martes, 30 de junio de 2015

DIOS ES PERFECTO

A menudo los hombres, especialmente los argentinos, solemos echarle la culpa al otro. Y sobre todo, la mayoría de las veces ese otro es Dios. Cuando Él no nos da lo que queremos, o nos da lo que no queremos, o permite lo que no tendría (según nosotros) que permitir o viceversa, enseguida le cargamos los errores como hacemos entre nosotros. O lo que es peor, lo dejamos de costado, nos alejamos de Él temporaria o definitivamente. Más o menos lo que hacemos entre nosotros, los seres humanos.

Pero no, nada de eso debe ser así, especialmente para quienes creemos en Dios. Si creemos, no podemos contradecir nuestra fe enojándonos o dejándolo. Sí podemos hablar con Él, pedirle, plantearle, hasta atrevernos a reclamarle con sinceridad y respeto. Pero tengamos presente que Dios es perfecto. Que ël sólo sabe perfectamente lo que nosotros necesitamos, lo que no, lo que nos hace bien y lo que nos hace mal. Dejémonos llevar por Él, que es la perfección sobre toda perfección, el amor sobre todo amor, la fortaleza sobre toda fortaleza, el poder sobre todo poder. Él es perfecto, entonces nunca podría equivocarse. Lo único que le faltaría a este mundo en plena destrucción es que Dios se equivoque en algo, sería tremendo para nosotros. Pero no es así, aunque nosotros no lo podamos ver. Dios es perfecto. Y además, lo más importante: si le llegamos a sugerir que se equivoca, no nos castiga ni nada de esas cosas que el mundo dice. Dios nos ama más todavía. Sigamos sus huellas. Gloria a Dios y queEl siempre los bendiga y les ayude a confiar en Él cuando les marque el camino.

sábado, 13 de junio de 2015

!FELIZ DÍA DE SAN ANTONIO!


Foto mía de 1984 junto a mis inolvidables maestras Maruca y Patricia en el Colegio San Antonio.

Hoy 13 de junio se conmemora otro aniversario patronal de San Antonio, uno de los grandes santos de la historia, el de los objetos perdidos pero popularmente también conocido como el de los novios. Para quien escribe, siempre el 13 de junio es un día muy especial porque San Antonio le dio nombre a mi escuela primaria, el lugar donde fui tan feliz entre 1979 y 1985. Por eso, para los miembros directivos del majestuoso San Antonio de mi Carapachay y para la comunidad de la Parroquia San Antonio, vayan mis saludos y bendiciones de la Virgen María y Nuestro Señor Jesús, como así también para los devotos de este excepcional santo.

lunes, 25 de mayo de 2015

!FELIZ CUMPLEAÑOS 205, ARGENTINA!

Hoy, 25 de mayo, mi amada Argentina cumple 205 años de libertad. Y en este día, como en cualquiera de los otros recordatorios que he escrito, más que la gloriosa historia de 1810 me interesa reflexionar cómo tenemos que vivir este u otros días patrios. Porque las celebraciones, la escarapela, los almuerzos con las comidas típicas, la música o los actos protocolares son muy lindos y hasta emocionan. Pero tenemos que mirar más allá. Mirar cómo estamos los argentinos hoy, mirar cómo vivimos, con nosotros mismos o con los demás. Mirar la confrontación o la desunión, el descontrol de la violencia o la pobreza, mucho mayor que lo que se dice. Mirar que nuestra imagen al mundo no es tan buena, que tenemos mucho que mejorar, o mejor dicho, cambiar como sociedad. Ojo: también podemos ver y celebrar las cosas buenas que aquí existen: los paisajes, la tierra fértil (creo que acá es el lugar donde mejor se come), las riquezas materiales y espirituales, que aunque pocas existen, las científicas, las docentes que las hay y muchas. Incluso, como mencioné en otra entrada, tenemos la fe en el Señor y en Nuestra Madre, que ha dicho que Argentina será salvada del apocalipsis. Una tierra cálida, pródiga, llena de amor, pero donde también hay gente que no vive bien. Una tierra rica que mucha otra gente ha empobrecido a todo nivel. Y un 25 de mayo que más que un simple recordatorio tiene que ser un día de alegría y descanso, no sólo laboral sino espiritual. Y que de ninguna manera debe ser politizado, porque eso es lo que a mí particularmente me preocupa. Ojalá vivamos éste y los otros feriados patrios con esta mirada m´´as amplia, porque para ser buen argentino, aparte de cantar el himno y llevar la escarapela, hay que ser buena persona. Ojalá así lo vivamos. Felicidades Argentina, y que Dios y la Virgen María te bendigan en este, tu día.

