Es el medio más práctico y útil. Es lindo y lleno de magia. No hay otro que se lleve en un bolsillo, incluso en esta vida digital. La radio es un fabuloso invento que hoy cumple nada menos que 100 años. Larga y rica historia, que va de esos chicos de las primeras pruebas a la radio a válvulas, a la chiquita, al radiograbador doble cassettera, al autostereo o ahora al todopoderoso celular.
Argentina tiene el orgullo de ser el primer país de habla hispana en realizar transmisiones de radio, un elemento creado entre fines del siglo XIX y comienzos de los 1900. Un 27 de agosto de 1920, los estudiantes de Medicina Enrique Susini, Luis Romero Carranza, César Guerrico y Miguel Mujica tuvieron la idea de hacer una transmisión masiva con un primitivo equipo desde el techo del Teatro Coliseo de Buenos Aires, por lo que fueron llamados "los locos de la azotea". La misma fue la ópera de tres actos Parsifal de Richard Wagner, y su buena recepción generó que se empezaran a pasar conciertos de otras óperas, hacerlo desde otros lugares como el Teatro Colón y las primeras emisiones de noticias. De a poco la locura de estos cuatro aventureros se expandió y surgieron Radio Argentina, Splendid, El Mundo, Rivadavia, Mitre, Belgrano y un puñado de otras tantas, con lo que para mitad de los 20 teníamos interesante tráfico radial.
Pasó el tiempo, los conciertos y las óperas le dieron paso a los noticieros, y a un gran pilar del medio: el deporte, primero con el boxeo, la famosa pelea entre Luis Firpo y Jack Dempsey, y luego el gran fútbol, con un Argentina-Uruguay en 1924. Llegó el parlante, mejoró la calidad de sonido y los receptores comenzaron a ser populares. De ahí y de esa forma arrancó la carrera de la radio, que incluyó al recordado radioteatro, aquellos legendarios programas de tango o folklore, míticos locutores y animadores y una gran renovación década a década, hasta el surgimiento de las FM, la música moderna, las emisoras comunitarias y con el nuevo milenio, la era digital.
Una trayectoria que tocó a cada uno de nosotros y nuestra historia personal. Así yo pasé de las radios de bolsillo en los 70 al doble cassettera ochentoso, a los equipos de hoy más chicos y prácticos y de a poquito a poner radio en el celular. Así la escuché en la ducha, la pieza, el jardín, el comedor o la ccama. Así vibré con ella un domingo soleado de fútbol o intenté dormir con el volumen mínimo de noche. Y ni hablar cómo viajé por miles de paisajes con la del auto de turno de la familia. Y lo más grande, me metí en su cocina con mi trabajo, desde aquel programa Hot Dog con los pibes de la secundaria a mi tarea periodística, que me sienta mejor en este medio. A la que retorné este 2020 en Tribunero, justamente en sus 100.
La radio no tiene imagen, tira algún raro. No le hace falta, el sonido crea la imagen. Crea la magia de la radio. Esa magia, esa vida que ya es bellamente centenaria.
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
jueves, 27 de agosto de 2020
martes, 25 de agosto de 2020
BURBUJA, LA NUEVA DEL COVID
Desde marzo con la pandemia de coronavirus, los argentinos nos hemos acostumbrado a una nueva terminología, entonces rara pero con tanta repetición ya clásica. Primero conocimos el coronavirus, que veíamos de lejos con indiferencia. Cuando tocó acá, empezamos con la cuarentena, primero la optativa (¿se acuerdan la optativa?, una semanita), luego la que pasamos hoy, la obligatoria. Entonces se nos recomendó el distanciamiento social y el barbijo. Luego se habló del sexting o sexo virtual. Después, la curva de contagio y el famoso pico de la pandemia que recién ahora nos pega. Empezamos con el AMBA, abreviatura jamás usada para el aglomerado Buenos Aires Provincia y Ciudad. Con los meses hablamos de flexibilización o desconfinamiento. Ahora el virus se llama Covid en lugar de coronavirus. Y ahora, al diccionario pandémico agregamos burbuja. Que no es la de un champagne o de gaseosa, es la sanitaria, es decir, un espacio con acceso restringido para evitar contagios. Clubes deportivos, como el fútbol, ahora se hospedan en burbujas. Muy pintoresco. Ahora, la irresponsabilidad de la insociedad, la desobediencia, las dudas de los gobiernos, la impaciencia pública, eso no varió nunca. Igual que el bombardeo mediático, peor que el de una guerra, que a veces nos destruye como aquélla. Claro, la burbuja suena más lindo. Pero los demás términos siguen siendo pandemia.
