Llegó el promocionado tercer milenio y el siglo XXI, tiempo de cambios en el mundo. También en el Mundial de fútbol, que por primera vez viajaba a otro continente que no era Europa ni América. En 2002, Corea del Sur y Japón, en Asia, fueron los dos primeros en organizar juntos la Copa del mundo. Hasta el Lejano Oriente debieron viajar 30 países, incluido el campeón (Francia) por última vez directo. Y en un torneo de tantos inéditos inesperados, fue sin embargo un grande, Brasil, que lo ratificó por quinta vez con otro brillante título.
Enfrentados desde la Segunda Guerra Mundial, coreanos y japoneses pelearon a brazo partido qién se quedaba con la sede, hasta que a mitad de los 90 la FIFA, como de costumbre, arregló todo y les dio el honor a ambos, como lo hizo la UEFA en 2000 con la Eurocopa de Bélgica y Holanda. Así que los dos trabajaron fuerte para convertir su poca tradición futbolística en un evento de proporciones, tanto que se construyeron 18 estadios nuevos, distribuidos en las 20 sedes, diez en cada país, con el inicio en Corea y la final en Japón.
Fue un Mundial muy especial, ya desde las eliminatorias. Gracias al constante aumento de nuevos miembros, la FIFA contó con 199 inscriptos, con lo que se dieron los debuts de nombres como Andorra, Turcas y Caicos, Vanuatu y la histórica vuelta de Palestina. Las mayores notas sonoras fueron en Europa: Eslovenia, de la ex Yugoslavia, llegaba por primera vez por sobre Rumania, mientras Holanda era eliminado. Alemania padeció un sopapo histórico (1-5) con Inglaterra y debió meterse por el repechaje. Turquía regresaba después del 54 dejando a Austria, y la misma Yugoslavia quedaba marginada. En Sudamérica, mientras Argentina no tenía problemas bajo el mando de Marcelo Bielsa, Ecuador gritaba su primer pase. Colombia no fue y Uruguay por fin sí, aunque empezó a vivir de repechaje con Australia. Otros dos nuevos fueron Senegal, sensación en África, y China, la potencia mundial que al fin llegaba, justo en el Mundial asiático.
Desde aquel 31 de mayo, los sudamericanos tuvimos que acostumbrarnos a los madrugones para ver el Mundial, cosa que era de los juveniles. En el Seúl World Cup de la capital surcoreana, fue Senegal quien dio el primer golpe batiendo a Francia, que no tenía a Zidane lesionado. De a poco, esos apellidos raros y esa camiseta amarilla serían la revelación de la Copa, al punto de casi ganarle a Dinamarca y tener 3-0 a Uruguay. Los franceses se fueron en la peor campaña de un campeón reinante sin un gol, y los celestes dejaron hasta lo último de sus almas en el épico 3-3 con los africanos, pero el remate desviado del "Chengue" Morales los eliminó. El otro impacto fue Argentina, que venía casi perfecto, pero los caprichos tácticos de Bielsa y errores en momentos claves produjeron la humillación de irse en la primera ronda tras 40 años, al no poder derrotar a un tal Suecia en el último partido. Y eso que estaban Aimar, Zanetti, Verón, Ortega, Batistuta, Crespo, el "Kili" González, el "Piojo" López. En cambio, España, Brasily Alemania ganaban sus grupos. Inglaterra era segundo sobre Argentina, mientras Italia se metía con problemas y perjudicado por los árbitros. Ecuador hacía gran papel a pesar de su eliminación, dando trabajo contra los azzurros y derrotando a Croacia. Y los exóticos locales pasaban primeros de sus zonas, Corea gracias a talentos y a jueces y Japón con triunfos sobre los menores Rusia y Túnez.
Argentina y Uruguay, entonces, veían por TV o por la novedosa Internet lo que sucedía a miles de kilómetros. Desde los octavos de final, los dudosos arbitrajes terminaron siendo estrellas (ver aparte), influyendo para el triunfo de Brasil sobre Bélgica, el avance de Corea del Sur sobre Italia y España, la victoria de Alemania sobre un genial Estados Unidos. Igual, Ronaldo y Rivaldo lideraron al Brasil de Felipao Scolari hasta las finales, mientras Michael Ballack y Oliver Neuville lo hacían con la Alemania de Rudi Voeller, ahora entrenador. Senegal y Turqía fueron protagonistas, pero los africanos no pudieron con los turcos, que con el gol de oro los dejaron afuera. Los surcoreanos, tras la derrota de sus vecinos en octavos, alcanzaban un tan brillante como turbio lugar entre los cuatro mejores.
Las semifinales vieron a dos campeones contra dos revelaciones. Los campeones se impusieron, pero no les fue tan sencillo. Ronaldo, en su apogeo tras una seria lesión, le dio a Brasil el segundo triunfo sobre Turquía, que coronaba una campaña increíble con un tercer puesto. Corea esta vez no tuvo la ayuda arbitral, pero hizo todo para poner en aprietos a Alemania, que con gol de Ballack volvía a la final, la primera desde su reunificación. Ballack, por su parte, no jugaría la decisión por su segunda tarjeta amarilla.
Tras el entretenido 3-2 de los turcos para su podio, el helado 30 de junio en Argentina era el encuentro cumbre. En el Yokohama International Stadium se encontraban dos tradicionales escuelas: el fútbol ofensivo de Brasil y la defensa y eficacia alemana. Todo iba muy parejo hasta el descanso, cuando la FIFA resolvió anunciar que el mejor jugador del Mundial era el arquero alemán Oliver Kahn. Veintidós minutos después, en el segundo tiempo, Kahn dio rebote a un tiro de Rivaldo, tan largo que Ronaldo aprovechó y desniveló el partido. Y el gran goleador del Inter italiano puso minutos más tarde la rúbrica con el 2-0, el título y la Copa del Mundo. NO era cualquier Copa. Con un conjunto lleno de estrellas, que ganó sus siete partidos, Brasil era campeón por quinta vez. Ni más ni menos, cinco veces grande allá en Asia.
