco que Diego Desanzo había prometido pero mucho más arriba, donde él no me vería. Todo fue resuelto por los acomodadores, uno nos llevó al correcto. Pero un punto en contra.
3. El otro punto en contra de la gloriosa noche fue la demora del show. Estaba pautado para las 21 y arrancó recién 21.50, pero con la tanda de sponsors. Así que Desanzo arrancó tipo 22. No estoy detrás de escena, pero no entiendo por qué tanta demora, la gente batía palmas todo el tiempo conforme iba pasando la hora.
4. Otra vez no pude verme con Rosa la angoleña, que divina fue con su asistente Ramiro. El flaco me llamó al celular cuando yo estaba recién instalado en el palco, preguntándome por el teatro “Astros”, le dije Astral y él respondió “¿es el show de Diego Desanzo?”. Le confirmé y me preguntó cómo entrar, Le expliqué y ambos fueron a la fila 10. “Nos vemos al final”, me dijo, pero como yo me quedé un rato largo, no los vi.
5. En la kilométrica tanda de sponsors, se mencionaron lugares de Pinamar y Villa Gesell, lo que no sólo demostró la jerarquía del artista, sino que a mí me llenó de nostalgia. Quién pudiera cantar en el verano…
6. No la pude ver a Tormenta en persona, de tanta calidad tiene mucho trabajo y esa noche, según contó Diego en escena, tenía otro show y se hizo un lugar, viste vos lo que es tener trayectoria. Eso sí, la morocha la descosió, cantando Un beso y Una Flor de Nino Bravo a dúo con Diego, mostrando talento y perfección con su voz y su interpretación impecables.
7. Otro invitado fue Daniel Cardozo, el cantante del grupo cumbiero Los Charros, que hizo su éxito Amor como el Nuestro a dúo con Diego. Aunque no voy con la cumbia, estuvo bueno.
8. El público, a todo esto, respondió a mil. Pero sobre todo las mujeres, ya que el show era justamente Homenaje a la Mujer. Así que imaginate cuando Desanzo mandó, por ejemplo, Te voy a Amar de Axel o Tan Enamorado de Ricardo Montaner. Las damas explotaron y yo me emocioné mucho.
9. Sin duda el momento más emotivo y grandioso del grandioso show de Diego fue el homenaje a Sandro. Con Sebastián Giunta, pianista del famoso, Diego mandó un minishow de varios temas, desde ya los lentos que sacaron a las mujeres de amor. Pero el mejor momento fue cuando él llamó a Sandro y apareció un video del genio, y Diego se enganchó en el estribillo. Extraordinario.
10. La otra genial fue la de Dame Fuego, repetido por Desanzo hasta el cansancio. Pero lo copado fue el ping-pong que el cantante hizo con el público, a quien tuvo atraído todo el tiempo con su simpatía. Primero hizo cantar el tema a los hombres y luego a las mujeres, a ver quién respondía más. Espectacular.
11. Otro momento de un recital sin desperdicio, altamente recomendable, fue cuando Diego inauguró el segmento Discapacidad, por el Día que ya saben, y llamó a cantar a Ezequiel Franco, un pibe de unos 15 años con síndrome de Down. El chico cantó Afinidad de Axel, y más allá de lógica desafinación, estuvo muy bien. Y diego lo acompañó cálidamente, como todo lo que él hace. Como lo hizo luego conmigo, presentándome a la gente como describí.
12. En mi debut en el Astral anduve bien, aunque me atoré un poquito en el “oh oh oh” del estribo de Lo Mejor Está Por Venir, sabía que iba a ser re jodido y encima, entre la garganta de por sí seca, los nervios, la espera y la música que me pegaba duro en la laringe, medio que estaba desaventajado. Pero me la banqué bien.
13. En cambio, en Hoy Va a Ser un Gran Día estuve perfecto, con mucha potencia y sobre todo soltura. Ayudó ovbvio que ya había roto el hielo, y que el tema no era tan difícil como el otro. Y por supuesto la alegría del momento, a la cual Diego contribuyó muchísimo, alegría que me sacó y me hizo bailar, aunque tímido y amateur, moviendo los hombros, pies y la mano izquierda mientras movía la cabeza justo antes de llegar al estribillo.
14. Sin duda el cierre fue otro gran momento, cuando me saludó Diana María. “Hola, te felicito, que tengas éxito en el canto”, dijo. “¿Gracias, ¿cómo es tu nombre?”, pregunté al no verla. Me lo dijo y ahí agregué: “Ah, ¿cvómo estás? Encantado de conocerte…”. Me agradeció y al toque me dijo de su canal en YouTube. Divina.

