jueves, 15 de febrero de 2018

MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: TERRAZAS DE VERANO


Increíble video de luna en la playa desde terraza en Pinamar

En los últimos años, en la bellísima costa atlántica sobre todo, se ha puesto de moda la terraza como lugar de esparcimiento y rélax. En sí, una terraza es algo increíble, sea donde sea que se encuentre. Desde una cierta altura, uno puede ver el paisaje, a lo alto, a lo lejos, a lo bajo, a lo ancho. Y así, llenar de vida la mente,con un momento único para la vista y los sentidos.


Parador Terrazas Al Alba, Pinamar

Pero más increíble, único, si esa terraza forma parte de un lugar de veraneo. Por supuesto los balconcitos de los departamentos, ni hablar con vista al mar, ensueño hecho realidad. Y más todavía si es parte de un restaurante, o como se viene estilando hace veranos de una playa, además con todo tipo de comodidades. Incluso hay balnearios que usan la terraza en su nombre comercial, caso Terrazas del Alba en Pinamar. De fantasía, porque lo he vivido y lo imagino ahora, es estar en una terraza sentado en una mesa tomando algo y viendo el paisaje natural. O cenar en una terraza de noche, con música en vivo de fondo, y hablarse con las estrellas de una noche perfecta. Verano puro, vida pura. Desde una terraza, los ojos de la mente viven lo inigualable.

miércoles, 14 de febrero de 2018

FELICES 75, PINAMAR


Foto mía en el mar pinamarense una tarde de 1989

Justo el Día de los Enamorados, una de las ciudades más lindas de la costa atlántica está de festejo. Mi amada Pinamar cumple hoy 75 años de vida, desde aquel 14 de febrero de 1943 en que el arquitecto alemán Emilio Bunge comenzó a diseñarla. Si habrá pasado agua bajo el puente, entre ella la de mis inolvidables estadías veraniegas. El departamento Bosque II, la vida en la playa a toda hora, caminar por los paradisíacos bosques, vivir el bullicio del centro, una de cuyas calles se llama justamente Bunge. Sus mil restaurantes y paseos, su vida nocturna o la tranquila de día. Sus variadas zonas, desde las más exclusivas hasta las más sencillas. El verde de la flora, el amarillo de la arena, el marrón o color similar del agua marina, a veces salpicado de blanco por las olas, los mil colores de una ciudad tan bella que perdura en quien la visite. Como me ha pasado, que cada verano la veo en mi mente. Esa Pinamar que vi cumplir 50 en 1993 o 70 en 2013, ahora lleva 75, las bodas de platino. Casada con mi alma. Felicidades a los lugareños y a quienes viven por ahí.

DÍA DE LOS ENAMORADOS: EL AMOR NO ES POSESIÓN

Muy feliz día para los enamorados, especialmente las mujeres, claro, pero a todos. En este día, y como está la sociedad, se impone que haga una reflexión. Porque pasa, y me ha pasado a mí, que el estar en pareja parece que da derecho a ser poseedor del otro. Es decir, vos hacés lo que yo te digo, no lo que nos gusta o nos sienta bien a ambos. Y si no lo hacés, me voy. Esa posesión es peligrosa, nociva, molesta, anti-amor si cabe el término. Ojo con eso, que la pareja no sea un rehén, sólo eso, una pareja, es decir, un grupo de dos personas que se aman en serio. Si comprendiéramos esto dentro nuestro, todo estaría un poco mejor. Felicidades y que, por supuesto mediante Dios, así sea.

martes, 13 de febrero de 2018

HISTORIAS DE VERANO: CORTE DE SIESTA

Cómo habrá sido el verano 91 de divertido que hasta esto. Estaba una tarde en nuestro departamento durmiendo plácidamente la siesta y como mis viejos se iban a la playa, cometieron el pecado capital de DESPERTARME DE LA SIESTA Y LLEVARME A LA PLAYA. Los quería matar. Para colmo reaccioné más o menos un mes después...

HISTORIAS DE VERANO: ROBO EN VIVO

Esta es inolvidable. Volvíamos con mis abuelos del recordado almacén Costa Azul cuando oímos gritar a una chica a quien un par de malvivientes quisieron robarle la cartera. Como la joven se puso loca, los tipos escaparon corriendo y PASARON AL LADO NUESTRO CON UNA PISTOLA EN LA MANO. Menos mal que se tirotearon con la policía en una zona desierta, que si no no contaba la anécdota. Lo más risueño es que, mientras dos autos salían a fondo en busca de los malvivientes, mi abuelo paseaba tranquilo POR EL MEDIO DE LA CALLE...

HISTORIAS DE VERANO: MAYONESA EN LA PLAYA

Fue en la playa pinamarense, donde un mediodía de sol radiante mi abuela, Margarita y yo almorzamos sandwiches. Por ese tiempo mis viejos habían mandado una provisión de pan turco. La lela, no muy acostumbrada a ese pan, no sabía cómo abrirlo. Y entonces hizo cualquiera: LO DOBLO POR LA MITAD y ENCIMA le puso bastante más mayonesa de lo aconsejable. Tanto, que la mayonesa SE ME CAYO EN LA PIERNA. Qué tipa inteligente. Mirá si justo venía mi amiga uruguaya Mónica Lienkewicz a verme...

HISTORIAS DE VERANO: PERDIDOS EN EL BOSQUE

No es el título de una novela infantil, sino lo que nos pasó a mí, mi abuela, su amiga Margarita García y mi abuelo en el gran Pinamar 91. Fuimos a caminar un atardecer por los paradisíacos bosques de eucalipto y agarramos para cualquier lado, con lo que NOS PERDIMOS y estuvimos un buen rato para encontrar el camino. Mi abuelo puteaba a los cuatro vientos...