Hay un nuevo rey en el rally mundial. Después del gran Sébastien Loeb y sus nueve títulos al hilo, apareció otro francés con nombre parecido: Sébastien Ogier. El hombre del Ford Fiesta oficial fue sexto en Australia, la última del año, y así salió campeón por sexto año seguido, luego de sus cuatro campeonatos con Volkswagen y el de 2017 con el Fiesta. Todo gracias a que sus rivales, el belga Thierry Neuville (Hyundai) y el estonio Ott Tanak (Toyota) abandonaron justo antes de la "power stage", la especial que cierra cada carrera y da puntos extra. Impensado hasta hace un par de meses, cuando Ogier venía atrás de ellos por malos resultados, pero ganó en Gran Bretaña y hoy se consagró de nuevo. Como otro rey del rally.
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