lunes, 18 de mayo de 2015

¿ALGUIEN SE SIENTA CON LOS QUE HACEN LÍOS?

Ésta es una mirada distinta sobre todo lo malo que pasa no sólo en Argentina sino en el mundo. Sabemos que son tiempos difíciles, duros, que todos tenemos problemas,que no hay trabajo, esos justificativos que en parte son ciertos y en parte no pero que además no me convencen del todo, porque además las cosas malas pasan desde que el mundo es mundo. Sabemos de peleas, delincuencia, violencia, drogadicción, prostitución, alcoholismo, violencia familiar, de género (lo que no entiendo, la violencia no tiene clasificación), atentados, etc. Peor aún, hay una total pérdida de valores desde hace muchos años, más allá de los gobiernos o los medios de comunicación de turno.

Todo muy bien, o muy mal para decirlo mejor. Ahora bien, yo me pregunto y les pregunto: ¿ALGUIEN SE SIENTA A PENSAR QUÉ PASA CON ESA PERSONA QUE COMETE ACTOS MALOS? Por ejemplo, si uno mismo está mal por dentro, le hace mal a los suyos pero los suyos (sea familia o amigos, o quienquiera que sea) no lo contienen, o lo aconsejan mal, o no lo aconsejan que es peor, o lo tratan mal, ¿cómo después podemos pretender que esa persona que no recibió amor no se transforme en delincuente, drogadicto, violador, lo que sea? O no tanto como eso, pero alguien que le hace mal a quienes lo rodean. Hace falta la comprensión, ésa es la palabra justa. Por eso, sostengo yo firmemente, pasa lo que pasa en el país, en la sociedad, en el mundo, en el Boca-River del otro día que mejor ni acordarse, reflejo y fruto de una sociedad enferma de falta de respeto, amor, consideración. O las cosas que vemos en los medios, o en las redes sociales, o en la vida cotidiana. Yo mismo, que no me excluyo ni mucho menos, he sido bien educado y por eso creo que mi lenguaje trata de ser correcto, mi mensaje (o el de mi blog) trata de ser de buenos valores. Imaginen si yo no hubiera recibido el amor de mi familia o amigos, la contención (que no es una palabra vana), qué sería ahora. Claro que no justifico las malas acciones, sean de la índole que sean. Pero no por eso tenemos que CRUCIFICAR al otro, y me pasa a mí también, a favor y en contra. Repito: sentémonos un rato en medio de este mundo apurado a ver qué le está pasando al otro, por qué su comportamiento, por qué esa forma de ser y de vivir, qué o quiénes lo llevaron a tal o cual maldad. Porque aquí en la tierra podremos ser uno más bueno que el otro, pero frente a Dios somos todos iguales. Justamente, Jesús y su Madre, Nuestra Madre María, se sientan con nosotros a hacernos reflexionar en cada palabra suya, qué nos pasa, por qué vivimos como vivimos. Así Es La Vida les desea con la mayor de las humildades que empecemos a pensar en arreglar lo malo en lugar de destruirlo más. Porque ese o eso malo, si nosotros intentamos ayudarlo a corregirse, se puede volver bueno.

sábado, 16 de mayo de 2015

!FELIZ CUMPLEAÑOS, TÍO OMAR!