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
domingo, 27 de mayo de 2018
sábado, 26 de mayo de 2018
GENTE MANIFESTANDO, AUTÉNTICO 25 DE MAYO
Tal como aquel viernes 25 de mayo de 1810, ayer fue viernes 25 de mayo. Y tal como dos siglos atrás, la gente fue a la calle a manifestarse en contra de estos señores del Gobierno que dicen llevar el país adelante y que lo peor ya pasó. Bien por la gente, que muchas veces critico porque protesta pero no cambia. Bueno, este 25 la gente se manifestó para intentar cambiar esta locura en que vivimos, el FMI, toda esta mentira de crecimiento. Bien por la gente, eso es un 25 de mayo. Ojo: sin oportunistas, el pueblo en serio. Vos y yo, uno más uno.
viernes, 25 de mayo de 2018
CADA SEGUNDO DE AQUEL 25 DE 1810
El día 24 de mayo de 1810 el Cabildo, a propuesta del síndico Leyva, conformó la nueva Junta, elegida en el Cabildo abierto del 22, que debía mantenerse hasta la llegada de los diputados del resto del Virreinato. Estaba formada por:
• Presidente y comandante de armas: Baltasar Hidalgo de Cisneros
• Vocales: Cornelio Saavedra (militar, criollo)
• Juan José Castelli (abogado, criollo)
• Juan Nepomuceno Solá (sacerdote, español)
• José Santos Incháurregui (comerciante, español)
Dicha fórmula respondía a la propuesta del obispo Lué y Riega de mantener al virrey en el poder con algunos asociados o adjuntos, a pesar de que en el Cabildo abierto la misma hubiera sido derrotada en las elecciones. Los cabildantes consideraban que de esta forma se contendrían las amenazas de revolución que tenían lugar en la sociedad. Los comandantes de los cuerpos armados dieron su conformidad, incluyendo a Saavedra y Pedro Andrés García.
Cuando la noticia fue dada a conocer, tanto el pueblo como las milicias volvieron a agitarse, y la plaza fue invadida por una multitud comandada por French y Beruti. La permanencia de Cisneros en el poder, aunque fuera con un cargo diferente al de virrey, era vista como una burla a la voluntad del Cabildo Abierto.
Hubo una discusión en la casa de Rodríguez Peña, lugar en que se reunieron dirigentes civiles y oficiales de los cuerpos, entre ellos: Manuel Belgrano, Eustoquio Díaz Vélez, Domingo French y Feliciano Antonio Chiclana donde se llegó a dudar de la lealtad de Saavedra. Castelli se comprometió a intervenir para que el pueblo fuera consultado nuevamente, y entre Mariano Moreno, Matías Irigoyen y Feliciano Chiclana se calmó a los militares y a la juventud de la plaza. Finalmente decidieron deshacer lo hecho, convocar nuevamente al pueblo y obtener del cabildo una modificación sustancial con una lista de candidatos propios. Cisneros no podía figurar.
Por la noche, una delegación encabezada por Castelli y Saavedra se presentó en la residencia de Cisneros informando el estado de agitación popular y sublevación de las tropas, y demandando su renuncia. Lograron conseguir en forma verbal su dimisión. Un grupo de patriotas reclamó en la casa del síndico Leyva que se convocara nuevamente al pueblo, y pese a sus resistencias iniciales finalmente accedió a hacerlo.
Viernes 25 de mayo[
Durante la mañana del 25 de mayo, una gran multitud comenzó a reunirse en la plaza de la Victoria, actual plaza de Mayo, liderados por los milicianos de Domingo French y Antonio Beruti. Se reclamaba la anulación de la resolución del día anterior, la renuncia definitiva del virrey Cisneros y la formación de otra Junta de gobierno. Ante las demoras en emitirse una resolución, la gente comenzó a agitarse, reclamando: "¡El pueblo quiere saber de qué se trata!".
La multitud invadió la sala capitular, reclamando la renuncia del virrey y la anulación de la resolución tomada el día anterior. El Cabildo se reunió a las nueve de la mañana y reclamó que la agitación popular fuese reprimida por la fuerza. Con este fin se convocó a los principales comandantes, pero éstos no obedecieron las órdenes impartidas. Los que sí lo hicieron afirmaron que no solo no podrían sostener al gobierno, sino tampoco a sus tropas, y que en caso de intentar reprimir las manifestaciones serían desobedecidos por estas.
Cisneros seguía resistiéndose a renunciar, y tras mucho esfuerzo los capitulares lograron que ratificase y formalizase los términos de su renuncia, abandonando pretensiones de mantenerse en el gobierno. Esto, sin embargo, resultó insuficiente, y representantes de la multitud reunida en la plaza reclamaron que el pueblo reasumiera la autoridad delegada en el Cabildo Abierto del día 22, exigiendo la formación de una Junta. Además, se disponía el envío de una expedición de quinientos hombres para auxiliar a las provincias interiores.
Pronto llegó a la sala capitular la renuncia de Cisneros, «prestándose a ello con la mayor generosidad y franqueza, resignado a mostrar el punto a que llega su consideración por la tranquilidad pública y precaución de mayores desórdenes».
Los capitulares salieron al balcón para presentar directamente a la ratificación del pueblo la petición formulada. Pero, dado lo avanzada de la hora y el estado del tiempo, la cantidad de gente en la plaza había disminuido, cosa que Julián de Leyva adujo para ridiculizar la pretensión de la diputación de hablar en nombre del pueblo. Esto colmó la paciencia de los pocos que se hallaban en la plaza bajo la llovizna. A partir de ese momento (dice el acta del Cabildo), "se oyen entre aquellos las voces de que si hasta entonces se había procedido con prudencia porque la ciudad no experimentase desastres, sería ya preciso echar mano a los medios de violencia; que las gentes, por ser hora inoportuna, se habían retirado a sus casas; que se tocase la campana de Cabildo, y que el pueblo se congregase en aquel lugar para satisfacción del Ayuntamiento; y que si por falta del badajo no se hacía uso de la campana, mandarían ellos tocar generala, y que se abriesen los cuarteles, en cuyo caso sufriría la ciudad lo que hasta entonces se había procurado evitar.
