Este martes la Selección
argentina de fútbol ganó en gran resultado 2 a 1 a Bolivia en la altura de La
Paz, más de 3600 metros sobre el nivel del mar, en su segundo éxito en dos
fechas de las eliminatorias para el Mundial. Bueno, cada vez que un equipo argentino
o de otr o lugar juega en la altura, se hace casi una conferencia con todo lo referido al fenómeno natural. Que el
aire, el cansancio, esos famosos últimos 15 minutos donde el local arrasa
físicamente, hasta la recordada frase de Daniel Passarella en 1996 "la
pelota no dobla". Es cierto, Argentina logró apenas su cuarto triunfo en
la capital boliviana y segundo por eliminatorias allí. Pero cuando hay
diferencia de jerarquía, la altura no es problema. La Selección empezó
perdiendo y superada, pero luego dominó ampliamente y revirtió para el triunfo.
Bolivia no atacó todo el segundo tiempo y fue tan débil como si estuviera en el
llano. Por algo, aunque siempre se presenta en la altura, no va a un Mundial
desde 1994. Así que, si bien la altura existe, hay que desdramatizarla, se
puede ganar y jugar perfectamente. Porque el deporte es cuestión de altura,
pero de nivel.