miércoles, 1 de febrero de 2017

UN AÑO EN TRIBUNERO.COM, MI MEJOR TRABAJO PERIODÍSTICO


Video con Marcelinho, editor de Tribunero.com opinando en la redacción

Llegó el día en que cumplo un año, un año, tal cual, de mi mejor trabajo de periodismo, como ustedes saben mi profesión oficial desde 1993. En efecto, esta nochecita calurosa del 1 de febrero, hace exactamente un año, comenzaba mi laburo en Tribunero.com, esta excepcional revista digital de fútbol recomendada por mi amig o Pancho Jáuregui, el editor de Sporting Africa.

La historia de este lindo ícono de mi vida actual comenzó en pleno verano 2016. Estaba buscando vagamente algún laburo más para no quedarme sólo con Sporting Africa y con el mediocre La Paradinha de España, ya abandonado. Me comuniqué un domingo con Pancho, que justo estaba en la terminal de micros de Gualeguay, Entre Ríos, esperando volver de sus vacaciones a Buenos Aires. Le pregunté si tenía algún medio uruguayo, ya que tiempo atrás él me dio direcciones para interactuar con periodistas orientales y sudamericanos. “¿Te pasé lo de tribunero.com?”, me consultó vía celular con muy buen sonido. Le dije que no, que no conocía, pero que igual quería saber de él. Pancho me pasó luego el mail del sitio por mi correo, yo contacté al mismo sin saber ni con quién hablaba, y enseguida recibí la respuesta de Marcelinho Witteczeck, su editor, un uruguayo muy amable, mucho más que la media del durísimo periodismo. Respondí, él me invitó a llamarlo, lo hice un sábado a la mañana y tras una amena, agradabilísima charla, arreglamos para empezar el día siguiente, el 31 de enero, con el clásico Estudiantes-Gimnasia de Mar del Plata, el del escándalo entre jugadores.

Ese 1 de febrero salió mi primera nota bajo el título “Estudiantes y Gimnasia, otro escandalete de verano”. Y de a poco, muy rápido, Tribunero.com, a quien inicialmente confundí con un similar muy pobre llamado Tribuneros.com desactualizado, se convirtió en mucho más que mi quinto trabajo escrito, el quinto desde mi vuelta en noviembre de 2013. Ese verano, al compás del fútbol marplatense, el arranque del torneo local, la Copa Libertadores y sobre todo las notas divinas sobre Turco y Caicos y demás, la revista fue la estrella de ese febrero.

Pero las esperanzas de un buen camino no quedaron ahí, ya que con el correr de días y meses me fui afirmando hasta que hoy por hoy, sin dudar, digo con orgullo que Tribunero es mi mejor trabajo de toda mi historia, desde FM Instituto en 1995 para acá. En radio me fue muy mal por las pésimas actitudes, incluyendo Radio Nacional donde gané un premio de TEA en 1999, y la última de 2013- 2014 en Radio Arinfo, con la loca de la conductora que prefiero no nombrar. Y en escrito, donde he comenzado esta década 2010, si bien Pancho es genial por Africa, las revistas españolas La Paradinha y Falso 9 han sido dos malas experiencias. En cambio, acá con el uruguayo Marcelinho, un lindísimo personaje de mi vida, no sólo escribo bastante sino con muy buena onda y libertad, y además cobro algunos pesos, actitud muy honesta de su parte cuando en el medio nadie tiene la delicadeza de dar un peso. Así, Tribunero.com no sólo es sin duda mi mejor laburo, sino otra fuente de crecimiento y contención para mí, incluso nos hemos hecho muy amigos fuera de lo estrictamente laboral.

Y la revista es extraordinaria, más allá de que yo esté participando. Iniciada hace aproximadamente nueve años, Tribunero.com es un gigante del fútbol de todas las latitudes posibles. Siempre me sonrío al ver los títulos y notar cómo se pueden mezclar perfectamente Boca, River, Peñarol, Brasil, Europa, Barcelona, Messi, Africa, Malasia, Japón y Vanuatu en el mismo sitio, con una pizca de B Nacional, interior y demás cosillas. Info, historias, anécdotas, números. Una revista que tiene un impresionante éxito en Uruguay, donde arrasa en redes sociales y en los lectores del vecino país, que según Marcelinho lo han hecho el medio extranjero más leído allí. Para recomendar, por contenido, por calidad humana, por un estilo absolutamente propio y ameno, Tribunero.com es un lugar periodístico muy confortable. Y yo tengo la alegría, ya hace un año, de laburar ahí.


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