Es una nueva alegría para mi ya larga y rica vida de periodista. A mi trabajo en radio entre 1995 y 2014, a mi tarea en la gráfica desde 2013, a mi participación en España, se suma un nuevo hito. Este lunes salió a la venta el primer libro de fútbol africano, por quién sino otro que mi amigo Francisco "Pancho" Jáuregui, quien me avrió las puertas en 2013 de su excelente revista Sporting Africa. Y como entonces tuvo la generosidad de aceptarme cuando nadie lo hacía, como me llevó a España, ahora me generó esta alegría de mi colaboración en el mismo, donde escribo sobre Africa en los Mundiales. El ejemplar se llama exactamente Fútbol Africano: Crónicas, Historias e Investigación, y allí Pancho vuelca su experiencia (como él mismo señala) del tema y su curiosidad por un continente siempre menospreciado. El mismo abarca desde el nacimiento del deporte allí, problemas con edades y nacionalidades, fútbol femenino y anécdotas de más de 20 países, con prólogos de mis conocidos colegas Ariel Scher y Andrés Del Burgo. Se puede comprar a través del sitio web de la editorial, Libro Fútbol, y es recomendable para los futboleros ahora que el balompié africano está más en vidriera con tantos talentos en Europa. Además, para mi vida un logro, desde esos días de 1988 que soñaba despierto con el fútbol africano, escribiendo, charlando con los chicos de la secundaria y mi familia y grabando o prestando atención a todo lo relacionado a él. Ahora es más realidad. Grande, importante, como Africa.
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
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miércoles, 3 de junio de 2020
lunes, 31 de diciembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: AÑO NUEVO MOVIDO
El último día del 88 arrancó al mediodía, cuando estuve brindando en el local de ropa de mi familia en la famosa avenida Santa Fe, en Capital, con mis padres y gente de locales vecinos como Patricia. Cuando volví a casa me acosté un rato, llevado por el intenso calor. Sin querer dormí una plácida siesta que terminé dos horas después algo somnoliento.
Pero tras una ducha me sentí muy bien. Y gracias a todo eso pude disfrutar una agradable noche entre la cena en el patio, la presencia de mi madrina Marta y los suyos y mis abuelos, mis bromas con los "enganches" haciéndole grabar a mi abuelo el tango “Cambalache” y un corto show de baile a mi cargo sobre el pasto del gran fondo, ya en el nuevo año. “La verdad Diego te felicito, fuiste el más movido de la noche...”, me elogió mi abuela. Uno de los mejores 31 de mi historia, a tono con aquel glorioso 1988.
Pero tras una ducha me sentí muy bien. Y gracias a todo eso pude disfrutar una agradable noche entre la cena en el patio, la presencia de mi madrina Marta y los suyos y mis abuelos, mis bromas con los "enganches" haciéndole grabar a mi abuelo el tango “Cambalache” y un corto show de baile a mi cargo sobre el pasto del gran fondo, ya en el nuevo año. “La verdad Diego te felicito, fuiste el más movido de la noche...”, me elogió mi abuela. Uno de los mejores 31 de mi historia, a tono con aquel glorioso 1988.
sábado, 29 de diciembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: PIZZA A MEDIANOCHE
Una noche de las últimas del 88, algo tarde, fuimos con mis viejos en el Peugeot 505 a ayudar a mi hermano Leo, que se quedó con su Citroen en la esquina de Rodríguez Peña, en plena Capital. Y justo ahí estaba la pizzería San Vicente; entonces, mientras esperábamos la grúa del Automóvil Club Argentino, comimos un par de porciones y además yo tomé un vaso de 7UP en el 505. Luego vino la grúa, volvimos a casa y cenamos... pizza. Claro, ésta la habíamos hecho nosotros. A pesar de todo y de la corta estadía, fue otro agradable recuerdo.
viernes, 28 de diciembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: ULTIMO DIA DE CLASE
Y el brillante 1988 en el Instituto Martín Güemes de mi Carapachay se cerró en una jornada curiosa. Esa soleada tarde de fines de Noviembre se hizo un sencillo acto en el patio al aire libre; yo fui sin útiles, ya aprobado el año, sólo llevé un cassette de Genesis que le devolví a Tozzoli. Y cómo sería el día de informal que el inefable Leandro, siempre correcto, se vino con camisa hawaiana y hasta anteojos negros... Luego del corto y aburrido acto, me fui a casa a disfrutar el final de ese gran 3º año.