El badajo de la campana del cabildo había sido mandado retirar por el virrey Liniers tras la asonada de Álzaga de 1809. Ante la perspectiva de violencias mayores, el petitorio fue leído en voz alta y ratificado por los asistentes. El reglamento que regiría a la Junta fue, a grandes rasgos, el mismo que se había propuesto para la Junta del 24, añadiendo que el Cabildo controlaría la actividad de los vocales y que la Junta nombraría reemplazantes en caso de producirse vacantes. La titulada Junta provisional gubernativa de la capital del Río de la Plata -según consta en la proclama del 26 de mayo de 1810- que la tradición y la historiografía conocen como la "Primera Junta", estaba compuesta de la siguiente manera:
• Cornelio Saavedra
Vocales
• Dr. Juan José Castelli
• Manuel Belgrano
• Miguel de Azcuénaga
• Dr. Manuel Alberti
• Domingo Matheu
• Juan Larrea
Secretarios
• Dr. Juan José Paso
• Dr. Mariano Moreno
Acto seguido, Saavedra habló a la muchedumbre reunida bajo la lluvia, y luego se trasladó al Fuerte entre salvas de artillería y toques de campana.
Fuente: Wikipedia
• Presidente y comandante de armas: Baltasar Hidalgo de Cisneros
• Vocales: Cornelio Saavedra (militar, criollo)
• Juan José Castelli (abogado, criollo)
• Juan Nepomuceno Solá (sacerdote, español)
• José Santos Incháurregui (comerciante, español)
Dicha fórmula respondía a la propuesta del obispo Lué y Riega de mantener al virrey en el poder con algunos asociados o adjuntos, a pesar de que en el Cabildo abierto la misma hubiera sido derrotada en las elecciones. Los cabildantes consideraban que de esta forma se contendrían las amenazas de revolución que tenían lugar en la sociedad. Los comandantes de los cuerpos armados dieron su conformidad, incluyendo a Saavedra y Pedro Andrés García.
Cuando la noticia fue dada a conocer, tanto el pueblo como las milicias volvieron a agitarse, y la plaza fue invadida por una multitud comandada por French y Beruti. La permanencia de Cisneros en el poder, aunque fuera con un cargo diferente al de virrey, era vista como una burla a la voluntad del Cabildo Abierto.
Hubo una discusión en la casa de Rodríguez Peña, lugar en que se reunieron dirigentes civiles y oficiales de los cuerpos, entre ellos: Manuel Belgrano, Eustoquio Díaz Vélez, Domingo French y Feliciano Antonio Chiclana donde se llegó a dudar de la lealtad de Saavedra. Castelli se comprometió a intervenir para que el pueblo fuera consultado nuevamente, y entre Mariano Moreno, Matías Irigoyen y Feliciano Chiclana se calmó a los militares y a la juventud de la plaza. Finalmente decidieron deshacer lo hecho, convocar nuevamente al pueblo y obtener del cabildo una modificación sustancial con una lista de candidatos propios. Cisneros no podía figurar.
Por la noche, una delegación encabezada por Castelli y Saavedra se presentó en la residencia de Cisneros informando el estado de agitación popular y sublevación de las tropas, y demandando su renuncia. Lograron conseguir en forma verbal su dimisión. Un grupo de patriotas reclamó en la casa del síndico Leyva que se convocara nuevamente al pueblo, y pese a sus resistencias iniciales finalmente accedió a hacerlo.
Viernes 25 de mayo[
Durante la mañana del 25 de mayo, una gran multitud comenzó a reunirse en la plaza de la Victoria, actual plaza de Mayo, liderados por los milicianos de Domingo French y Antonio Beruti. Se reclamaba la anulación de la resolución del día anterior, la renuncia definitiva del virrey Cisneros y la formación de otra Junta de gobierno. Ante las demoras en emitirse una resolución, la gente comenzó a agitarse, reclamando: "¡El pueblo quiere saber de qué se trata!".
La multitud invadió la sala capitular, reclamando la renuncia del virrey y la anulación de la resolución tomada el día anterior. El Cabildo se reunió a las nueve de la mañana y reclamó que la agitación popular fuese reprimida por la fuerza. Con este fin se convocó a los principales comandantes, pero éstos no obedecieron las órdenes impartidas. Los que sí lo hicieron afirmaron que no solo no podrían sostener al gobierno, sino tampoco a sus tropas, y que en caso de intentar reprimir las manifestaciones serían desobedecidos por estas.
Cisneros seguía resistiéndose a renunciar, y tras mucho esfuerzo los capitulares lograron que ratificase y formalizase los términos de su renuncia, abandonando pretensiones de mantenerse en el gobierno. Esto, sin embargo, resultó insuficiente, y representantes de la multitud reunida en la plaza reclamaron que el pueblo reasumiera la autoridad delegada en el Cabildo Abierto del día 22, exigiendo la formación de una Junta. Además, se disponía el envío de una expedición de quinientos hombres para auxiliar a las provincias interiores.
Pronto llegó a la sala capitular la renuncia de Cisneros, «prestándose a ello con la mayor generosidad y franqueza, resignado a mostrar el punto a que llega su consideración por la tranquilidad pública y precaución de mayores desórdenes».
Los capitulares salieron al balcón para presentar directamente a la ratificación del pueblo la petición formulada. Pero, dado lo avanzada de la hora y el estado del tiempo, la cantidad de gente en la plaza había disminuido, cosa que Julián de Leyva adujo para ridiculizar la pretensión de la diputación de hablar en nombre del pueblo. Esto colmó la paciencia de los pocos que se hallaban en la plaza bajo la llovizna. A partir de ese momento (dice el acta del Cabildo), "se oyen entre aquellos las voces de que si hasta entonces se había procedido con prudencia porque la ciudad no experimentase desastres, sería ya preciso echar mano a los medios de violencia; que las gentes, por ser hora inoportuna, se habían retirado a sus casas; que se tocase la campana de Cabildo, y que el pueblo se congregase en aquel lugar para satisfacción del Ayuntamiento; y que si por falta del badajo no se hacía uso de la campana, mandarían ellos tocar generala, y que se abriesen los cuarteles, en cuyo caso sufriría la ciudad lo que hasta entonces se había procurado evitar.
