Como ustedes ya conocen, tengo discapacidad visual. Y la verdad es que andar con eso en la convulsionada Argentina de hoy es toda una aventura de valientes. Ya conté de las veredas, de los autos mal puestos, de los obstáculos de los negocios, y puedo contar varios más. Y también he contado de mis queridos amigos los choferes de colectivo, que en su apuro y fastidio con el tránsito y demás exigencias laborales son una raza complicada.
Aunque la ley los obliga a cuidar de los pasajeros, muchas veces la gente sufre con ellos. Yo cuento mi experiencia, que por gracia de Dios no me va tan mal como se podría pensar. La mayoría de los conductores públicos ayuda, es amable, servicial, contenedor. Pero, pero, siempre hay alguno. Alguno que te deja a tres cuadras un día de llovizna, con vos con necesidades familiares o hasta fisiológicas. Alguno que no te contesta o te habla bajito cuando le preguntás cuánto falta, como mi caso que si no me pierdo fácil. Peor aún, algún insolente como el que describí acá hace poco. Pero por suerte la llevo bien. Me llevan bien. Después sí la general de la ley, que manejan con celular, que no tienen buen genio con cierta clase de personas como las mayores, que suelen querer tener razón, que se fastidian de nada, que no manejan del todo bien. Yo por Dios la saco barata. Y eso que no pago boleto.
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
viernes, 29 de marzo de 2019
jueves, 28 de marzo de 2019
CÓMO CAMINAR PARA NO SUFRIR CON LAS VEREDAS LOCAS
Aunque no sea nuestro metier, Así Es La Vida intenta cuidar la salud y las articulaciones de sus lectores. Como el Estado no hace nada por mejorar las desastrosas veredas de la ciudad de Buenos Aires, les damos un consejo práctico que aprendí en mi antigua estadía en el recordadísimo gimnasio de Carapachay. En lugar de caminar con los pies casi a ras del suelo, con lo que muy probablemente nos engancharemos en las mil roturas de las aceras y sufriremos lesiones, debemos ir levantando todo el tiempo bien las plantas de los pies. En primer lugar, eso evita lo anteriormente citado, incluso con la "ensalada" de hojas de árboles del otoño en que vivimos. Y segundo, el levantar los pies hace trabajar más las piernas, en especial los muslos,una gimnasia muy beneficiosa para ellas y para el cuerpo. No accidentarse y ahcer gimnasia, todo por el mismo precio. Paraevitar esas caídas absurdas y, tabmién, su consiguiente arreglo con su costo económico y todo.
!Ah!, me olvidaba. Señoras y señores vecinos, el arreglo de las veredas, tengo entendido, es de ustedes. Así que por favor pónganse a trabajarlas, no vengan con que no tienen dinero para eso, porque la sociedad somos todos.
!Ah!, me olvidaba. Señoras y señores vecinos, el arreglo de las veredas, tengo entendido, es de ustedes. Así que por favor pónganse a trabajarlas, no vengan con que no tienen dinero para eso, porque la sociedad somos todos.
lunes, 25 de marzo de 2019
NO QUERAMOS GANARLE AL SOBERBIO
Esta es una de las cosas que la vida, a través de gente que Dios hace que me ame, me va enseñando. Porque me pasa que cuando me enfrento a alguien con soberbia que me quiere rebajar, yo quiero en vano arreglarlo, tener la razón, darlo vuelta, ganarle. Bueno, eso les debe pasar a muchos de ustedes, por eso me pongo de ejemplo. El soberbio se cree (no es) Dios, se pone en grande, te mira de arriba así sea petiso, se te muestra perfecto, duro, rocoso, impasable. Eso además de su defectuosa conducta de arrogancia, de decirte qué sos, qué tenés que hacer, que la culpa es tuya y no de él. Entonces uno le quiere rebatir todo, y no sólo no lo logra, porque el otro siempre saca una carta ganadora, sino que se desgasta el cuerpo y la mente. Mäs en esta insociedad argentina en que vivimos. Por eso, debemos hacer lo contrario, "agachar la cabeza" como se dice, no querer pasar al soberbio, dejarlo correr, dejarlo envolverse en su porquería. Darle la razón, decirle a todo que sí. Así no nos habremos desgastado física y, más aún, mental y espiritualmente. Y así, aunque no lo sepamos, estaremos haciendo una sociedad más tranquila.
domingo, 24 de marzo de 2019
UN FERIADO BIEN PUESTO EL DEL 24 DE MARZO
Hoy se cumple el maldito aniversario del comienzo de la última dictadura militar en la Argentina. Ha habido polémica sobre su instauración, incluso (como pasa con tantos feriados) la gente no le da mucha importancia. Tal vez alguno prefiera que sea un día más. Pero no es un día más. Es un día de memoria, como se llama oficialmente. Memoria, eso que a este país le falta tantas veces, para recordar que alguna maldita vez estuvimos sitiados, ocultos, atemorizados. Entonces, no se puede dejar pasar el día así como así y que alegremente siga la vida para todos. No. Por eso, este feriado tiene real razón de ser. Memoria, verdad y justicia. Así es. Bien puesto.
MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: LAS LUCES DE LA CIUDAD NOCTURNA
Es una perfecta postal. Es un real cuadro, mejor que si el mejor pintor lo hubiera realizado. Cualquier noche de la semana, no sólo las estrellas y la luna proporcionan luz al paisaje urbano. Las mil y una luces que visten la ciudad dan un espectáculo visual inigualable, casi tecnológico. Las luminarias del alumbrado, de los carteles comerciales, de los viales, las luces de los negocios, de los autos se mezclan y se encuentran para crear una imagen única. Extasian al rebotar contra los vidrios de cualquier superficie, por ejemplo las ventanillas de los autos. Se multiplican al pasar por túneles con tubos fluorescentes, casi se hacen infinitas. Y no pasan inadvertidas si otra luminaria gigante las quiere opacar, ellas siguen con sus mil y un reflejos, colores y brillos. La música la ponemos nosotros viajando, caminando, haciendo compras. La escenografía y la luz la pone la ciudad. El bello mundo de las luces, el marco de la noche más inolvidable.
viernes, 22 de marzo de 2019
HISTORIAS DE INFANCIA: LEER EL DICCIONARIO
Desde el viernes pasado y como cada viernes, traigo historietas de ese tiempo inigualable que es la infancia. Hoy les cuento una de mis diversiones de lo más raras: leer el diccionario. Una de mis pasiones. A cualquier hora me lo devoraba, leyéndolo casi entero como cualquier libro e incluso correlativamente. Era mediano y tenía algunas hojas sueltas, pero me divertía con las palabras ordenadas alfabéticamente (algunas raras), las ilustraciones, los apéndices de tiempos verbales y hasta uno de los Mundiales. Uno de los mejores pasatiempos, especialmente, de 1981.
1975: CUANDO UNA SELECCIÓN DE MENOTTI ARRASÓ A VENEZUELA
Las vueltas del fútbol son como las de la vida. Este viernes, la selección argentina sufrió una de sus más duras derrotas al caer con Venezuela, en su primer amistoso del 2019. Como se sabe, el equipo nacional es regenteado por el gran César Luis Menotti, director de los planteles albicelestes. El mismo que fuera campeón del mundo en 1978. El mismo que, 44 años atrás, dirigió una selección que sí hizo diferencia con la vinotinto: 11 a 0.
Fue el 10 de agosto de 1975 en Rosario, por la cuarta fecha de la Copa América, que en ese tiempo se disputaba a ida y vuelta en cada país en tres grupos todos contra todos, sistema que duró hasta 1987. El once de Menotti, que asumió un año antes, venía de golear a los entonces débiles venezolanos en Caracas 5 a 1, pero había perdido con Brasil 1-2 en el Mineirao de Belo Horizonte. Ante su gente necesitaba ganar, y claro que lo hizo, con once tantos. Curiosamente el primer tiempo terminó 4-0, gracias a un doblete de Daniel Pedro Killer, Américo Gallego y Osvaldo Ardiles. En el segundo tiempo llegó el aluvión: Mario Zanabria y Mario Alberto Kempes marcaron dos, Daniel Killer, Ramón Bóveda y Leopoldo Luqe completaron la goleada.
Aquel equipo del "Flaco" formó con Gatti; Rebottaro, Pavoni, Daniel Killer, Mario Killer; Ardiles (Julio Asad 85'), Gallego, Zanabria (José Valencia 76'); Bóveda, Luque y Kempes. No le sirvió igualmente de mucho, ya que en la última jornada volvió a caer con los brasileños 1 a 0 en Rosario. Finalmente, ellos llegarían a semifinales, donde el Perú de Teófilo Cubillas los eliminó y luego ganó sobre Colombia el título regional.
Las vueltas del fútbol. En el 75 se le hizo 11 goles a Venezuela. En 2019, se perdió bien 3 a 1. Así era la cuestión de la Selección de Menotti antes. Así es, penosamente, ahora.
Fue el 10 de agosto de 1975 en Rosario, por la cuarta fecha de la Copa América, que en ese tiempo se disputaba a ida y vuelta en cada país en tres grupos todos contra todos, sistema que duró hasta 1987. El once de Menotti, que asumió un año antes, venía de golear a los entonces débiles venezolanos en Caracas 5 a 1, pero había perdido con Brasil 1-2 en el Mineirao de Belo Horizonte. Ante su gente necesitaba ganar, y claro que lo hizo, con once tantos. Curiosamente el primer tiempo terminó 4-0, gracias a un doblete de Daniel Pedro Killer, Américo Gallego y Osvaldo Ardiles. En el segundo tiempo llegó el aluvión: Mario Zanabria y Mario Alberto Kempes marcaron dos, Daniel Killer, Ramón Bóveda y Leopoldo Luqe completaron la goleada.
Aquel equipo del "Flaco" formó con Gatti; Rebottaro, Pavoni, Daniel Killer, Mario Killer; Ardiles (Julio Asad 85'), Gallego, Zanabria (José Valencia 76'); Bóveda, Luque y Kempes. No le sirvió igualmente de mucho, ya que en la última jornada volvió a caer con los brasileños 1 a 0 en Rosario. Finalmente, ellos llegarían a semifinales, donde el Perú de Teófilo Cubillas los eliminó y luego ganó sobre Colombia el título regional.
Las vueltas del fútbol. En el 75 se le hizo 11 goles a Venezuela. En 2019, se perdió bien 3 a 1. Así era la cuestión de la Selección de Menotti antes. Así es, penosamente, ahora.
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