HISTORIAS DE MIS 15: DEDICATORIAS EN LAS LIBRETAS DEL SECUNDARIO
El clásico de fin de año que conocí ese tercero. A modo de recuerdo, nos firmábamos las libretas con mensajes de todo tipo, hasta amorosos. Yo lo hice y también recibí de la mayoría.
Inolvidable la de Leandro para conmigo: “Estoy cansado de EXPLICARTE INGLES, y si no me aumentás el sueldo en la Carpeta General lo vas a lamentar”. El de Pezzolo, que me decía de todo y terminaba “cómo te quiero, Diego”. El de Tozzoli, el más sincero, que hablaba de nuestra amistad “hace 9 meses”. Y el de Nancy, de quien estaba enamorado como conté, que con muchas faltas de ortografía puso cosas lindas con las que me enamoré de ella. También recuerdo las de Capra, Dib, Toledo, Patricia Ramos, Solé, Wartanian, Loreley Long, Iermito, Taltabul, Alberdi, Macías y Cristian Rodríguez.
Inolvidable la de Leandro para conmigo: “Estoy cansado de EXPLICARTE INGLES, y si no me aumentás el sueldo en la Carpeta General lo vas a lamentar”. El de Pezzolo, que me decía de todo y terminaba “cómo te quiero, Diego”. El de Tozzoli, el más sincero, que hablaba de nuestra amistad “hace 9 meses”. Y el de Nancy, de quien estaba enamorado como conté, que con muchas faltas de ortografía puso cosas lindas con las que me enamoré de ella. También recuerdo las de Capra, Dib, Toledo, Patricia Ramos, Solé, Wartanian, Loreley Long, Iermito, Taltabul, Alberdi, Macías y Cristian Rodríguez.
miércoles, 26 de diciembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: HACIENDO RADIO EN NAVIDAD
Pasada aquella Nochebuena en mi casa, la mañana siguiente, el 25, me levanté temprano y fui a hacer el programa 10 de Hot Dog, el que (recuerden) había iniciado dos meses antes, como ya conté y detallé. Me sentía raro por la ocasión, con mis 15 yendo a una radio una mañana de Navidad. Y nomás estuve con mis amigos y compañeros del Güemes Tozzoli y Filippi hablando en la FM Río de Munro, en una emisión que salió aceptable. Nuestra compañera Patricia Alberdi había prometido traer pan dulce y sidra para festejar, sin embargo y según supimos se quedó en su casa durmiendo. Igual la pasamos bien con lo que nos gustaba, y tras saludarnos, me fui al almuerzo en la de mi pariente Lilia, allá en Capital. Jornada navideña, particular e imborrable. Como cada momento de mis 15.
lunes, 24 de diciembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: NOCHEBUENA 88
En 1988 la Nochebuena cambió por una vez de escenario y de mi casa de Carapachay se trasladó a la de mi madrina Marta, en Olivos, donde pasábamos los 31. Tras una buena cena en el patio (pavita y otras cosas) fuimos al living, como era costumbre luego de las 12. Y allí me regalaron el juego de mesa Cifra y un cassette de la Zimbabwe Reggae Band, el que luego cambié por el King Kong de Los Pericos.
HISTORIAS DE MIS 15: MAESTRO DE INGLÉS
Esa última quincena del 88 afronté con nervios mi último desafío del año: el examen para recibirme de Maestro de Inglés, el que me enteré que debía dar nada menos que en el Liceo Cultural Británico, lo que me ponía aún más nervioso. Y que hizo que tuviera que ir a lo de mi abuela, allá en Capital, a estudiar y quedarme para luego viajar de allí al Liceo.