El badajo de la campana del cabildo había sido mandado retirar por el virrey Liniers tras la asonada de Álzaga de 1809. Ante la perspectiva de violencias mayores, el petitorio fue leído en voz alta y ratificado por los asistentes. El reglamento que regiría a la Junta fue, a grandes rasgos, el mismo que se había propuesto para la Junta del 24, añadiendo que el Cabildo controlaría la actividad de los vocales y que la Junta nombraría reemplazantes en caso de producirse vacantes. La titulada Junta provisional gubernativa de la capital del Río de la Plata -según consta en la proclama del 26 de mayo de 1810- que la tradición y la historiografía conocen como la "Primera Junta", estaba compuesta de la siguiente manera:
• Cornelio Saavedra
Vocales
• Dr. Juan José Castelli
• Manuel Belgrano
• Miguel de Azcuénaga
• Dr. Manuel Alberti
• Domingo Matheu
• Juan Larrea
Secretarios
• Dr. Juan José Paso
• Dr. Mariano Moreno
Acto seguido, Saavedra habló a la muchedumbre reunida bajo la lluvia, y luego se trasladó al Fuerte entre salvas de artillería y toques de campana.
Fuente: Wikipedia
25 DE MAYO, VIERNES COMO AQUÉL
Buen día Argentina, felices 218 años de libertad. Hoy es un nuevo aniversario de la gloriosa Revolución de Mayo, que MUCHO MÁS QUE UN FERIADITO, RECUERDA QUE nos libró del dominio español para empezar a transformarnos en un país soberano. Hoy es viernes, el mismo día de la semana de la epopeya patriótica. Pero hoy hay sol, hoy no hay llovizna, será que Dios nos quiere iluminar especialmente. Aunque sea en nuestro interior, gocemos de que somos libres, de que no hay Cisneros que nos diga lo que tenemos que hacer. Hagámoslo hoy, como lo hicimos aquel viernes de 1810.
jueves, 24 de mayo de 2018
TAPARSE LA BOCA PARA NO ENFERMARSE
Ahora sí se vino el frío con todo, cosa que no me molesta porque al menos es parejo y es lógico, no es calor en abril o frío en octubre. Eso sí, hay que cuidarse y bien en serio, no sólo por el frío en sí, humedad, llovizna, sino por los virus que, según referencias, son cada vez más resistentes a los antibióticos. Entonces, aunque no soy médico, sí la puedo contar desde mis frecuentes líos de garganta de hace años. Tal como recomendaba mamá Anita, más que abrigar el cuerpo, que eso seguro, hay que tapar la boca, la nariz y el cuello con bufanda o cosa parecida, porque esos son los lugares más permeables por donde entran los gérmenes que causan los problemas, a los que después el frío ayuda a fijar. Y también, evitar hablar cuando viene el viento fuerte y helado. Así que ya saben: para no enfermarse, y sin querer insultarlos, cállense la boca. O tápenla, que es mejor.
martes, 22 de mayo de 2018
RAREZAS DEL MUNDIAL 98
Sobrevivientes de la guerra
Croacia, Bosnia Herzegovina y Eslovenia eran tres de las repúblicas que formaban Yugoslavia. Estuvieron sumergidas en la cruenta guerra redesintegración de la antigua nación. Pero tras el acuerdo de paz en Estados Unidos el 14 de diciembre de 1995, las tres compitieron en sus primeras eliminatorias, jugando en sus capitales, antes blanco de bombas y locura. Es más, integraron el mismo grupo, el 1, donde los croatas fueron segundos y luego se clasificaron en el repechaje ante Ucrania.
Prosinecki, de Yugoslavia a Croacia
Robert Prosinecki, nacido en Alemania y que luego vivió en Croacia, había sido campeón Sub 20 con Yugoslavia en 1987, donde fue premiado como el mejor futbolista. Y era titular de la selección azul en el Mundial del 90, marcándole un gol a Emiratos Arabes Unidos y jugando aquel partido con Argentina en Florencia. Tras la independencia de Croacia, el talentoso ex Real Madrid pasó a ser figura en el combinado croata en Francia 98, y también logró otro tanto, en el tercer puesto con Holanda. Es decir que jugó dos Mundiales para dos países distintos que antes eran uno, y en ambos hizo goles.
Ninguno de la ex URSS
Además de los ex países yugoslavos, participaron en Europa diez de los de la ex Unión Soviética. Sin embargo, ninguno llegó a la fase final en Francia. Sólo Rusia y Ucrania alcanzaron el repechaje, donde perdieron.
Burundi afuera por no tener transporte
Por la primera ronda africana, Burundi dejó afuera a Sierra leona con dos triunfos ida y vuelta por 1 a 0, clasificándose para la siguiente. Sin embargo, los burundeses se retiraron de la eliminatoria por no tener medios para trasladarse a sus próximos encuentros. Fue sólo un problema menor en medio de la cruenta guerra civil que recién comenzaba en la nación del este de África.
La increíble eliminación de Australia
Australia aún jugaba en la zona Oceanía, que no tenía plaza propia sino que la peleaba con el cuarto de Asia, que resultó Irán. El repechaje fue a ida y vuelta, y en el primer partido en Teherán igualaron 1 a 1, con los Socceroos en ventaja. En Melbourne, los australianos iban 2-0 arriba, pero faltando 13 minutos, Bagheri descontó. Y tres después, Azizi marcó el 2-2. Y por más goles de visitante, los iraníes volvieron al Mundial tras 20 años.
Marruecos festejó antes de tiempo
Ya en el torneo, por el Grupo A, Marruecos goleó a Escocia 3-0 y al final del encuentro en Saint Etienne, los jugadores festejaron creyendo que habían pasado a los octavos de final. No sabían que en el otro partido, Noruega había derrotado a Brasil con dos goles en los últimos siete minutos. Al saberlo, seguramente sus caras cambiaron de golpe: habían sido eliminados por los nórdicos.
Casamiento mundial
Antes de Noruega-Brasil, una pareja se casó en pleno campo de juego del Stade Velodrome de Marsella, escenario del cotejo. El matrimonio era entre un noruego y una brasileña, Roseángela de Souza. Vieron el partido y seguramente luego hicieron la fiesta de bodas. Pero quizá la novia no haya estado muy contenta del regalo, la derrota de Brasil.
