Cómo habrá sido el verano 91 de divertido que hasta esto. Estaba una tarde en nuestro departamento durmiendo plácidamente la siesta y como mis viejos se iban a la playa, cometieron el pecado capital de DESPERTARME DE LA SIESTA Y LLEVARME A LA PLAYA. Los quería matar. Para colmo reaccioné más o menos un mes después...
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