El 16 de diciembre a las 4 de la tarde era el primer duro paso con el examen escrito. Fui en colectivo con ella hasta el amplio edificio de la famosa avenida Cabildo, en una ancha vereda. Entré en el aula bien iluminada por los ventanales a la calle; me senté y empecé el examen con muchos nervios, que aumentaban por el silencio total que había. Y casi me muero cuando oí que la profesora hablaba todo en inglés, la forma en que se manejaban allí. Preferí no hablar nada salvo que fuera necesario y seguí mi prueba, que por suerte resolví bien y aprobé con un 70 sobre 100, una nota que al parecer era signo de aprobación y no un número bajo. Pero aún faltaba el oral.
Justo siete días después del examen escrito, el 23 era el oral. De nuevo me “concentré” en lo de mi abuela y fui allá esa tarde húmeda y con amenaza de lluvia. Estaba más tranquilo, ya conocía el lugar y había estudiado bien. Y en un examen que incluyó preguntas de mi vida personal que me dieron cierta vergüenza, rendí muy bien. Y más tarde la profesora me daba la nota (otra vez 70 sobre 100), el comprobante de la misma y, sobre todo, la gran noticia: me había recibido de maestro.
Con una gran alegría y mucho alivio, festejé con mi abuela yendo a tomar un helado que casi se me cae, no sé si por la emoción o por mi sabida torpeza. Y de ahí volví a su casa con la satisfacción de otro logro, uno más en esos inolvidables días.
El 16 de diciembre a las 4 de la tarde era el primer duro paso con el examen escrito. Fui en colectivo con ella hasta el amplio edificio de la famosa avenida Cabildo, en una ancha vereda. Entré en el aula bien iluminada por los ventanales a la calle; me senté y empecé el examen con muchos nervios, que aumentaban por el silencio total que había. Y casi me muero cuando oí que la profesora hablaba todo en inglés, la forma en que se manejaban allí. Preferí no hablar nada salvo que fuera necesario y seguí mi prueba, que por suerte resolví bien y aprobé con un 70 sobre 100, una nota que al parecer era signo de aprobación y no un número bajo. Pero aún faltaba el oral.
Justo siete días después del examen escrito, el 23 era el oral. De nuevo me “concentré” en lo de mi abuela y fui allá esa tarde húmeda y con amenaza de lluvia. Estaba más tranquilo, ya conocía el lugar y había estudiado bien. Y en un examen que incluyó preguntas de mi vida personal que me dieron cierta vergüenza, rendí muy bien. Y más tarde la profesora me daba la nota (otra vez 70 sobre 100), el comprobante de la misma y, sobre todo, la gran noticia: me había recibido de maestro.
Con una gran alegría y mucho alivio, festejé con mi abuela yendo a tomar un helado que casi se me cae, no sé si por la emoción o por mi sabida torpeza. Y de ahí volví a su casa con la satisfacción de otro logro, uno más en esos inolvidables días.
sábado, 22 de diciembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: LUZ SOLAR A LAS NUEVE
Por ese 1988 de mis dorados 15, la Argentina padecía muchos problemas. Además de los primeros líos económicos y los alzamientos militares contra el gobierno de Raúl Alfonsín, Otro contratiempo para el país apareció ese fin de año, cuando una crisis energética por sequía obligó a adelantar la hora para aprovechar mejor la luz del sol. Toda una novedad a la que me costó adaptarme, me acuerdo una vez en el centro que eran las 9 y todavía había buena luz solar, pero luego me acostumbré.
miércoles, 19 de diciembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: PASEL REGGAE BAND
Una de las mejores del SECUNDARIO 88. Fue cuando estaba de moda la Zimbabwe Reggae Band, el grupo argentino de música de ese estilo. Y para ridiculizar a la rectora Susana Pasel, mi compañero Fernando Tozzoli le cambió el nombre e hizo una hoja con el título y temas, tipo portada de LP. Y variaba el nombre de los temas. Yo me prendí y cantaba los de Los Pericos, también muy de moda, con cosas de Instrucción Cívica, materia que la señora daba, como "Viva el artículo 14 bis” con Nada que Perder. Con eso además me reía con otros...