viernes, 21 de agosto de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: ESTACION DE SERVICIO
Uno de los más lindos juguetes de mi infancia, allá por 1979. Me la regaló mi tío y era enorme, con un techo rojo que decía YPF y dos pisos: uno para guardar los autitos que venían en ella y el otro con compartimentos de lavado, engrase e increíbles surtidores hasta con su manguerita sobre el piso amarillo que decía ‘’estacionamiento’’. Y al costado, una rampa blanca que permitía a los auttitos subir y bajar por allí. Con ella jugaba sobre la cama (en donde casi siempre lo hacía con todos mis juguetes), como lo hice una mañana de semana.
miércoles, 19 de agosto de 2020
A 30 AÑOS DE AQUEL FRUSTRADO MUNDIAL DE BASQUET
Si hoy decimos básquet en Argentina decimos gloria, generación dorada, Ginóbili, etc. Pero hace 30 años, en agosto de 1990, el panorama era completamente contrario y negativo. En el país, que se reponía del pésimo 89 de hiperinflación bajo el primer mandato de Carlos Menem, se jugó el Mundial. Y resultó un fracaso rotundo. Es que ese Mundial no dejó nada. No dejó infraestructura, ya que no se construyeron ni refaccionaron estadios. Tampoco difusión del deporte, porque el torneo fue utilizado, ante todo, políticamente. Y mucho menos beneficios deportivos, luego de una actuación del seleccionado tan mínima como descolorida, ya que dirigido por Carlos Boismené fue octavo sobre 16 equipos, con sólo dos triunfos, el recordado épico a Canadá y a Egipto.
Al menos, para mí fue un lindo recuerdo de mi fin de adolescencia, en pleno quinto año del Güemes de Carapachay. Igual que en junio con el Mundial de Italia de fútbol, viví el de básquet con intensidad. Todas las tardes tras el colegio y las noches seguí también en ATC los partidos de Argentina y los demás; al mediodía veía la previa del primer encuentro del día. Al inicio me alegré y luego me decepcioné con la Selección, mientras me entretuve con otros equipos, el juego, las síntesis en Clarín y algún relato por radio o un dúplex de la TV. Incluso quise ir a Villa Ballester, sede del grupo de Estados Unidos, pero no pude. Todo a la par que jugaba con aquel aro regalo del Día del Niño; el torneo me daba ganas de ir al fondo y así hacía los fines de semana. Por todo eso el Mundial fue una alegría en esos duros días y un placer que disfruté. En cambio, para el país fue un evento frustrado.
Fuente: Revista Básquet Plus
Al menos, para mí fue un lindo recuerdo de mi fin de adolescencia, en pleno quinto año del Güemes de Carapachay. Igual que en junio con el Mundial de Italia de fútbol, viví el de básquet con intensidad. Todas las tardes tras el colegio y las noches seguí también en ATC los partidos de Argentina y los demás; al mediodía veía la previa del primer encuentro del día. Al inicio me alegré y luego me decepcioné con la Selección, mientras me entretuve con otros equipos, el juego, las síntesis en Clarín y algún relato por radio o un dúplex de la TV. Incluso quise ir a Villa Ballester, sede del grupo de Estados Unidos, pero no pude. Todo a la par que jugaba con aquel aro regalo del Día del Niño; el torneo me daba ganas de ir al fondo y así hacía los fines de semana. Por todo eso el Mundial fue una alegría en esos duros días y un placer que disfruté. En cambio, para el país fue un evento frustrado.