Botines coloridos
Cada Mundial trae nuevas modas. En el del 98 aparecieron los botines de diversos colores y tonalidades. Incluso del mismo color que las medias, como Camerún que usaba amarillo, con lo cual parecían estar descalzos. También eran cada vez más llamativas las camisetas de los seleccionados y de los árbitros.
Errores arbitrales 98
Nuevo capítulo de un clásico mundial. El juez de Níger Lucien Bouchardeau, raramente designado para un Italia-Chile de jerarquía, cobró penal para los Sauri por mano casual del defensor Fuentes, y fue el 2-2 final. El húngaro Vagner le anuló al camerunés Omam-Biyik un gol ante los chilenos por offside inexistente. El escocés Dallas expulsó mal al mexicano Pardo ante Bélgica, aparte de dirigir mal en general. Y Francia tuvo un penal ante Dinamarca por una tirada a la pileta de David Trezeguet, en su primer Mundial.
Técnicos echados
Los países más modestos suelen hacer estas cosas. Arabia Saudita, Túnez y Corea del Sur despidieron a sus técnicos tras sus dos primeros partidos, y los reemplazaron por uno local para la última fecha. Por ejemplo, Carlos Parreira fue echado en Arabia, hasta lo tildaron de "traidor", y Henryk Kasperczak en Túnez.
Tres rojas por primera vez
Fue en Dinamarca-Sudáfrica. El árbitro colombiano John Jairo Toro expulsó tres jugadores en el mismo cotejo: los daneses Molnar y Wieghorst y el sudafricano Phiri.
Irán bate a su enemigo
El 21 de junio, por el Grupo F, se dio un encuentro con morbo político: Irán-Estados Unidos, países enfrentados tras la revolución iraní de 1979. El técnico iraní Jahar Talebi había dicho que quería ganar sólo ese partido. Sus muchachos cumplieron y vencieron 2 a 1.
Rumanos rubios con ayuda
Loquísimo look lucieron los rumanos en sus encuentros con Túnez, en la primera ronda, y Croacia en los octavos de final. Todo el plantel resolvió teñir su cabello de rubio, casi amarillo, tras la victoria 2-1 sobre Inglaterra.
Argentina a líos con la prensa
La Selección tuvo al mando de Daniel Passarella un ciclo muy problemático. La no convocatoria de Fernando Redondo, las exigencias del Dt sobre el pelo largo, la rinoscopía y los aros, el entredicho con el periodista boliviano Fernando Salaberry en el bochornoso encuentro de eliminatorias. Y una vez en Francia, los jugadores (molestos por información falsa sobre un dóping de Juan Sebastián Verón) leyeron públicamente un comunicado donde decidían no hablar con la prensa. Mientras, el cuerpo técnico decidió colocar en la cancha del complejo de L´Étrat una lona verde para que los medios no vieran la práctica. Los periodistas repudiaron el asunto. Siempre la albiceleste y sus novelas.
El gol imposible que erró México
En los octavos de final, un heroico México, que venía de remontar tres desventajas, le ganaba 1-0 a Alemania. Y tuvo la gran ocasión de aumentar cuando Jesús Arellano estrelló remate en el palo y el "Pájaro" Luis Hernández no pudo concretar el rebote. Después, los alemanes aprovecharon dos errores defensivos y lo dieron vuelta para pasar a los cuartos.
Laurent Blanc, vivo del año cero
En esta Copa del Mundo también fue notorio el sistema de desempate en alargue con gol de oro, es decir, quien primero marcara en el tiempo extra se imponía. El defensor Laurent Blanc, una de las estrellas de Francia, había criticado su implementación. Justamente él hizo el gol de oro con que los Bleus batieron a Paraguay en octavos de final. En la conferencia de prensa posterior, le consultaron por el tema. Blanc cambió rápido su opinión: "No voy a criticar más el gol de oro".
Argentina goleó 5-0 A Croacia
No es un error de información de nuestra parte. Es lo que publicó el diario El Mundo de España. En lugar de poner Jamaica, mandó al horno a los balcánicos, que perdieron con la Selección pero sólo 1-0.
Matthaus, hombre récord
El 4 de julio, en Lyon, Alemania cayó ante Croacia 3-0 y quedó afuera por segunda vez seguida en cuartos de final. Esa tarde, Lothar Matthaus, campeón del mundo y mejor jugador en Italia 90, sumó 25 encuentros en el Mundial, por eso es hasta hoy quien más ha disputado.
Croacia, Bosnia Herzegovina y Eslovenia eran tres de las repúblicas que formaban Yugoslavia. Estuvieron sumergidas en la cruenta guerra redesintegración de la antigua nación. Pero tras el acuerdo de paz en Estados Unidos el 14 de diciembre de 1995, las tres compitieron en sus primeras eliminatorias, jugando en sus capitales, antes blanco de bombas y locura. Es más, integraron el mismo grupo, el 1, donde los croatas fueron segundos y luego se clasificaron en el repechaje ante Ucrania.
Prosinecki, de Yugoslavia a Croacia
Robert Prosinecki, nacido en Alemania y que luego vivió en Croacia, había sido campeón Sub 20 con Yugoslavia en 1987, donde fue premiado como el mejor futbolista. Y era titular de la selección azul en el Mundial del 90, marcándole un gol a Emiratos Arabes Unidos y jugando aquel partido con Argentina en Florencia. Tras la independencia de Croacia, el talentoso ex Real Madrid pasó a ser figura en el combinado croata en Francia 98, y también logró otro tanto, en el tercer puesto con Holanda. Es decir que jugó dos Mundiales para dos países distintos que antes eran uno, y en ambos hizo goles.
Ninguno de la ex URSS
Además de los ex países yugoslavos, participaron en Europa diez de los de la ex Unión Soviética. Sin embargo, ninguno llegó a la fase final en Francia. Sólo Rusia y Ucrania alcanzaron el repechaje, donde perdieron.
Burundi afuera por no tener transporte
Por la primera ronda africana, Burundi dejó afuera a Sierra leona con dos triunfos ida y vuelta por 1 a 0, clasificándose para la siguiente. Sin embargo, los burundeses se retiraron de la eliminatoria por no tener medios para trasladarse a sus próximos encuentros. Fue sólo un problema menor en medio de la cruenta guerra civil que recién comenzaba en la nación del este de África.
