DE A POCO, EL VERDADERO CAMBIO VA CERRANDO NEGOCIOS

La Argentina sigue cayéndose a pedazos, si no estaba ya hecha pedazos antes de 2015. Es que el "verdadro cambio" del Gobierno que padecemos provoca que cada día cierren y cierren negocios, fuentes de trabajo, de los más grandes a los más humildes. Ayer me enteré, en el mismo panorama informativo, de que dos empresas dejaron de funcionar, de que las estaciones de servicio están preocupadísimas porque se desploman las ventas por la locura de los aumentos de nafta, que las automotrices (uno de los sectores más fuertes e importantes) perdieron no sé cuánto por ciento sus operaciones en el último tiempo. Todo, repito, en cinco minutittos de radio anoche. Imaginen cuánto más debe estar pasando mientras escribimos esto. Y todavía deberemos aguantarlos un año más, hasta octubre de 2019. Claro, en la Argentina, lo peor ya pasó. Ahora viene lo peor de lo peor.

EN LOS MEDIOS NO SE SALUDA A LA AUDIENCIA

Que la sociedad es un desastre, ya lo sé. Que el mundo es una porquería, lo escribía un visionario como Discépolo. Que el periodismo es peor que la sociedad, también es harto conocido y sufrido. No sólo por mí. profesional del área, sino por quienes son simplemente oyentes o televidentes. Es que ni a ellos se respeta. Este es el diálogo que se oye conúnmente en radio y TV:

-Hola Fulano, ¿cómo estás?
-Hola Mengano, buenas tardes para vos. ¿Todo bien?
-Sí, ¿y vos?
-Todo bien. Saludos a todos por ahí.

Pregunta simple: ¿Y LA AUDIENCIA? ¿Los oyentes, los que están del otro lado, que son lo más importante del medio? ¿Qué, a ellos que los parta un rayo? Una raza de mal educados, de tontos, de intelectualmente estúpidos como buena parte de la sociedad. Así estamos. Lamentable y vergonzoso.

HISTORIAS DE MIS 15: LLEGANDO TARDE A LA RADIO

Justo 30 años atrás, un 30 de octubre pero del 88, casualmente lluvioso como hoy, yo tenía que ir, como el domingo anterior, a la segunda emisión de mi flamante programa de radio Hot Dog, que arrancaba a las 11 de la mañana. Como de costumbre, me llevaban mis viejos en el Peugeot 505 verde agua. Pero esa mañana de llovizna estaban en el supermercado cerca de casa, el famoso Norte de mi Carapachay. Yo los esperé tranquilo mientras preparaba mi sección deportiva y demás que me tocaba hacer. Pero a las 10.45 aún no habían venido. Yo me volvía loco mirando por la ventana de mi lindo living si aparecían. De pronto vinieron, corriendo entraron a casa, agarramos todo y fuimos volando. Por suerte, y aunque casi olvidamos la dirección, llegué cuatro minutos antes y pude hacer Hot Dog. Cuando aparecí tarde, mis compañeros Tozzoli y Filippi no entendían nada. Cosas de mis gloriosos 15.

FRÍO Y CALOR, CALOR Y FRÍO

No es la letra de una canción mía, ni de cualquier otro, tal vez algún caribeño. Es lo que viene sucediendo en esta loca primavera argentina 2018. Del calor con humedad y más de 25 grados, hoy estamos pasando al fresco de 18 y con algo de lluvia. Antes tornamos del friazo inesperado de abrigo y todo al calor de estar casi en cueros el hombre y con remerita la mujer. Ya sé que el cambio climático, pero cada vez peor. Porque no es la primera vez que escribo del clima, sé que parezco un rezongón quejoso, pero es así. Parece que en estos tiempos la estación de las flores es la del pronóstico a cada media hora, de los cambios bruscos. Y encima, con más frecuencia. Como aquella propaganda de Bardahl, el lubricante para auto, que decía "para los 365 climas del año". Bueno, al menos, para estos tres meses. Que son hermosos, siempre que el tiempo no piense lo contrario.

MIRAR CÓMO COME EL OTRO ES MALA EDUCACIÓN

No pretendo ser padre de nadie, pero es bueno, como lo hago siempre, alertar sobre los malos comportamientos de la sociedad. Sobre todo, de esos que todo el mundo estipula como cbuenos. Cuando uno está comiendo, hay gente malamente exquisita que lo mira cómo lo hace. Y si lo hace mal, se lo remarca, y hasta se atreve a decirle cómo corregirlo. Eso es mala educación, nadie es nadie para hacerlo, y sobre todo en ese importante momento. Es una forma de bulling, de acoso, hasta de no querer, porque encima después te remarcan que lo hacen para tu bien. Sí, será para bien, pero está mal. Sí, está mal. Mal educado. Así que no lo tomemos como corrección, más bien todo lo contrario.

HISTORIAS DE MIS 15: EL CASSETTE DE BANGKOK-MALAS COMPAÑÍAS

Video con mis audios grabados de Bangkok del 88

Otra con el furor de Radio Bangkok, el disparatado programa de la Rock & Pop. Un gran cassette que se gestó en aquel ‘’partido’’ que su conductor principal Lalo Mir relataba como presentación; allí hice algunos enganches, Jorge D’Amico (el genial amigo de mi hermano Fabián) los escuchó y me pidió que hiciera uno para llevar a la Rock & Pop, más largo y ‘’con planilla de grabación’’, según me ordenó. Y costó bastante; aparte del libreto difícil de armar, todos los días estaba al acecho para grabar partes del programa, propagandas o todo lo que sirviera. Entre los efectos estaban por supuesto el ‘’vómito’’ y el ‘’No entiendo juro que no entiendo’’. Y con eso armé un partido entre Bangkok y Malas Compañías, el espacio de Mario Pergolini a la noche, que no me gustaba, por eso hice que Bangkok ganara 3-2. Curiosamente, al final no lo llevé. Pero, gracias al genial cassette, esos recuerdos quedaron registrados para siempre.

HISTORIAS DE MIS 15: LO QUE ESCRIBÍ CUANDO DEBUTÉ EN RADIO

Y llegó el día. A las 10.30 estábamos en la radio para “precalentarnos” previamente. Yo había dejado grabando el programa para después escucharlo. Llegué a las 10.30. Era una casa con patios y un corredor largo, que conducía a la radio, justamente. En la radio ya estaba el operador, Johnny García. Y el estudio era bastante chiquito, yo había pensado otra cosa, claro. Tapizado con hueveras, para evitar el sonido de la música, con una luz que no alumbraba mucho que digamos, la luz de salida al aire, color roja, el micrófono y la mesa. Cada uno se sentó sobre una silla (más adelante las sillas se reemplazaron por banquitos, y en una ocasión debí sentarme sobre un bafle).

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El programa estuvo bueno. Johnny nos decía “tranquilos, sin nervios, muchachos”, cosa que nos alentó y motivó para nuestra labor. El encargado de presentar el programa es Fernando Tozzoli, que dicho sea de paso lo hace muy bien. Luego vinieron los saludos (Filippi le mandó cualquiera, dijo “espero que el programa dure por muchos años”, nada que ver, viste) y las secciones. Nos trabamos muy poco, contra los pronósticos. De todas maneras salió bien el programa y eso nos incentivó para el segundo. Por supuesto que hubo muchos comentarios de compañeros, no sólo de tercero, sino también de cuarto y quinto y profesores, quienes elogiaron nuestra labor. Y claro, nosotros poco menos que “representamos” a todo el colegio...