Fuente: Revista Básquet Plus
Etiquetas:
aniversarios,
Argentina,
Así Es La Vida,
básquetbol,
Diego Yamus,
historias,
Instituto Martín Güemes de Carapachay,
política
domingo, 16 de agosto de 2020
QUÉ SIGNIFICA BMW
De tanto repetir nombres ccomunes y propios, uno ni repara en su origen. Es el caso de una sigla, que uno hasta nombra como si fuera una palabra más, incluso a veces duda si es una o la otra. Y si es una sigla, tal vez ni sabe qué significa. Es el caso de BMW, la famosa y hermosa marca alemana de vehículos, especialmente autos, de alta gama. BMW es la sigla de Bayerische Motoren Werke AG, en alemán "fábrica de motores bávara S. A.", ya que se encuentra en Munich, ciudad emblemática de Alemania que pertenece al estado de Baviera, y que se ha enfocado desde su fundación en 1916 en la construcción de motores de todo tipo y uso, hasta para la Segunda Guerra Mundial. Su primer auto fue recién en 1930, después hizo de todo y creció a la par de las nuevas eras hasta que ahora presenta lo último en autos eléctricos y autónomos. No hace falta decir "me compré un Bayerische Motoren Werke", con decir BMW alcanza. Pero al menos ya saben qué significa.
sábado, 15 de agosto de 2020
SOLO LOS CATOLICOS QUEREMOS A LA VIRGEN
En este Día de la Asunción de la Virgen María a los Cielos, los creyentes católicos estamos más que felices. Más allá de cualqier clase de liturgia sobre el significado de este día, sentimos gran emoción y alegría, y vamos (más allá de esta cuarentena) a misa de precepto, es decir obligatoria. Yo personalmente lo vivo como el día más importante de la Madre, más que un 8 de diciembre, pero son mis sentimientos y punto. Lo que sí asombra, a veces duele, es que los católicos, sea como sea, somos los únicos que amamos, veneramos, respetamos al menos a María. Los cristianos separados (evangélicos, adventistas y otros) ni quieren oír hablar de Ella, es más, se atreven a discutir su virginidad. Qué decir de los judíos, justamente los correligionarios de María, que hablan pestes. Ya ni analicemos hinduistas, musulmanes, menos fetichistas obviamente. Es triste, con todo lo que Ella hizo y hace, vaya si hace, por nosotros. No sólo nos dio a Jesús, Nuestro Señor y Salvador, aparte intercede por nosotros, ama, acaricia, consuela, enseña, guía. Puf, si hace. Pero sólo el catolicismo le lleva el apunte. Los demás, nada. Suerte que María perdona y entiende.
OJO COMO REZAMOS EL AVE MARIA
Felicidades para los católicos, los únicos que veneramos a la Virgen María. Hoy es el Día de su Asunción a los Cielos, es decir, que Ella no debió morir para ir allá sino que subió directo. Bueno, yo prefiero con simpleza de chico decir que es su día y punto. Así lo vivo y lo festejo. Y entre otros regalos, le digo un Ave María. Sí, digo, no rezo. Rezar es recitar, incluso el origen de la palabra lo afirma. Por lo que para los creyentes, si bien no soy catequista, sugiero que a la Virgen se le DIGA esa oración. Ni se la lea ni mucho menos la recite. Porque cuentan quienes saben más que Ella considera un Ave María bien dicho una flor. Y si le vamos a regalar flores, tienen que ser nuevitas, lindas. Por lo tanto, ese "DiostesalveMaríallenaeresdegracia", así, todo junto, es feo. Reparemos en el saludo del ángel Gabriel, en cada palabra, en cada verbo. Le hablamos a la Madre de Dios y Madre Nuestra. Ella igual gusta de todo cuanto se la alabe. Pero si lo podemos hacer bien, mejor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)