Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
martes, 22 de diciembre de 2020
A ESTA TIERRA VINIMOS A ERRAR
jueves, 22 de octubre de 2020
"UH, HOLA, TANTO TIEMPO"
El título no es un simple
saludo. Es un saludo repetido. Repetidamente insoportable en ciertos casos, una
del frasero mentiroso. Sí, puede ser que en otros casos sea sincero, que vos
sientas que extrañás a alguien y se lo demuestres y quedes bien. Pero
generalmente, y como esta insociedad hace de la amistad una religión necia, el
saludo es absolutamente vacío. Cómo me vas a decir "uh tanto tiempo"
si en todo este tiempo ni llamaste, ni pensaste en mí, ni preguntaste por mí o los
míos. No, aprovechás la cenita de cumpleaños o el asadito de 3482 personas para
mandar el cliché. Ya sé, no puedo cambiar a la gente. Al menos puedo ayudar, como
hacemos siempre aquí, a pensar un poquitito con esa mente las cosas que
decimos, o que decimos que decimos.
miércoles, 21 de octubre de 2020
LOS CELOS, LETALES CONTRA EL AMOR
Algunos dicen que es
inseguridad. Otros, que son lógicos por un probable desamor. Otros, que es
desconfianza y falta de fortaleza en la pareja. Si se duda del otro puede ser
sinónimo de todo eso. Como sea, los celos sentimentales, y también los de todo
tipo (familiares, laborales) son letales para una relación. Dividen, deterioran,
molestan, embarran algo bueno que está naciendo. Esta cuarentena, cosa que
cuesta sostener, ha propiciado cuestiones como ésta. Hasta son infantiles según
algunos, por qué dudar del otro si se confía, salvo, claro, que sea algo alevoso,
demasiado visible. Los celos son malos, no creamos que son parte de una
relación. Son más bien un arma letal contra el amor. Y celar no es cuidar al
otro, es ponerlo injustamente en incomodidad.
sábado, 17 de octubre de 2020
EL VALOR DE LO QUE QUEDA
Siempre se dice, cuando uno vive lamentando ausencias, faltas de lo que sea, que hay que ser feliz con lo que se tiene. Es totalmente aplicable a este tiempo de coronavirus, donde todos vivimos insultando al destino, al virus, al aislamiento y hasta a China. Es aplicable. Porque de una vez, tenemos que cambiar nuestro pensar, nuestra mentalidad. Por qué, me pregunto siempre, el ser humano desde su creación protesta por su debe, valora lo que no está. Es comprensible 1000 por ciento, pero no nos vamos a quedar frente al Muro de los Lamentos. Entonces, yo aprendí, démosle valor a lo que tenemos. Démosle atención a lo que poseemos, porque eso queda, se ve, lo tenemos, es realidad. Si nos quedaron 200 pesos en lugar de 500 (ojo, es un decir) quedémonos con esos 200 y saquémosle provecho. Si no tenenmos una casa, valoremos que al menos alquilamos y estamos bajo techo. Si nos falta algún sentido o parte del cuerpo, Dios no lo permita, vivamos bien con lo que nos queda. Si perdimos uno de varios seres queridos, no dejemos de costado al que está. He sabido de casos de gente enferma terminal que ha vivido lo mejor posible su cierre. Porque a todos nos tocará el cierre. La clave es ver cómo llegamos. Si lo valoramos, con lo que queda ante nuestros ojos.
martes, 6 de octubre de 2020
¿LLAMAMOS AL OTRO SOLO POR INTERES?
Siempre escribí que la
palabra "amigo" es muy importante, que amigo no es cualquiera
simpático y de buena conducta. En estos tiempos, con mi vida social por suerte
intensa, noto algo histórico pero cada vez más marcado: llamar a otro con un
interés, una necesidad equis, cualesquiera sea, material, anímica. Si no no
llamamos a nadie que no sea familiar o que no la esté pasando mal, si es que
recordamos que alguien querido la pasa mal. No. Todo es por interés, así sea
saludable. Pocas veces contactamos al otro para hablar "de bueyes
perdidos", como se suele decir, como aquel viejo programa de Canal 11. Es
decir, de nada especial, hablar por hablar, porque sí. Todo tiene que ser con
motivo, si no no sirve. Bueno, así es como funciona el amor en esta insociedad,
así es como vemos y sabemos lo que sabemos, que no extraña pero molesta igual.
Y no vengan con "uh el tiempo", si vos amás, si vos vivís sin
intereses, siempre tenés tiempo para el otro. Que también es un tiempo saludable
para vos.
martes, 22 de septiembre de 2020
HAY OTRAS PANDEMIAS, Y NO DE SALUD
martes, 15 de septiembre de 2020
¿SOMOS UNA MAQUINA?
viernes, 7 de agosto de 2020
NOSOTROS, ALLÁ LEJOS Y HACE TIEMPO...
lunes, 6 de abril de 2020
CUARENTENA: LO QUE CUENTA ES LAS ALMAS
jueves, 16 de enero de 2020
CÓMO TRANQUILIZA EL REGGAE
Tema Thrre Little Birds de Bob Marley
Una de las expresiones más indisolubles de un verano es la música. Y dentro de ella, el reggae es un típico justo para esta época. Es que el cadencioso género surgido en Jamaica en los años 70, con Bob Marley de gran referente aunque no único, es justo, exacto para quien quiera desenchufarse de esta parafernalia loca que es la vida cotidiana, especialmente en nuestra revoltosa Argentina. Esa tranquilidad que da la música, su fina y suave percusión, sus instrumentos, su ritmo alegre y movido pero a la vez relajdante lo convierten en ideal, adecuado para bajar las revoluciones, las físicas y las espirituales, que tan arriba tenemos. Uno va por estas veredas rotísimas, por la gente que te lleva por delante viniendo de frente, viaja en medios ruidosos por calles agitadas de sonidos, no siempre amigables, y si canta o tararea un reggae se calma. Casi un arrorró moderno. Calma para un buen verano, aunque no vayamos de veraneo. Si lo hacemos, el reggae está ahí para acompañarnos dulcemente. Y si no, también.
miércoles, 1 de enero de 2020
LA VIDA SIGUE: !FELIZ 2020!
martes, 24 de diciembre de 2019
TEA Y RAMÓN CASTRO, JUNTOS 26 AÑOS DESPUÉS
Martín me preguntó si quería pasar por mi adorada, eterna casa natal, la de Ramón Castro, para quienes no saben justo a una cuadra del nacimiento de Independencia. Medio indeciso, le dije que sí, inseguro entre la alegría de la casa y la melancolía de ya no vivir allí. Pero me acordé de que aquel 21 de diciembre del 93 regresé a esa casa, bien mía entonces, de la fiesta de TEA. Y mi sí fue el acierto más grande de la noche. Acompañado por el simpático joven, me paré en las rejas sobre la actual vereda negra, me apoyé contra ellas y Martín me sacó una foto con la guitarra que traía de la radio. Sí, como 26 años atrás, a las 10 y algo de la noche volví a Ramón Castro. Aunque en la realidad no sea lo mismo, en el corazón sí. Y eso vale más.