Apostillas de una noche imborrable. Imborrable como el show de Diego Desanzo. Imborrable como que un día pisé el Teatro Astral.

domingo, 4 de diciembre de 2016

!CANTÉ EN EL TEATRO ASTRAL!

No es otro que el Señor Dios el autor de toda bendición. Y cuando las bendiciones vienen hay que disfrutarlas a pleno. Hace un rato viví la noche más grande hasta hoy de mi vida musical, al acompañar al gran Diego Desanzo en los coros de dos temas suyos en su monumental show que dio en el Teatro Astral, uno de los típicos de la famosísima calle Corrientes de Buenos Aires. Sí, aunque sea en el coro, canté en el Teatro Astral. La presentación más grande de mi vida…

Tiempo atrás había contado que este extraordinario de Diego Desanzo, a quien les recuerdo conocí en mi actuación en el restó Bartolo de Munro, me había invitado a verlo al Astral. Pero no dije nada de que me había invitado a cantar con él. Un genio de la sensibilidad humana como él sólo lo puede hacer posible. Fijarse en un chiquito como yo en un par de presentaciones, Bartolo y San Andrés Golf Club, y de ahí llevarme al Astral. Semanas atrás me confirmó y el jueves pasado, lo que contaré aparte, ensayé ahí en Capital, en Cabildo, con su banda, otra experiencia inédita y fabulosa para mí.

Pero el tema mío era como siempre cómo ir. Después de mucho buscar, mi amigo Alfredo acordó llevarme hasta el teatro este sábado por la noche. Yo había invitado a la angoleña RosaMangueira, mi conocida y divina jefa de prensa de la Embajada, de quien ya les conté más o menos la relación que nos une desde 2014, pero a ella tampoco le conté nada, le di la sorpresa. Bueno, Alfredo vino 7 y media, y a las 20.13 llegamos al teatro, lleno de gente ya en su entrada, mientras caía la calurosa pero agradable noche. Tras dejar el auto y caminar llegamos al Astral, y tras un rato me vi con Maxi, uno de los chicos del coro que conocí el jueves. Luego sí, me hicieron pasar con mis entradas (que Diego me dio antes) y estuvimos un rato largo, primero en la antesala, y luego buscando afanosamente nuestra ubicación, porque parece que los sectores no están correctamente numerados, así que Alfredo, yo y otra gente se volvía loco viendo dónde le tocaba a cada uno. Al fin encontramos la ubicación. Pero hubo que esperar un montón para el comienzo del show. Pautado para las 21. Como estamos en Argentina, la tierra de la impuntualidad, el mismo arrancó a las 21.55.

Primero la interminable tanda de sponsors, luego Fernando Mancini de presentador y al fin, de tantas palmas de la gente pidiendo su presencia, apareció Desanzo con el tema Voy a vivir de Marc Anthony. Desde ahí y hasta el final de la noche fue mezcla de un cantante de una voz potente y perfecta, una banda genial y un público superseguidor, muy copado. Desde mi palco, ubicación privilegiada que me dio, yo seguía el recital con onda y enganchado pero con tensión de cuándo me iba a tocar participar. Pasó Tormenta, invitada de lujo, pasó la cumbia, Palito Ortega, lentos, pero a mí no me tocaba. Pero no desconfié nunca de Diego, un tipo divino por donde se lo mire.

A las 23.09 fue mi primer instante cumbre, cuando Eduardo, el productor general, me vino a buscar y me llevó por largas escaleras y puertas al escenario, pero cerca de Diego y en una silla, Yo pensé “ya estamos” y me apresté bien concentradito a mi turno. Sin embargo, y más allá de un show sin desperdicio, lleno de color, calor y muy suelto con la gente, tuve que esperar nada menos que hasta las 0.21. Pasó el excepcional homenaje a Sandro, otro de los amigos de Diego, que se relaciona con grandes desde hace años. Y pasó Ezequiel, un chiquito con síndrome de Down del que él es padrino, y el genio lo hizo cantar algo de Axel, y el pibe chocho, imaginate.

