QUÉ ES REALMENTE UN QUILOMBO

La respuesta a este título, según el saber y locura popular, sería "todo". Como están las cosas, el país, el coronavirus, la deuda, sí, es correcta. Pero un quilombo era antiguamente otra cosa, aunque bien podría asociarse con el actual concepto de lío. Era un asentamiento de esclavos traídos a América para trabajos forzados, mejor ni detallar esas atrocidades que al hombre se le ocurrió. Con el tiempo, en Argentina, Uruguay y Paraguay se le dio esa denominación a un prostíbulo, y entonces, como ese tipO de lugares es para lío, problema y demás, el significado pasó a ser el actual. Tal vez por eso es mala palabra o, al menos, una expresión ordinaria y desubicada, al menos según el contexto. Y sí, sin querer insultar, el mundo es un quilombo. Aunque ya no haya sitios de esclavos.

LAS MUJERES DE TOTO

No es una canción mía ni quiero contar aquí intimidades de un amigo. Es la curiosa coincidencia de la excelente banda estadounidense Toto, de larga trayectoria y popularidad en los fines de los 70 y los 80. Entre sus temas hay tres que llevan el nombre de una mujer: Rosanna, Lea y Pamela, tres bellísimos y muy recordados. Indagando en los detalles de las canciones, Rosanna era una actriz norteamericana pareja de uno de los músicos, mientras que Pamela efectivamente era una chica que le gustaba al bajista Steve Porcaro. En cambio no hay nada sobre la preciosa balada Lea. Así que si conocen a una mujer con alguno de estos nombres y quieren hacerle un regalito, ahí tienen la propuesta. Yo sigo con las mías: Carolina, Un ángel llamado Lucy, Margarita En la Bondad Tenés 10, Mirtita la Grande, Rosa de Angola, Paseando con Daisy o Alba al Amanecer. Eso sí, no creo que sea tan famoso como lo fueron los geniales Toto.

Video de una de las canciones de mujer:

HISTORIAS DE INFANCIA: COMIENZO EN EL JARDÍN MAFALDA

Lo mejor de la primera parte de mi infancia. El jardín a tres cuadras de casa donde ingresé ese 77 tras haber tenido problemas en el del Florida School, colegio al que iban mis hermanos. Además era de Analía y Susana Montal, dos ex alumnas de danzas de mi mamá, lo que me llevó a ese lugar donde fui feliz jugando, trabajando y creciendo sanamente. Todas las mañanas iba acompañado por mi mamá o alguien de mi familia; es casi lo único que rememoro del 77, mi primer año allí.

"TRAPITO" LOSADA Y "LAVANDINA" BERGESSIO, COMBINACIÓN FUTBOLERA CONTRA EL COVID

Un poco de buen humor viene muy bien en esta época de coronavirus, penas, ansiedad y cuarentena. Hay dos futbolistas que si se juntaran en una cancha hoy serían ideales para combattir posibles contagios: Hernán "Trapito" Losada y Gonzalo "Lavandina" Bergessio.

Como sabemos, un trapito con lavandina desinfecta superficies y objetos y reduce las posibilidades de contagio. Esto podría darse con estos dos buenos valores del fútbol argentino. "Trapito" Losada, de 38 años, comenzó en 2003 de mediocampista en Independiente, de donde se fue a Chile y luego a Bélgica, donde hizo una larga carrera que incluyó al Anderlecht. Se retiró en 2019 en el Beerschot Wilrijk de la Segunda División belga, a quien dirige desde octubre y está a punto de subirlo a Primera, tras vencer la final de ida ante el OH Leuven 1 a 0, pero debe esperar la revancha que debía jugarse el 14 de marzo y se suspendió por la pandemia.

El "Lavandina" Bergessio es más conocido y está en plena actividad a sus casi 36 años en Nacional de Montevideo. Surgido de Platense en 2001, pasó por varios equipos, el más recordado San Lorenzo, donde fue uno de los héroes de aquel partido ante River por la Copa Libertadores 2008 que el Ciclón igualó 2 a 2 con ocho hombres y eliminó al millonario.

Trapito y lavandina, buena combinación para menos Covid-19. También en el fútbol.

¿SE ACUERDAN DE CORZO GÓMEZ? MANOS LIMPIAS...

Video del genial Corzo

Un recuerdo que podría encasillar perfecto en este 2020 de coronavirus. El singular José Corzo Gómez era un periodista y sobre todo dirigente político, defensor de los derechos de los jubilados, que ya en los 80 estaban a la buena de Dios. Para su trabajo, militó en el Partido Blanco de los Jubilados. Y lo mejor, fue columnista en el famosísimo y hasta risueño noticiero Nuevediario de Canal 9 Libertad. En esas entradas, el veterano exponía los líos de los mayores con fuerte tono de voz. Y al final de su exposición, levantaba las manos con las palmas abiertas y exclamaba "con las manos limpias". Todo muy bien, era furor en el noticiero, hasta objeto de parodias, pero admirado por sus defendidos. Hasta que se descubrió que cobraba una jubilación de privilegio de una buena cantidad de australes, la moneda argentina entonces. Ovbiamente fue echado de Nuevediario. Y en una manifestación de los mayores, uno levantó un cartel que decía "Corzo Gómez manos sucias". Tal vez, al menos hasta su lío, la frase de Corzo es buen consejo para no contagiarse de este virus.

TODOS, NO TODES

Otra porquería, estupidez, deseducación que algunos gustan de esparcir por la insociedad en que vivimos es esta cosa del lenguaje inclusivo. No sé qué incluye, sólo estupidez. Eso de decir "todes" o "chiques" es horrendo, lo último. No pretendo ser el profesor Giménez, pero no me digan que no suena muy feo. Aparte es otra de estas formas de ganar adeptos, de hacerse notar que tiene tanta gente, que cree que con eso es más persona, cuando es todo lo contrario. Hasta los medios lo reproducen, lo cual no me extraña ya que han caído verticalmente con los años. Como además la moda manda, estamos en problemas. Es otro modo de que la sociedad se siga desmoronando, y si somos de los peores hablados en el mundo, es lo que nos faltaba.

TODOS, NO TODOS Y TODAS

No me cansaré de combatir, con amor pero firmeza, toda deseducación. Porque si soy comunicador, periodista o músico, es mi obligación hacerlo. Y estoy harto, y varios como yo, de estas raras formas de hablar que la gente, sin capacidad de discernir, toma como bandera. Con la llegada del kirchnerismo al poder en la Argentina, comenzó la expresión "todos y todas" o "argentinas y argentinos". Política al margen que me interesa cero, según consulté eso está incorrecto. Cuando se nombra un grupo de personas de distinto sexo es "todos", sin diferenciar hombre de mujer. Eso se hace para resaltar el género femenino, lo cual no hay ninguna necesidad porque acá todos somos iguales. Si es un grupo de mujeres sí es "todas", si es de hombres "todos", pero si es mixto, va sin cambio de vocal. Lo triste es que no sólo es una incorrección gramatical, otra falta de cultura, sino que ya es otra de esas modas de porquería. Yo me mantengo en mi base, espero que muchos también. Ojalá que algún día seamos todos. Sí, todos. Sin as.