MIS VERANOS DORADOS: TEJOS 87

La gran moda de la playa, los conocí por Cecilia y Horacio, que los tenían y nos prestaron. Eran seis discos de madera con un agujero en el centro y uno más pequeño, y se jugaba al estilo de las bochas, tratando de arrimar la mayor cantidad de tejos al más chico. Así pasé casi todas las tardes con ellos y mi familia; generalmente, como de costumbre, terminaba perdiendo. Días después mi mamá y yo fuimos a un local a averiguar para comprarlo, pero no lo tenían.