Y por fin el gran momento. A las 0.22, Diego me presentó (”un amigo que conocí hace 5 meses en Bartolo”, dijo) y Eduardo me acompañó hasta él. El cantante me abrazó ahí, me tomó del hombro y mientras la gente me aplaudía, saludé y dije “gracias por el cariño”. Y nomás participé de su tema propio Lo Mejor Está por Venir. Con la garganta muy seca por los nervios y la potencia de la música, pero con la motivación del que recién empieza, canté con todo el pegadizo estribillo de la movida canción bailable. En una parte del estribo casi me atoro por la sequedad de garganta, pero puse todo y salí bien, siendo felicitado luego por la copada Jimena, otra corista. Que más tarde me animó a cantar Ahora Te Puedes Marchar de Luis Miguel. Yo no quería para no hacer la mía por sobre Diego, pero canté un toque el estribo, aunque tímido, no era lo pautado. Pero con lo hecho listo, ya estaba cumplido mi sueño, mi anhelo.

Entonces empecé posta a disfrutar el show ahí mismo, al lado de mi micrófono, aplaudiendo con ganas cada tema, cada humorada de Desanzo, cada matiz de la banda. Y cuando parecía que todo se cerraba sin la otra canción que Diego había arreglado conmigo, al final me tocó de nuevo. Y a las 0.55 fue el otro momento fuerte para mí, cantando a todo dar su otra propia Hoy Va a Ser Un Gran Día, tema que me salió mejor porque era menos exigente vocalmente. Y de la alegría, lo bien que la pasaba, lo feliz que era, ni me importó el qué dirán y me puse a bailar con tímidos y amateurs pasos. Fue un cierre acorde con un show de primerísimo nivel, perfecto y al mismo tiempo divertido, sobrio y al mismo tiempo informal, sin desperdicio alguno. Tres horas de las que yo participé con enorme gusto.

Terminado el gran ruido, me acompañaron a un costado, todos me saludaron y felicitaron, entre ellos nada menos Diana María, la excepcional cantante melódica argentina. Y ni hablar los copadísimos músicos, nada que ver con sus pares nariz para arriba, muy cálidos y buena onda. Igual que Diego, que luego me abrazó y posamos para una de las tantas fotos que le tomaron. Al final vino Alfredo, que gustó mucho de la noche, suerte porque pensaba en irse temprano para cenar en su departamento, y tras una breve charla y saludo con el crack principal (“llamame y esta semana tomamos un café”) me fui a eso de la 1.30 de la mañana para casa. A dormir. A soñar con una noche mágica, inolvidable. La noche en que pisé y canté en el Teatro Astral. Nada menos que mi música en el Teatro Astral.



sábado, 3 de diciembre de 2016

RECORDANDO EL 86: CUANDO APROBÉ PRIMER AÑO DEL GÜEMES

La profe de Biología (materia que aprobé) en la experiencia de campo de Bella Vista, en junio del 86

Esta tarde calurosísima en Buenos Aires me trae mucha nostalgia. Más si es de fin del año. Por eso vuelvo a abrir la sección Recordando el 86, a 30 años de aquel año de mis 13, mi adolescencia. Y hoy recreo un aniversario muy especial, tal vez el más especial de mi 86: el día en que aprobé mi primer año en el colegio secundario, un elemento indisoluble de ese tiempo, y también, un lío y toda una novela con mi mala conducta y 7 materias a noviembre. Así fue el cierre de esa medular etapa de mi historia.

Y por fin, tras tantas piedras en el camino, el caluroso 3 de diciembre rendí bien el último objetivo que quedaba, uno de Biología. Justo el fin de semana anterior me había ido con mi familia a Pinamar, con mucho fastidio porque quería estar para estudiar. Pero esa tarde a eso de las 2 y media, hice un ejercicio de algo parecido a la cadena alimentaria que no sé cómo resolví rápido y perfecto. Tanto que la profesora, la imborrable Elena Robles de Sibeud, que todo el año había vivido retándome, se alegró y me elogió: “Yamus es muy inteligente” y me aprobó. Un final feliz para mi primer duro año.