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viernes, 14 de diciembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: MAESTRO DE INGLÉS PARTICULAR
Ese 1988 de mis 15 llegó el cierre de una linda etapa en la casa de Miriam con el cuarto año de mis estudios de Inglés particular, ahora dirigido por Raquel, quien al principio no me gustó pero luego me acostumbré bien. Pasé sin problemas el exigente ciclo y me deleité con las lecturas, especialmente la preciosa Rebecca. Así llegué al inédito examen final del Liceo Cultural Británico, que contaré más adelante, y mi primer título de inglés, el de "maestro", para coronar un año trascendente e imborrable.
jueves, 13 de diciembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: ACTUACIÓN PARA LA PRIMAVERA
Y llegó otro festejo del Día de la Primavera en el Instituto Güemes de mi secundario, ahora en el patio al aire libre. Luego de la risueña presentación del 87 como Paolo el Rockero, esta vez pensé yo mismo en algo para actuar. Y a tono con mi gusto del fútbol africano, se me ocurrió el pobre “Akimbo Kilombo”, el periodista zaireño (o congoleño) que hablaba del tema. Hasta quise que mi amada Nancy Perrig hiciera de "secretaria" trayéndome un papel como si fuera un cable, pero ella se negó porque dijo que se le volaba una pollera corta que tenía por el viento; en realidad no quiso. Y delante de todo el colegio hice de Akimbo con una hoja en la mano, mientras algunos me gritaban irónicamente “ídolo”. Fue lo único que recuerdo de aquella nublada tarde del 20 de septiembre.
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viernes, 7 de diciembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: TRABAJO SOBRE CUBA
Un inolvidable de esos días del secundario 88 el trabajo especial de Geografía, que consistía en una suerte de folleto promocional de un país de América, con información preferentemente turística. Yo elegí Cuba y el título de "La Perla de las Antillas" por ser la isla más grande de esa bella región caribeña, y escribí de los atractivos, monumentos, la Universidad de La Habana y demás con dibujos. Y en la contratapa, recorté y pegué aquellas propagandas de Kien Caribe, la agencia de viajes que salía en el diario Clarín.
viernes, 30 de noviembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: SÉPTIMA TODOS LOS DÍAS MENOS VIERNES
En esta linda sección de mi 1988 sigo con cositas del secundario desopilantes. Como el recuperatorio con los de la previa, escribir a máquina o el popurrí de canciones, en este caso la famosa séptima hora colegial. Este fue el año más duro de la misma, que teníamos de lunes a jueves. Por eso nos íbamos recién a las 18.30. Es decir, cuatro días sobre cinco. Y como en invierno a esa hora era de noche, me tenían que venir a buscar mi mamá o mi hermano Leo. Por lo menos, justo el viernes, el mejor día, nos íbamos temprano...
viernes, 23 de noviembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: POPURRÍ DE CANCIONES EN EL RECREO
En los recreos del tercer año del Güemes, uno se divertía con cualquier cosita, hasta la más loca. Una de ellas la inventamos Filippi, Leandro, yo y un par más con la música. En lugar de cantar cada uno un tema, CANTABAMOS TODOS AL MISMO TIEMPO UN TEMA DISTINTO. Yo con Ritual de la Banana, Filippi con Cartas sin marcar, Leandro con Tirá la Goma y así. Qué matada de risa...
lunes, 19 de noviembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: ESCRIBIR A MÁQUINA
Un gran contenido del año que aprendí en el secundario, que me interesaba y gustaba pero me costó mucho; me llevó tiempo la escritura al tacto, saber poner la hoja en la máquina o los distintos espaciados. Y al principio me salía pésimo. Pero fui mejorando en esos ejercicios donde debíamos copiar del libro apaisado azul palabras o frases repetidas. Todo en otro nuevo lugar, el cuarto de máquinas del patio al aire libre (donde se daba Computación), provisto de las muy flojas Remington y al que íbamos en dos tandas por orden alfabético; una mitad iba y la otra tenía hora libre.
