Muchas veces, sobre todo en los primeros tiempos del blog, conté que para mí el viernes tipo 6 de la tarde es un momento más que sagrado, ya que es mi tiempo perfecto para el rélax de mi agitada semana, recordando esos viernes cuando volvía del colegio, especialmente la secundaria. Así, en 2014 me inspiré y entre tantos temas musicales propios compuse La Confitería, que pueden escuchar en mi canal de YouTube DIEGO CANTAUTOR. Fácil, simple, como la onda de que tras una semana agitada, me junto con amigos a volar un poco, a respirar, no sólo aire. A que nos contemos cosas lindas, nos riamos, anécdotas, con una mesa y una merienda de marco. Incluso, como cierra risueñamente la movediza canción, que hablemos de mujeres, obvio dicho con la mejor intención. Un tiempo que no existe, se queda detenido, y por él volamos de una punta a la otra de la vida. Escuchen la letra, es el reflejo de ese tan precioso momento y que me parece, a los argentinos nos hace buena falta. Como la música.
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
viernes, 25 de octubre de 2019
LA CASA ESCONDE, PERO NO ROBA...
Es uno de los dichos más populares de todos los tiempos. Cada vez que perdemos alguna pertenencia, sea o no de valor, nos ponemos (me incluyo) locos y empezamos un rally, depende de cuán grande sea nuestra casa, para encontrarlo. Y alguien de nuestro entorno nos recuerda hasta con tono especial: "La casa esconde pero no roba". No sólo dicho popular, parte del folklore, sino gran verdad sostengo. Es así, la pertenencia que buscamos en nuestra casa no puede, generalmente, salir de ella. Que yo sepa, las cosas materiales no vuelan y salen por un costadito de un mosquitero abierto o por debajo de la puerta. Pensemos en el dicho y no nos volvamos tan locos. Nuestra casa no nos puede robar, simplemente es un sustito de vez en cuando.
lunes, 21 de octubre de 2019
VARIAS MUJERES COINCIDEN: NO GUSTA EL FÚTBOL FEMENINO
Se sabe que las mujeres, por quienes siempre trato de expresarme con respeto, han igualado a los hombres o pasado al frente, lo cual es bueno en algunas cosas y no tanto en otras. Una de ellas es el fútbol femenino, el que a mí nunca me gustó desde sus inicios por la década del 90. Como el rugby o Dios nos libre, el boxeo, no es un deporte apto para sus físicos, en mi humilde opinión y sin querer discriminar a nadie. Sin embargo, no soy el único que le esquiva. Varias mujeres consultadas por Así´Es La Vida, de varias edades distintas, dicen lo mismo. Y lo expresan con claridad, hasta decir que están en contra de que sus colegas pateen una pelota. Que las damas tienen derecho a todo, obvio, si hasta yo he cubierto varios torneos como Mundiales y notas varias sobre ellas para Tribunero.com, que le da bastante difusión. Pero da la sensación de que los medios lo difunden más por la remanida igualdad de género que por el espectáculo. Pero no hay problema por la igualdad: a ellas el fútbol de ellas tampoco les apetece mucho.
domingo, 20 de octubre de 2019
FELICIDADES MADRES, POR DARNOS A LUZ
Hoy se celebra en la Argentina, como cada tercer domingo de octubre, el Día de la Madre. Y claro, en esta vorágine del día a día, por suerte nos acordamos de saludar, de la forma que sea, a la nuestra, la mujer más importante de nuestra vida, más allá de las zonceras de esta sociedad sobre ese concepto. Y cuando el Día pasa, por suerte también, esta sociedad vertiginosa se acuerda de que la tiene, la trata, la ama (o no, según el momento), convive con ella, le pide, le da, comparte todo.