HOY ES EL DÍA MUNDIAL DE LA DISCAPACIDAD

Hoy, 3 de diciembre, se celebra en todo el mundo el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Fue instaurado en 1992 por la ONU tras un período de 10 años, el Decenio para los Impedidos, creado por el organismo para la toma de conciencia y acciones para el mejoramiento de la situación de este grupo especial.

Como persona con discapacidad que soy, envío a todos mi spares un abrazo y mis oraciones profundas, y llamo por este medio, primero, a que ellos le den para adelante con todo, que no se achiquen ante la adversidad y ante las barreras del mundo. Y segundo, a la sociedad, que buena parte de ella como siempre digo está muy baja, que tomen conciencia de que somos personas con discapacidad, no discapacitados, y que debemos contar con las mismas oportunidades que los demás. Ojo: no sólo en lo laboral, en la calle, donde se ha ehcho muchísimo y muy bueno. Sobre todo espero que la gente en general se abra a nosotros, que en lo social no estemos tirados a un costado, que seamos integrados. Porque, como muy bien reza ese evento de la Dire de Discapacidad de Vicente López, somos TODOS IGUALES. Ojalá que todos los talentos que Dios me da de escribir, hacer periodismo y música, sirvan para ayudar y abrir puertas a esas personas tan especiales. Y, aunque alguno crea que no, esas personas extraordinarias.

viernes, 2 de diciembre de 2016

EXTRAORDINARIA SOLIDARIDAD CON EL CHAPECOENSE

Por supuesto seguimos profundamente golpeados por lo acontecido el martes a la madrugada con el trágico accidente aéreo del Chapecoense, equipo de fútbol de Brasil que viajaba a Colombia para jugar la primera final de la Copa Sudamericana. Pero quiero resaltar, en este mundo regido por el dinero, la mano ambiciosa abierta y lo material, el maldito negocio, el maldito acomodo, la extraordinaria solidaridad del mundo entero con el humilde club brasileño. Contemos: los clubes argentinos se pusieron a disposición para cesión de jugadores. París Saint Germain, hoy multimillonario club francés, le donará 40 millones de euros. Atlético Nacional (el rival de la final) está presionando para que la CONMEBOL declare campeón al Chape. Benfica, otro poderoso europeo, también ofrece futbolistas, y los clubes fuertes de la Serie a de Brasil, la Primera División, piden a la Confederación (CBF) que Chapecoense no descienda por tres años. Todo esto sin contar los innumerables mensajes de apoyo en las redes sociales y sitios web de todo el mundo, desde Lionel Messi hasta este humilde Así Es La Vida. Por suerte, a pesar de tanto dolor y defectos, el mundo aún sigue siendo mundo.

martes, 29 de noviembre de 2016

TRAGEDIA DE CHAPECOENSE: CONDOLENCIAS DE ASÍ ES LA VIDA

Es triste, muy triste. Nada más doloroso que la pérdida de vidas en un accidente. Más aún si los infortunados son deportistas a punto de ganar un torneo, sea cual fuere. Esta madrugada, el avión que llevaba al plantel de fútbol de Chapecoense, club brasileño finalista de la Copa Sudamericana, a disputar la primera partida en Colombia, cayó en una zona montañosa de Antioquia, en suelo colombiano. 76 personas perdieron su vida, entre ellas la mayoría de los futbolistas y su cuerpo técnico, sólo sobrevivieron tres deportistas.

Qué decir cuando hay una muerte. Una o 1200, una o 76, una o dos, sea conocido o no. En el caso de este ser humano, periodista, lamento que en el siglo XXI todavía haya que saber de fallas en un avión, cuando estamos hartos de la ultratecnología.

Lo único importante es enviar las condolencias y las oraciones de Así Es La Vida a los familiares, al club y a los hinchas del mismo. Porque por más que no sean cercanos, hasta el otro día los critiqué en mi crónica en Tribunero.com por su nivel de juego, el cual es mi trabajo, son seres humanos. Y como tales, merecen nuestra atención. Aunque la misma sea triste, tan triste.