Máquina en casa
También hacía los ejercicios en casa con la famosa Brother 210 portátil del local de mis padres de la calle Ecuador, en Capital, en esas noches que a veces me quedaba hasta tarde. Algunos eran tan largos que de tanto darle a las duras teclas me dolía la espalda y terminaba agotado.
Máquina en casa
También hacía los ejercicios en casa con la famosa Brother 210 portátil del local de mis padres de la calle Ecuador, en Capital, en esas noches que a veces me quedaba hasta tarde. Algunos eran tan largos que de tanto darle a las duras teclas me dolía la espalda y terminaba agotado.
viernes, 16 de noviembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: DANDO MATERIAS CON LOS DE LA PREVIA
Hoy vamos a una de mis increíbles historias de estudiante en el tercero B del Güemes. Como conté en otra de esta sección, a medio año sufrí una fuerte gripe. Y entre otras cosas, claro, me complicó el colegio, justo en el tiempo de los recuperatorios. Por la gripe no sólo me perdí un par de pruebas, también casi pierdo el recuperatorio de Mecanografía. Una de las que no di fue Contabilidad. Y como ya no había fecha, tuve que hacerla en las vacaciones de invierno con los alumnos que daban "la previa", como se llamaba a la instancia de exámenes previa a la repetición de curso. Algo que se consideraba poco menos que deprimente. Sí, así estuve esa tarde de sol en el aula del pasillo en ángulo recto pero enfrente de la nuestra. Y por suerte aprobé.
viernes, 9 de noviembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: ESPECIAL AFRICA GOL
El más grande gusto que me pude dar con mi fanatismo por el fútbol africano. Un viernes en el colegio, mi flamante compañero de radio Fernando Tozzoli me prestó una SuperFútbol (la completísima revista que editaba Sólo Fútbol) que contenía un especial del tema titulado AFRICA GOL. Cuando llegué esa tarde a casa y lo leí en mi cama, no lo podía creer. Comentarios, historiales, números, la elección del Balón de 1986 Oro con los 50 y pico de apellidos votados. Con lo que me costaba encontrar algo en los medios... Y encima unas fotos increíbles. Un verdadero regalo que devoré ese fin de semana.
miércoles, 7 de noviembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: FM RÍO
Por aquella primavera del 88, en el colegio secundario, el Instituto Güemes de mi Carapachay, mis compañeros hablaban y sobre todo escribían en el pizarrón acerca de una radio. Era la FM RÍO 107.1 de Munro. Así se popularizó, yo la conocí y más tarde fue la que cobijó mi histórica primera experiencia radial y periodística, aunque sólo fuera una diversión.
Situada en Antártida Argentina 2277, en esa casa de vieja fachada blanca, con el amplio salón techado lleno de carteles y un pequeño estudio, la Río tenía más potencia que las radios grandes. Por eso, y aunque era considerada una de esas “truchas”, desde aquel octubre empecé a escucharla, primero con Line Out y luego con otros buenos programas como Río Rock, que conducía su director Juan “Johnny” García. Y llamaba la atención su muy lindo logotipo del sol naranja. Así, la 107.1 eclipsó a nada menos que Radio Bangkok y a todo lo que oía entonces.
LINE OUT
Sin duda, el disparador de la popularidad de FM Río. El genial programa de semana a las 19 con Pedro “Nicky” Lucero donde todo 3º año del Güemes nos mandábamos mensajes de todo tipo. Me acuerdo cómo preparaba mi mensaje, llamaba a Agustín (el telefonista) y se lo dictaba. Y enseguida me pegaba al parlante para escuchar si lo pasaban; por suerte lo leían, entonces yo lo grababa y me mataba de risa, igual que con los comentarios del conductor. Incluso mi amigote Leandro (que también mandaba) me llamaba después y me cargaba o nos reíamos.