Todo muy bien. Pero pongámonos a hilar un poco más fino. No nos acordamos ya, porque no lo vivimos pero no lo pensamos, del esfuerzo enorme que nuestras madres hicieron para traernos al mundo. Llevar un embarazo durante nueve meses, correr riesgos en cualquier lugar con el bebé a cuestas, los líos que la gestación acarrea en su cuerpo. Y qué decir cuando la fecha de parto llega. La internación, los trámites, las contracciones, el trabajo del parto, hasta esa cierta depresión posparto. Por supuesto, los síntomas del mismo. Y luego, todo el trabajo de la lactancia, la cuarentena y demás. Ellas, nuestras madres, sólo saben qué tuvieron que atravesar para darnos a luz. Tuvieron que ser reales guerreras frente a tanto lío. Entonces, hoy reconozcámosles lo que se rompieron para tenernos. Como lo hizo mi eterna Anita, que hasta superó un complejo problema de salud para que yo esté aquí escribiendo este blog o haciendo tantas cosas de mi vida que ustedes conocen. Las madres son luchadoras por excelencia, ya desde ese día de su embrión. Desde ese día, felicidades para cada una de ellas.
Todo muy bien. Pero pongámonos a hilar un poco más fino. No nos acordamos ya, porque no lo vivimos pero no lo pensamos, del esfuerzo enorme que nuestras madres hicieron para traernos al mundo. Llevar un embarazo durante nueve meses, correr riesgos en cualquier lugar con el bebé a cuestas, los líos que la gestación acarrea en su cuerpo. Y qué decir cuando la fecha de parto llega. La internación, los trámites, las contracciones, el trabajo del parto, hasta esa cierta depresión posparto. Por supuesto, los síntomas del mismo. Y luego, todo el trabajo de la lactancia, la cuarentena y demás. Ellas, nuestras madres, sólo saben qué tuvieron que atravesar para darnos a luz. Tuvieron que ser reales guerreras frente a tanto lío. Entonces, hoy reconozcámosles lo que se rompieron para tenernos. Como lo hizo mi eterna Anita, que hasta superó un complejo problema de salud para que yo esté aquí escribiendo este blog o haciendo tantas cosas de mi vida que ustedes conocen. Las madres son luchadoras por excelencia, ya desde ese día de su embrión. Desde ese día, felicidades para cada una de ellas.
jueves, 17 de octubre de 2019
AH, QUÉ LINDO TENER ESPACIOS VACÍOS...
No estoy escribiendo de fútbol, aunque podría aplicarse el título. Pero no. Me refiero al tiempo libre que cada uno de nosotros necesita. Pasa lo siguiente: uno se engancha, aparte de su trabajo principal, su profesión, en otras muchas actividades, productivas o no, eso lo podemos discutir largo, seguro. El asunto es que a veces el trabajo, el entorno social y las actividades crean una masa que nos puede abrumar. Que, a veces, nos abruma. Y terminamos quejándonos de que no tenemos tiempo. Y terminamos, como pasa hoy día, en la histeria, en los nervios, en el agotamiento físico y psicológico, CUANDO NUESTRA VIDA DEBERÍA SER TODO LO CONTRARIO.
Bueno, para contrarrestar esos efectos, existen los espacios vacíos. ?Qué quiero decir? Espacios donde no hay compromiso, horario, donde no hay calendario prefijado. Donde uno puede hacer esa llamada que hace mucho no hacía, visitar ese amigo que viene postergando, hacer otra cosa distinta que tenía en mente. O, por qué no, no hacer nada, descansar. Tampoco quiero sugerir que uno tiene que vivir como en un convento, casi a punto muerto, meditando como monje. Simplemente un equilibrio. Un poco de todo, trabajar y estar activo, pero también permitirse la pasividad, el reposo, el frenar, el parar un poco. En una palabra, paremos un poco. Sólo un poco, que después tendremos más fuerza para seguir.