La increíble eliminación de Australia
Australia aún jugaba en la zona Oceanía, que no tenía plaza propia sino que la peleaba con el cuarto de Asia, que resultó Irán. El repechaje fue a ida y vuelta, y en el primer partido en Teherán igualaron 1 a 1, con los Socceroos en ventaja. En Melbourne, los australianos iban 2-0 arriba, pero faltando 13 minutos, Bagheri descontó. Y tres después, Azizi marcó el 2-2. Y por más goles de visitante, los iraníes volvieron al Mundial tras 20 años.
Marruecos festejó antes de tiempo
Ya en el torneo, por el Grupo A, Marruecos goleó a Escocia 3-0 y al final del encuentro en Saint Etienne, los jugadores festejaron creyendo que habían pasado a los octavos de final. No sabían que en el otro partido, Noruega había derrotado a Brasil con dos goles en los últimos siete minutos. Al saberlo, seguramente sus caras cambiaron de golpe: habían sido eliminados por los nórdicos.
Casamiento mundial
Antes de Noruega-Brasil, una pareja se casó en pleno campo de juego del Stade Velodrome de Marsella, escenario del cotejo. El matrimonio era entre un noruego y una brasileña, Roseángela de Souza. Vieron el partido y seguramente luego hicieron la fiesta de bodas. Pero quizá la novia no haya estado muy contenta del regalo, la derrota de Brasil.
Botines coloridos
Cada Mundial trae nuevas modas. En el del 98 aparecieron los botines de diversos colores y tonalidades. Incluso del mismo color que las medias, como Camerún que usaba amarillo, con lo cual parecían estar descalzos. También eran cada vez más llamativas las camisetas de los seleccionados y de los árbitros.
Errores arbitrales 98
Nuevo capítulo de un clásico mundial. El juez de Níger Lucien Bouchardeau, raramente designado para un Italia-Chile de jerarquía, cobró penal para los Sauri por mano casual del defensor Fuentes, y fue el 2-2 final. El húngaro Vagner le anuló al camerunés Omam-Biyik un gol ante los chilenos por offside inexistente. El escocés Dallas expulsó mal al mexicano Pardo ante Bélgica, aparte de dirigir mal en general. Y Francia tuvo un penal ante Dinamarca por una tirada a la pileta de David Trezeguet, en su primer Mundial.
Técnicos echados
Los países más modestos suelen hacer estas cosas. Arabia Saudita, Túnez y Corea del Sur despidieron a sus técnicos tras sus dos primeros partidos, y los reemplazaron por uno local para la última fecha. Por ejemplo, Carlos Parreira fue echado en Arabia, hasta lo tildaron de "traidor", y Henryk Kasperczak en Túnez.
Tres rojas por primera vez
Fue en Dinamarca-Sudáfrica. El árbitro colombiano John Jairo Toro expulsó tres jugadores en el mismo cotejo: los daneses Molnar y Wieghorst y el sudafricano Phiri.
Irán bate a su enemigo
El 21 de junio, por el Grupo F, se dio un encuentro con morbo político: Irán-Estados Unidos, países enfrentados tras la revolución iraní de 1979. El técnico iraní Jahar Talebi había dicho que quería ganar sólo ese partido. Sus muchachos cumplieron y vencieron 2 a 1.
Rumanos rubios con ayuda
Loquísimo look lucieron los rumanos en sus encuentros con Túnez, en la primera ronda, y Croacia en los octavos de final. Todo el plantel resolvió teñir su cabello de rubio, casi amarillo, tras la victoria 2-1 sobre Inglaterra.
Argentina a líos con la prensa
La Selección tuvo al mando de Daniel Passarella un ciclo muy problemático. La no convocatoria de Fernando Redondo, las exigencias del Dt sobre el pelo largo, la rinoscopía y los aros, el entredicho con el periodista boliviano Fernando Salaberry en el bochornoso encuentro de eliminatorias. Y una vez en Francia, los jugadores (molestos por información falsa sobre un dóping de Juan Sebastián Verón) leyeron públicamente un comunicado donde decidían no hablar con la prensa. Mientras, el cuerpo técnico decidió colocar en la cancha del complejo de L´Étrat una lona verde para que los medios no vieran la práctica. Los periodistas repudiaron el asunto. Siempre la albiceleste y sus novelas.
El gol imposible que erró México
En los octavos de final, un heroico México, que venía de remontar tres desventajas, le ganaba 1-0 a Alemania. Y tuvo la gran ocasión de aumentar cuando Jesús Arellano estrelló remate en el palo y el "Pájaro" Luis Hernández no pudo concretar el rebote. Después, los alemanes aprovecharon dos errores defensivos y lo dieron vuelta para pasar a los cuartos.
Laurent Blanc, vivo del año cero
En esta Copa del Mundo también fue notorio el sistema de desempate en alargue con gol de oro, es decir, quien primero marcara en el tiempo extra se imponía. El defensor Laurent Blanc, una de las estrellas de Francia, había criticado su implementación. Justamente él hizo el gol de oro con que los Bleus batieron a Paraguay en octavos de final. En la conferencia de prensa posterior, le consultaron por el tema. Blanc cambió rápido su opinión: "No voy a criticar más el gol de oro".
Argentina goleó 5-0 A Croacia
No es un error de información de nuestra parte. Es lo que publicó el diario El Mundo de España. En lugar de poner Jamaica, mandó al horno a los balcánicos, que perdieron con la Selección pero sólo 1-0.
Matthaus, hombre récord
El 4 de julio, en Lyon, Alemania cayó ante Croacia 3-0 y quedó afuera por segunda vez seguida en cuartos de final. Esa tarde, Lothar Matthaus, campeón del mundo y mejor jugador en Italia 90, sumó 25 encuentros en el Mundial, por eso es hasta hoy quien más ha disputado.
HISTORIA MUNDIAL: FRANCIA 98
A fines de 1993, Francia perdía en la última jugada con Bulgaria su clasificación al Mundial de Estados Unidos. Fue entonces un golpe durísimo para un equipo que venía derecho y para una generación de nuevos talentos. En 1998 tenía la chance de la revancha, gracias a ser sede del máximo torneo. Y vaya cómo se la tomó de aquella humillación: con su primera conquista del mundo.
