Un par de opiniones más sobre esta derrota argentina con Francia en Rusia, porque hacen falta. Las discusiones y las teorías sobre la eliminación, penosa, deshonrosa, son infinitas. Pero hay una realidad que no admite discusión ni ponerse a pensar mucho. NO hay que ser Einstein para saber que si las cosas se hacen mal, el resultado final es tal cual lo que se hizo antes.
La pregunta de por qué esta nueva humillante derrota tiene respuesta rápida. Porque todo está mal, de arriba hacia abajo. Todo es ineptitud, improvisación, nebulosa, desorganización. Argentina volvió, por desgracia, a esos años 70 del caos permanente, dentro y fuera de la cancha, como antes y durante el torneo de Alemania 1974. La famosa nueva AFA no cambió nada, todo sigue igual o peor en el fútbol nacional. Parece no haber conducción, y si la hay, se toman decisiones completamente erradas. Porque si el bueno del ex presidente Julio Grondona viviera, más allá de sus desatinos dirigenciales, no le daría la gloriosa albiceleste a un tal Jorge Sampaoli. Entonces habría un técnico serio, un contexto serio, jugarían los mejores y no las estrellitas de propaganda o de redes sociales. Entonces se haría algo bueno con los juveniles, como ya se hizo y dio éxito más allá de un título. Entonces tendríamos de verdad una Selección que enamore, una Argentina candidata a ganar el Mundial.
Pero seguimos en la oscuridad permanente, preferimos no aprender de tantos y tantos desatinos, que no son de 2018 sino de varios años atrás, por algo recién en 2014 se llegó a una final. Así, tras el subcampeonato de Brasil 2014, los Sub 20 y 17 dan lástima, se pierden dos Copas América con un tal Chile, se cambian entrenadores mal designados previamente, y éstos cometen más errores. Un efecto dominó que continúa libremente, y que es hora de pararlo. ¿Cómo? Simple: empezando de una vez a que todas las cosas citadas se hagan bien. Aunque sea una.
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