El fútbol no es para adivinos. Pero cuando las cosas saltan a la vista, es facilísimo adivinar qué va a pasar. Argentina hizo todo mal, antes y durante este Mundial de Rusia, Por eso no extraña que esta noche rusa, tarde nacional, perdió deshonrosamente por goleada 0-3 con Croacia y quedó al borde de dejar el torneo, como en 2002, en la primera ronda. Sí, Argentina, afuera en la primera ronda.
Cuando se hacen las cosas mal, un grande como la albiceleste pasa a ser un mediocre. Sus jugadores, su técnico, sus dirigentes, su historia. Mal la elección del entrenador, mal la lista previa, malas decisiones antes y durante los encuentros. No hay un nombre por encima o por debajo del otro, todos son responsables, porque por más Messi que se tenga, el fútbol, no nos cansamos de escribirlo, es un deporte de conjunto. Y en el juego de qué conjunto es mejor, Croacia le sacó enormes diferencias a la Selección, y pudo haber ganado por más, y hubiera sido justo.
Todo ya venía mal desde este inepto Jorge Sampaoli, que creyó que con mil millones de cambios en el once, de jugadores y de sistema, iba a asustar a un equipo trabajado,compacto, correcto en todo. Incluyó los que no debía, no los que debía, Pavón afuera, Caballero ratificado. Línea de tres que es pasto para el eficaz rival, más mediocampistas para que no se supo. Para tener más la pelota, para resguardarse, si tenía que vencer. La locura le salió como era previsible.
Estaba cantado. Argentina hizo todo de mal en peor y no sólo perdió cuando debía ganar para pasar a los octavos de final. Fue goleado, en un Mundial, en su Mundial de toda la vida. Curiosamente no quedó afuera por números, porque deberá esperar que Nigeria derrote a Islandia. Pero el disparate futbolístico, hasta representativo, ya está hecho. En palabras tribuneras, el papelón. Peor que lo de 2002.
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