El país galo le había ganado seis años antes la votación a Marruecos, y así organizaría de nuevo tras 60 años, aquella caótica Copa pre-guerra. Como hicieron otros dueños de casa, resolvió construir un estadio enorme para la justa, el Stade de France, en Saint-Denis, un barrio cercano a París. Estas dos sedes se agregaron a otras ocho para albergar la última edición del milenio, que la FIFA había decidido como gran novedad que tuviera 32 participantes, gracias al incremento de sus afiliados.
Una vez más el Mundial se expandía. Entonces fueron 174 los inscriptos de la fase previa, más que los 147 del 94. Y un panorama completamente inédito. Tomaron parte los países que formaban la Unión Soviética, Yugoslavia y Checoslovaquia, cambiaron los sistemas de disputa y hubo más plazas para todos, especialmente para los continentes más modestos, África (nada menos que cinco), la CONCACAF (tres) y Asia, tres. Croacia compitió en su primera eliminatoria y gracias al novedoso repechaje debutó en la Copa, igual que Jamaica y Japón, que se desquitó de su humillación del 94. En Europa también se notaron la vuelta de Inglaterra, la de Austria, la segunda seguida de Noruega y en la repesca, el pase de Italia y el de la misma Yugoslavia, última vez como tal. Sudamérica varió su formato a grupo único, y Chile regresó tras cumplir la suspensión por el caso de la bengala ante Brasil en el 89, mientras Uruguay se quedó afuera de nuevo. Otros que llamaban la atención eran Paraguay, Túnez, Irán y ni hablar Sudáfrica, reincorporado a la FIFA tras la abolición del apartheid.
Con sencilla ceremonia, con la música oficial de Ricky Martin y el Stade de France a pleno bajo el sol, el 10 de junio arrancó el primer Mundial de 32, de los cuales 16, los dos primeros de grupo, iban a eliminación directa hasta el título. Brasil, el bendecido campeón del 94, no contaba con Romario pero con otros de Estados Unidos, entre ellos el ya mayor Ronaldo. Enfrentó a Escocia, segundo mejor de los europeos, y debió hacerse de un autogol para vencer 2-1 en su debut. Los de Mario Zagallo iban por el bi y siguieron a pesar de perder con Noruega. La enorme sorpresa de esa primera fase aceptable la dio España, que con la generación dorada olímpica del 92 iba por un gran éxito, pero se fue en primera ronda con Nigeria y el Paraguayde José Luis Chilavert. Los demás no tuvieron problemas: Italia pasó junto a Chile en el B, el local se llevó el C con Zinedine Zidane en su aparición, Holanda y el heroico México en el E, Alemania en el F,e Inglaterra, que superó a una Colombia otra vez confundida, en el G.
¿Y Argentina? Estaba bajo la conducción de Daniel Passarella, bicampeón del 78 y 86, buscando el tercer título gracias a una comodísima fase previa, con la nueva camada de grandes: Ayala, Zanetti, Ortega, Batistuta, el Piojo López. Fue afortunado de enfrentar a los tres debutantes en el Grupo H y los superó con victoria, con los goles de Bati y la magia del Burrito, ambos ya con más protagonismo que el 94. Así afrontaron otro partido épico en su vida, con Inglaterra en Saint etienne, que quedó para la historia grande al imponerse en los penales tras un trepidante 2-2 en 120 minutos. El héroe esta vez era Carlos Roa, el ex Lanús y en el Mallorca español, que no era titular y lo fue en el Mundial, y le atajó dos remates a los británicos. Así, la albiceleste, peleada con la prensa, iba a los ocho mejores. La acompañaron los candidatos: Italia, Brasil que vapuleó a Chile, Francia que batió a Paraguay con el famoso inédito "gol de oro" en alargue, Alemania, Holanda y dos inesperados, Dinamarca que goleó a la campeona olímpica del 96 Nigeria y Croacia, que vencía a Rumania con un penal del gran Davor Suker, cobrado por el polémico argentino Javier Castrilli.
Sin el brillo de la era Basile, Argentina igual venía muy bien. Pero la ilusión volvió a esfumarse. Como en Estados Unidos, se despidió antes de las instancias finales, al perder con Holanda. Así Passarella cumplía su promesa y cerraba su ciclo, bastante caótico por cierto. El rival en semifinales de los potentes holandeses era Brasil, que venció a Dinamarca en partidazo. Y la otra la harían Francia, que bajó a Italia en el clásico latino por penales, y los increíbles croatas, tan increíbles como ganarle 3-0 a Alemania.
Eran cuatro grandes combinados, que con buen juego y muchos goles habían llegado más alto de los pronósticos. Brasil repitió ante Holanda la fórmula del título del 94, y en los penales, Taffarel atajó y Dunga marcó para ir a otra final por el bicampeonato. Y francia hacía vibrar el Stade de France al batir a Croacia con dos goles de un defensor, el moreno de Guadalupe Lilian Thuram. Los Bleus no tenían mucho poder de gol, sus figuras aún no explotaban como se esperaba, pero arribaban así a su primera decisión. Croacia se quedó con un podio para coronar una histórica campaña tras la locura de la guerra de los Balcanes.
El 12 de julio, otra vez el imponente Stade estaba a pleno con la esperanza de ver a Francia campeón, algo que sólo había sucedido con la Eurocopa de 1984 o los Olímpicos de ese año. Los de Aimé Jacquet se veían con los de Mario Zagallo. El partido era parejo hasta que Zidane por fin dijo presente y marcó dos goles de cabeza por sendas pelotas paradas. Brasil se desesperó, Ronaldo (a punto de no jugar por aquel raro episodio de su descompostura la noche previa) estaba flojo y Rivaldo, Edmundo y Bebeto tampoco aportaban. Y en perfecto contraataque, Emmanuel Petit marcó un golazo a los 90 para poner el moño a un inmenso regalo. Todo el estadio ovacionó a sus héroes celebrando el título tan ansiado tras lo del 93, coreando el apellido de cada uno al compás del locutor del escenario. Y al día siguiente, fueron paseados por Champs Elysées en caravana triunfal. Francia, ése que siempre hacía los deberes para ser el mejor, se recibía por fin de campeón.