Exactamente una semana después de mamá, me toca escribir sobre su hermano, mi adorado tío Omar Alberto Camerucci. Es que justo una semana y 9 años después de ella, el 16 de mayo de 1950, nacía el inigualable tío. El de la sonrisa y el buen humor permanente, el de su voz potente y su fuerte personalidad, su bigote, su buena pinta, su rosario de malas palabras (un especialista, por algo le decían "Kelo"), animador de reuniones y cumpleaños en casa o en lo de mi abuela. También, claro, el gran corredor de motociclismo (su gran pasión) subcampeón nacional en 1980, el de las motos o autos de lujo, el del departamento El Atlántico de Pinamar o la bellísima casa en la isla del Tigre, el que fue a las Bahamas o Miami, el de las mil mujeres que lo seguían por sus cualidades físicas y espirituales, el de la famosa lancha o el gran crucero, el de los crayones que me regaló y con los que yo pintaba, el de la estación de servicio de juguete, el de los ricos perfumes, el de las noches en las discotecas, especialmente la famosa New York City. El que me llevaba en su Yamaha negra por Pinamar enseñándome a manejar, un riesgo que yo no quería. O que me ayudaba a pasar los cambios en su auto, no recuerdo cuál era. El que les ganaba a todos por amplio margen con su Kawasaki en el Autódromo de Buenos Aires. Y el que una tarde , la del 3 de octubre de 1981, se fue al cielo justamente en su adorada moto en Paraná, Entre Ríos. Y que, claro, desde ese momento (en que yo tenía sólo 8 años) lo extrañé y extraño como a todas aquellas personas que me dieron tanta luz, como mamá, como mis abuelos, como mi madrina Marta. Aunque lógicamente tuve poco tiempo para disfrutarlo, todo lo que recuerdo (al igual que su hermana, mi mamá Anita) son momentos de alegría y sonrisas. A modo de regalo, desde este humilde blog y en el día de su cumpleaños número 65, va este homenaje con estas palabras que me salen del alma, lo mismo que mamá, su parte más linda. Y que quiero hacer con recuerdos y alguna que otra anécdota.

OMAR ALBERTO CAMERUCCI: UN TÍO CAMPEÓN DE LA VIDA

Mi tío materno, un referente de mi infancia, a la que contribuyó para que fuera gloriosa, no sólo por los triunfos en el Autódromo con su Kawasaki (era fanático), sino más por el enorme cariño que me dio, ayudándome a crecer. Aparte me hacía reír con sus ocurrencias o malas palabras (era un especialista, por algo le decían ‘’Kelo’’) y me regalaba juguetes de toda clase. El morocho de pelo corto, con su inconfundible bigote y voz sonora, marcó para bien la vida de mi familia, y se daba lujos como ese increíble crucero. En ese tiempo frecuentaba New York City y se distinguió por sus novias o amigas. Un tipo espectacular, un genio total, un grande para siempre.

LOS RECUERDOS DEL GENIAL TÍO

1979
Chocolate Suchard
Cada vez me deleitaba más con las golosinas, entre ellas el chocolate. Un nublado y frío domingo a la mañana mi tío Omar me regaló uno mediano de esta afamada marca que comí en la puerta de casa.

El tío en el Autódromo

Una de las grandes vivencias de estos primeros tiempos, aunque no las recuerdo tanto en este 79. Pero ya en este año iba con mi familia casi todas las tardes de domingo al autódromo Oscar Alfredo Gálvez a ver a mi tío correr (y casi siempre ganar) con su Kawasaki las carreras de motos del campeonato nacional. Y luego comentaba en el San Antonio cómo le había ido.

1980
Departamento El Atlántico (Pinamar)
Uno de los más hermosos lugares que cobijaron mis veranos en Pinamar y donde comenzó mi historia en esa pintoresca ciudad. Ese espectacular edificio estaba sobre la larga avenida Libertador, en una vereda blanca con preciosos canteros con flores en su entrada. Allí había puertas de vidrio y modernos pasillos y escaleras que llevaban a aquel tercer piso propiedad de mi tío, pequeño pero coqueto, con un living comedor, un balcón y un par de habitaciones. Era un lujo para la vista mirar por las ventanas abajo, hacia el enorme parque que rodeaba al departamentto, donde había autos estacionados.