Entre los más recordados estaban las bromas a Alfredo Filippi, mi compañero de Hot Dog, con eso de “trolex”, mis piropos a mi compañera Nancy Perrig o algunos del mismo Leandro para mí. El programa, que empecé a oír al pasar, comenzaba siempre con Never Let Me Down de Depeche Mode y en los mensajes Just Like Heaven de The Cure, y tenía también buena música y más. Fenómeno total.
Situada en Antártida Argentina 2277, en esa casa de vieja fachada blanca, con el amplio salón techado lleno de carteles y un pequeño estudio, la Río tenía más potencia que las radios grandes. Por eso, y aunque era considerada una de esas “truchas”, desde aquel octubre empecé a escucharla, primero con Line Out y luego con otros buenos programas como Río Rock, que conducía su director Juan “Johnny” García. Y llamaba la atención su muy lindo logotipo del sol naranja. Así, la 107.1 eclipsó a nada menos que Radio Bangkok y a todo lo que oía entonces.
LINE OUT
Sin duda, el disparador de la popularidad de FM Río. El genial programa de semana a las 19 con Pedro “Nicky” Lucero donde todo 3º año del Güemes nos mandábamos mensajes de todo tipo. Me acuerdo cómo preparaba mi mensaje, llamaba a Agustín (el telefonista) y se lo dictaba. Y enseguida me pegaba al parlante para escuchar si lo pasaban; por suerte lo leían, entonces yo lo grababa y me mataba de risa, igual que con los comentarios del conductor. Incluso mi amigote Leandro (que también mandaba) me llamaba después y me cargaba o nos reíamos.
Entre los más recordados estaban las bromas a Alfredo Filippi, mi compañero de Hot Dog, con eso de “trolex”, mis piropos a mi compañera Nancy Perrig o algunos del mismo Leandro para mí. El programa, que empecé a oír al pasar, comenzaba siempre con Never Let Me Down de Depeche Mode y en los mensajes Just Like Heaven de The Cure, y tenía también buena música y más. Fenómeno total.
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viernes, 2 de noviembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: FOTOS DE RUBIAS EN BURDA MODEN
Una nueva forma de canalizar mi locura por las rubias y quizá la más fuerte. En la famosa revista alemana de moda Burda Moden, que tenía mi abuela quien era modista, veía fotos de blondas modelos angelicales y con bella o exótica ropa. Tanto me gustaban que le pedí a ella una revista para recortar las fotos; ella no quiso saber nada y se enojó conmigo, pero mi mamá me sugirió que sacara la hoja respectiva y la llevara. Así hice y me di un gran gusto: las recorté y armé aquel fascículo Cuánta Rubia que Tengo.
El mencionado álbum era parte de la Carpeta General, ésa que yo hacía de entretenimiento y que conté aquí, y tomó su nombre del genial tema de Ignacio Copani “Cuánta Mina que Tengo”, furor esos días. Seleccionaba las mejores fotos, las pegaba y escribía mis fantasías con cada imagen; por ejemplo, con una en camisón puse que me cuidaba si estaba enfermo, o con otra con vestido multicolor decía que era alegre. En serio que así aumenté mi amor por ellas.
El mencionado álbum era parte de la Carpeta General, ésa que yo hacía de entretenimiento y que conté aquí, y tomó su nombre del genial tema de Ignacio Copani “Cuánta Mina que Tengo”, furor esos días. Seleccionaba las mejores fotos, las pegaba y escribía mis fantasías con cada imagen; por ejemplo, con una en camisón puse que me cuidaba si estaba enfermo, o con otra con vestido multicolor decía que era alegre. En serio que así aumenté mi amor por ellas.
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