El país galo le había ganado seis años antes la votación a Marruecos, y así organizaría de nuevo tras 60 años, aquella caótica Copa pre-guerra. Como hicieron otros dueños de casa, resolvió construir un estadio enorme para la justa, el Stade de France, en Saint-Denis, un barrio cercano a París. Estas dos sedes se agregaron a otras ocho para albergar la última edición del milenio, que la FIFA había decidido como gran novedad que tuviera 32 participantes, gracias al incremento de sus afiliados.
Una vez más el Mundial se expandía. Entonces fueron 174 los inscriptos de la fase previa, más que los 147 del 94. Y un panorama completamente inédito. Tomaron parte los países que formaban la Unión Soviética, Yugoslavia y Checoslovaquia, cambiaron los sistemas de disputa y hubo más plazas para todos, especialmente para los continentes más modestos, África (nada menos que cinco), la CONCACAF (tres) y Asia, tres. Croacia compitió en su primera eliminatoria y gracias al novedoso repechaje debutó en la Copa, igual que Jamaica y Japón, que se desquitó de su humillación del 94. En Europa también se notaron la vuelta de Inglaterra, la de Austria, la segunda seguida de Noruega y en la repesca, el pase de Italia y el de la misma Yugoslavia, última vez como tal. Sudamérica varió su formato a grupo único, y Chile regresó tras cumplir la suspensión por el caso de la bengala ante Brasil en el 89, mientras Uruguay se quedó afuera de nuevo. Otros que llamaban la atención eran Paraguay, Túnez, Irán y ni hablar Sudáfrica, reincorporado a la FIFA tras la abolición del apartheid.
Con sencilla ceremonia, con la música oficial de Ricky Martin y el Stade de France a pleno bajo el sol, el 10 de junio arrancó el primer Mundial de 32, de los cuales 16, los dos primeros de grupo, iban a eliminación directa hasta el título. Brasil, el bendecido campeón del 94, no contaba con Romario pero con otros de Estados Unidos, entre ellos el ya mayor Ronaldo. Enfrentó a Escocia, segundo mejor de los europeos, y debió hacerse de un autogol para vencer 2-1 en su debut. Los de Mario Zagallo iban por el bi y siguieron a pesar de perder con Noruega. La enorme sorpresa de esa primera fase aceptable la dio España, que con la generación dorada olímpica del 92 iba por un gran éxito, pero se fue en primera ronda con Nigeria y el Paraguayde José Luis Chilavert. Los demás no tuvieron problemas: Italia pasó junto a Chile en el B, el local se llevó el C con Zinedine Zidane en su aparición, Holanda y el heroico México en el E, Alemania en el F,e Inglaterra, que superó a una Colombia otra vez confundida, en el G.
¿Y Argentina? Estaba bajo la conducción de Daniel Passarella, bicampeón del 78 y 86, buscando el tercer título gracias a una comodísima fase previa, con la nueva camada de grandes: Ayala, Zanetti, Ortega, Batistuta, el Piojo López. Fue afortunado de enfrentar a los tres debutantes en el Grupo H y los superó con victoria, con los goles de Bati y la magia del Burrito, ambos ya con más protagonismo que el 94. Así afrontaron otro partido épico en su vida, con Inglaterra en Saint etienne, que quedó para la historia grande al imponerse en los penales tras un trepidante 2-2 en 120 minutos. El héroe esta vez era Carlos Roa, el ex Lanús y en el Mallorca español, que no era titular y lo fue en el Mundial, y le atajó dos remates a los británicos. Así, la albiceleste, peleada con la prensa, iba a los ocho mejores. La acompañaron los candidatos: Italia, Brasil que vapuleó a Chile, Francia que batió a Paraguay con el famoso inédito "gol de oro" en alargue, Alemania, Holanda y dos inesperados, Dinamarca que goleó a la campeona olímpica del 96 Nigeria y Croacia, que vencía a Rumania con un penal del gran Davor Suker, cobrado por el polémico argentino Javier Castrilli.
Sin el brillo de la era Basile, Argentina igual venía muy bien. Pero la ilusión volvió a esfumarse. Como en Estados Unidos, se despidió antes de las instancias finales, al perder con Holanda. Así Passarella cumplía su promesa y cerraba su ciclo, bastante caótico por cierto. El rival en semifinales de los potentes holandeses era Brasil, que venció a Dinamarca en partidazo. Y la otra la harían Francia, que bajó a Italia en el clásico latino por penales, y los increíbles croatas, tan increíbles como ganarle 3-0 a Alemania.
Eran cuatro grandes combinados, que con buen juego y muchos goles habían llegado más alto de los pronósticos. Brasil repitió ante Holanda la fórmula del título del 94, y en los penales, Taffarel atajó y Dunga marcó para ir a otra final por el bicampeonato. Y francia hacía vibrar el Stade de France al batir a Croacia con dos goles de un defensor, el moreno de Guadalupe Lilian Thuram. Los Bleus no tenían mucho poder de gol, sus figuras aún no explotaban como se esperaba, pero arribaban así a su primera decisión. Croacia se quedó con un podio para coronar una histórica campaña tras la locura de la guerra de los Balcanes.
El 12 de julio, otra vez el imponente Stade estaba a pleno con la esperanza de ver a Francia campeón, algo que sólo había sucedido con la Eurocopa de 1984 o los Olímpicos de ese año. Los de Aimé Jacquet se veían con los de Mario Zagallo. El partido era parejo hasta que Zidane por fin dijo presente y marcó dos goles de cabeza por sendas pelotas paradas. Brasil se desesperó, Ronaldo (a punto de no jugar por aquel raro episodio de su descompostura la noche previa) estaba flojo y Rivaldo, Edmundo y Bebeto tampoco aportaban. Y en perfecto contraataque, Emmanuel Petit marcó un golazo a los 90 para poner el moño a un inmenso regalo. Todo el estadio ovacionó a sus héroes celebrando el título tan ansiado tras lo del 93, coreando el apellido de cada uno al compás del locutor del escenario. Y al día siguiente, fueron paseados por Champs Elysées en caravana triunfal. Francia, ése que siempre hacía los deberes para ser el mejor, se recibía por fin de campeón.
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