Con la Yamaha del tío
El otro memorable del verano 80. Una soleada y calurosa tarde manejé la potente moto Yamaha negra por una de las empinadas subidas de asfalto, secundado por mi tío que me ayudaba.

Patineta azul
Me la regaló mi tío, que solía hacerme varios obsequios lindos como éste. Con la patineta azul con rueditas naranjas anduve por la vereda de la escuela 18 y hasta por ATC. Al principio me costó mucho, después aprendí y la disfruté algunos años.

La camioneta Tonka
La hermosa camioneta grande que también me trajo mi tío y con la que jugaba en el canterito redondo de la entrada de casa.

Revista Corsa
La superprestigiosa revista de autos que al parecer la lela compraba para ver a mi tío que salía a veces en ella.

El tío en el Autódromo
Un recuerdo que me alegra y me emociona del inolvidable tío, que muchos domingos a la tarde íbamos a ver allá al Autódromo correr y casi siempre ganar con la ‘’Kawa’’ las carreras del campeonato nacional; cuando ganaba era por amplio margen. Ahí anduve en los boxes, tomando alguna Coca Cola y viendo a los distintos equipos. Y a él, que a veces, y vestido de piloto con el buzo lleno de auspiciantes, charlaba con nosotros allí antes de la carrera. Después lo revivía en la Corsa en la casa de la lela; me acuerdo de Salatino, García y otros ases del motociclismo, una pasión histórica en mi familia gracias al tío y sus éxitos. Todos los recuerdos que forman un único pero imborrable y emotivo para guardar para siempre.

Pasando los cambios
Otra más del tío. Así como me hizo manejar la moto en Pinamar, una noche que volvíamos a casa y él conducía me enseñó a pasar los cambios con una antigua palanca al volante. Él los pasaba y me iba diciendo cuáles eran; cuando llegaba a cuarta, decía “cuartirolo”. Un genio.

1 de enero de 1981: en el delta del tío
El comienzo del gran 81 fue la segunda fiesta navideña que registro, en aquella preciosa casita del tío en el delta del Tigre. Allí pasamos un lindo día de Año Nuevo que se prolongó hasta la bella noche, cuando vi en TV Argentina-Alemania del Mundialito de Montevideo.

Departamento El Atlántico (Pinamar)
yo recuerdo de ese verano 81 sobre todo cuando veía al tío que salía por ahí con su potente moto.

Crayones
Un inconfundible recuerdo del año. Otro de los mil regalos de mi tío, que me los trajo de Estados Unidos. Así cambié los marcadores por éstos y pintaba con ellos. Lo único malo era cuando se partían; eran fáciles de romperse porque eran de cera. Pero fue muy lindo pintar así.

Visitas de mis abuelos y del tío
Un clásico de la década. Así como yo iba a su casa, la lela venía muchos domingos al mediodía en el viejo Peugeot 404 taxi del lelo y almorzaba con nosotros. Pero algunas veces también venía el tío en su potente y supermoderna Kawasaki negra, de la que me gustaba mirar sus botones y comandos.

Viajes en lancha
Muchos soleados fines de semana hacíamos con mi familia aquellos espectaculares viajes en la lancha de mi tío hacia su casa del Tigre. Yo, como a todas sus aventuras, le tenía bastante miedo: la lancha daba saltos y saltos por el río mientras iba a gran velocidad y debía agarrarme fuerte de una soga atada al vidrio. Pero era un paseo divertido.

Casa del tío (tire)
En un lugar paradisíaco, rodeada de frondosa arboleda, estaba la casita que visitábamos cuando íbamos allí. Aparte de mucho pasto, tenía una planta y una especie de quincho afuera, sobre unos pilotes sobre el río, y una escalera al costado que se hundía en el agua. Allí, además de Año Nuevo, recuerdo un almuerzo de domingo soleado y una tarde jugando a la pelota.