Bueno, para contrarrestar esos efectos, existen los espacios vacíos. ?Qué quiero decir? Espacios donde no hay compromiso, horario, donde no hay calendario prefijado. Donde uno puede hacer esa llamada que hace mucho no hacía, visitar ese amigo que viene postergando, hacer otra cosa distinta que tenía en mente. O, por qué no, no hacer nada, descansar. Tampoco quiero sugerir que uno tiene que vivir como en un convento, casi a punto muerto, meditando como monje. Simplemente un equilibrio. Un poco de todo, trabajar y estar activo, pero también permitirse la pasividad, el reposo, el frenar, el parar un poco. En una palabra, paremos un poco. Sólo un poco, que después tendremos más fuerza para seguir.
UN SER FALLECE, SU LEGADO QUEDA
Esta nota va con mucho respeto, y abrazo fraterno en el caso que haga falta, a quienes han perdido un ser querido, sea de la forma que sea, a la edad y tiempo que sea. Siempre escucho hablar a gente de su tristeza, su melancolía, lógica. Y también, asociado a esos sentimientos, enseguida (como es mi caso) los recuerdos, las vivencias, la vida que ambos o ese grupo llevaron junto a esa persona.
De eso se trata mi reflexión. Claro que no es nada alegre, pero sí ante el dolor de la ausencia, un pequeño confort interior al alma. Es el pensar lo que ese ser nos dejó tras su paso por este mundo, un legado que nos queda en nuestro corazón y que nos permite no sólo mitigar la pena, sino tenerlo más presente. Vivir como él nos aconsejó, vivir lo que él vivió de bueno, alegrarse y valorar cada felicidad vivida. Rescatar, como en un archivo imaginario, todo lo positivo que él nos transmitió. No hace falta ser Freddie Mercury ni el Papa Juan Pablo II para dejar legado. Para nosotros, el cariño que sentimos por ese ser es por algo. Porque ese ser fue y será tan grande como los nombrados.
De eso se trata mi reflexión. Claro que no es nada alegre, pero sí ante el dolor de la ausencia, un pequeño confort interior al alma. Es el pensar lo que ese ser nos dejó tras su paso por este mundo, un legado que nos queda en nuestro corazón y que nos permite no sólo mitigar la pena, sino tenerlo más presente. Vivir como él nos aconsejó, vivir lo que él vivió de bueno, alegrarse y valorar cada felicidad vivida. Rescatar, como en un archivo imaginario, todo lo positivo que él nos transmitió. No hace falta ser Freddie Mercury ni el Papa Juan Pablo II para dejar legado. Para nosotros, el cariño que sentimos por ese ser es por algo. Porque ese ser fue y será tan grande como los nombrados.
domingo, 13 de octubre de 2019
QUÉ POCO NOS MUEVE LA SELECCIÓN
Otros tiempos, cuando uno sabía que jugaba la Selección argentina de fútbol, casi se le erizaba la piel y por supuesto los nervios, más allá de quién jugara o quién fuera el técnico, o qué clase era el partido. Pero como tantas cosas en el mundo, con el paso de los años la vida cambió mucho. Y hoy, no nos agarra ese cosquilleo por la albiceleste que antes sentíamos. Es cierto que los bajos resultados, las finales perdidas del Mundial 2014 y las Copas América, nos redujeron esas ganas. Pero ya venimos de décadas, yo estimaría desde los 90, que la Selección nos mueve muy poco los pelos. Puede influir también la "generación Perdedora", los pobres rendimientos de las estrellitas europeas, empezando por nuestro demasiado querido Messi. O la irregularidad de los nuevos convocados, o la desorganización de la AFA que no ha sabido qué ahcer con el famoso proyecto de selecciones, como el asunto del entrenador, en este momento Lionel Scaloni. Hay un poco de todo. Pero levantarse un domingo como hoy antes de las 11 de la mañana para este encuentro contra Ecuador no le cambia la agenda ni le qita el sueño a nadie. Hoy es así. Que ellos, los comandantes de la gloriosa Selección, trabajen para cambiar esa realidad.
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