Parece que Así Es La Vida es como Mirtha Legrand, que trae suerte. Menos de 24 horas después de quejarnos públicamente del supercalor, el Señor descargó una furiosa lluvia con truenos y todo, que cotizó en bolsa tras tantos días sin una fota. Y que aunque sea bajó un par de grados la temperatura. La humedad sigue, el calor sigue, pero al menos se puede respirar, tiene sentido bañarse y perfumarse, el baño queda en la piel y no se evapora. Mamá Anita solía decir que Dios no nos da más de lo que podemos soportar. Esta mañana se cumplió, y el agua revivió la sequedad de estos días. Ahora, que refresque un poco más. Pidamos a Dios, que Él concede.
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