Crucero del tío
Y para cerrar los recuerdos del protagonista por excelencia del año, en septiembre nos llevó a todos a una vuelta en un majestuoso barco por el Tigre. Un viaje al que yo también le tenía pánico; incluso cuando me avisaron al mediodía, me puse a llorar. Mi tío me consoló: ‘’Pero es lindo el crucero, es como el Crucero del Amor...’’, recordando esa serie televisiva de moda entonces.
Y fuimos en su BMW negro, que manejó muy rápido (como todos los vehículos suyos) y subimos al crucero, que contaba con todos los lujos imaginables: un par de pisos, camarotes con lindas camas y almohadas con motivos ‘’marineros’’, cocina y comedor con TV, donde comimos a la noche. Y en su gran cubierta yo jugaba y estábamos al aire libre tomando sol o simplemente sentados viendo el paisaje, como cuando vi el atardecer mientras tomaba un vaso de Pindapoy. Así pasamos casi un día entero de placer en una excursión inolvidable.

UNA ANÉCDOTA

DESCUBIERTO EN LA DUCHA. Aunque parezca mentira, la única que tengo del tío. Estaba yo en lo de la lela bañándome en aquel lujoso baño, con el duchador y todo. De pronto, la lela entró para preguntarme si necesitaba algo; yo estaba obviamente desnudo, de pie y enchastrado de espuma de jabón. Entonces apareció el tío, me vio y con ironía acotó: ‘’Je, PARADO COMO EL PADRINO...’’. Un genio...

Así pasé esos ocho años de felicidad. Y aunque sean pocos, los recuerdos con él son valiossos y quiero guardarlos en esta habitación llamada Así Es La Vida. Le agradezco, como lo hice con mi mamá, por todos los momentos de alegría y luz que me brindó y que recordaré por siempre. !Viva el tío!













sábado, 9 de mayo de 2015

!FELIZ CUMPLEAÑOS, MAMÁ!




Sé que no está físicamente, pero igual la siento caminar a mi alrededor, hablarme, sonreírme, mimarme, hasta retarme, preguntarme qué estoy haciendo. Es en estos cinco años que está en el cielo la misma que siempre fue en sus casi 69 años en la tierra, aunque claro yo no estoy enterado de cómo vive allí, pero estoy seguro que está ampliamente contenta, como quería acá. Un día como hoy, 9 de mayo de 1941, mamá Anita (Ana Luján Camerucci) venía a este mundo, otro por aquel entonces seguramente.

Pensé estos días qué homenaje hacerle, uno es mi cuenta de mail o cualquier otra, otro es el tema que le compuse en 2010 y que adjunto, otro el dedicarle todas las cosas que hago, ya que ella estaba (está) en cada una de mis acciones. Otro, como ustedes saben, es este blog, que toma una frase suya, una de las tantas hermosas que tenía. Pensé qué escribir de mamá para su cumpleaños 74, no alcanza una entrada, creo que tampoco un blog. Pensé hoy a la mañana qué hacer, mientras fui a cortarme el pelo a mi Carapachay natal, donde ella me trajo un 2 de abril de 1973 a las siete y media de la tarde con mucho esfuerzo y un problema de salud encima. Pensé en una biografía, un perfil tal vez, eso podría ser. Lo poco que sé de su vida antes de conocerla, que hacía las tareas del hogar a los 9 años, que mi abuela la llevaba a estudiar danzas y a canales de TV a presentarse, que conoció a mi papá a los 19 años, que enseguida se casaron y tuvieron a mis hermanos mientras ella ya daba clases de danzas en el estudio que teníamos en casa, una casa que ella misma ayudó a construir, la gloriosa eternamente Ramón Castro 5761. Que luego dejó a comienzos de los 80 para dedicar su amor a su familia, entre ellos yo, a quien mimaba más algunas veces por ser el más chico, a quien le estaba atenta todo el tiempo en todo, a quien educó y amó de forma ejemplar, haciendo con sus virtudes que yo sea el que soy en mi parte buena. Que a fines de los 90 empezó a ayudar en el negocio de ropa de papá y luego en el mismo pero en otro lugar, que cambió de su nativa religión católica a la cristiana evangélica en los 90, igual que cambió de casa varias veces y que sus últimos años, como toda su vida, los vivió intensamente y feliz como cuando se daba todos los gustos.



