martes, 24 de enero de 2017

MIS VERANOS DORADOS: PLAYA EL OLIMPO DE PINAMAR




La playa que disfruté tantos años, a la que íbamos de mañana y tarde, casi siempre caminando con todo tipo de cosas y algún día en auto. Casi por 15 años fue un símbolo de mis veranos en la preciosa ciudad balnearia, epicentro de la mayoría de mi tiempo. Arena, mar, sol, fútbol, juegos, helados, pirulines, el bar, oír radio, mate, hasta pizza. La mañana, la tarde, el cielo celeste, azul, el atardecer. La gente y sus rarezas, el color, los parapentes, los triciclos, la pesca, el increíble muelle. Marea baja, olas gigantes, lagos en la orilla, médanos, el tobogán de agua. Días y tardes, incluso con cielo gris y llovizna, seguro con mucho viento, una historia sin igual dentro de mi gran historia de las vacaciones. Eternamente, vamos a la playa.

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