Podría escribir de todo sobre mi mamá, una MADRE con todas las letras. Creo que está resumido en la canción que le compuse en 2010 y que aquí pego, o en esa cara bonita, serena, dulce de la foto, con mi perra Samanta a quien le daba casi la misma ternura que a su familia. De sus grandiosas dotes para la cocina, de sus exquisitos gustos con la comida o la música con Roberto Carlos, a quien ella dice saludó en su presentación en 1987 en San Isidro, de sus tejidos vespertinos en casa, de que hacía compras y compras de todo tipo, de sus charlas con gente en la vereda, de su alegría y sonrisa permanente, de su simpleza y practicidad para todo. Podría también hablar de sus enojos, sus errores, sus defectos, pero eso mejor no, porque era una parte chiquita de ella.

Pero preferí y prefiero escribir lo que sentí y siento (porque siempre hay que hablar en tiempo presente) de ella, como en el comienzo. Lo que me sale del alma, como cuando hago otras entradas del blog o como cuando hago una nota. Por eso, por supuesto con la melancolía del caso pero intentando que sea mucho más con la alegría que siempre nos transmitió, le regalo estas palabras, esta nota que por ahí la hace más famosa de lo que ya es para nosotros. Le agradezco no sólo por darme la vida y dar la vida por mí y su familia, sino sobre todo por transmitirme sus valores corporales y espirituales. Porque yo siento que en muchas cosas soy un reflejo de ella, siempre hablando de mi parte buena. Y tal vez también de la mala, porque tengo un carácter a veces complicado como a ella le pasaba, porque tengo algunos defectos similares a los suyos. Pero por sobre todo siento que desde que partió a su nueva casa en el cielo, se encarnó en mí o se hizo presente en todo momento y lugar, en mis alegrías y tristezas posteriores, tal cual un ángel que viene y te dice lo que tenés que hacer. El famoso ángel que Dios nos mandó a todos para marcarnos el camino. Sobre todo le estoy agradecido porque me enseñó de la vida y yo creo haber aprendido y puesto en práctica sus enseñanzas. Estoy feliz porque salvo momentos de inmadurez mía entendible de mi edad en su momento, siempre la amé en vida, no sólo ahora que escribo este homenaje, cuando la amo y valoro mucho más. Sí que me gustaría tenerla todavía, me hace falta su amor, su dulzura, su comprensión, no lo digo por papá que también se parece a ella. Pero algún día tenía que estar en un mundo mucho mejor. Y como desde allí también me transmite todo aquello, se podría decir que no me falta aunque me falte físicamente. Como excelente madre que fue y es, mamá Anita se merece este humilde regalo de cumpleaños que le hago desde mi alma para su alma, su parte más linda además de la física. Ojalá lo reciba y disfrute, desde dondequiera que esté.

viernes, 8 de mayo de 2015

AQUELLA VUELTA A LA BASÍLICA DE LUJÁN

Las peregrinaciones fueron sin duda lo mejor de mi nueva época cristiana, en los inicios de los 2000. Y aquel soleado 12 de diciembre de 2004 viví una de las más inolvidables, cuando regresé a la Basílica de Luján tras esa visita del 82. Realmente fue una gran emoción transitar esa ruta y llegar a ese lugar de infancia católica. Pero esa misa no fue lo único: pasé una jornada al aire libre en la celestial Villa Marista, un enorme campo donde almorcé con gente de la parroquia Sagrada Familia de mi Carapachay. Después, el paseo por el divino puentecito sobre el río Luján, la gloriosa película del negrito Manuel y un refresco bajo una increíble arboleda. Y la vuelta en dos micros (uno se rompió en el camino) cantando. Un día imborrable junto a Ella, la Virgen de Luján.