Ya se viene el Mundial, y me trae un montón de recuerdos de mi vidaPor ejemplo el previo a Francia 98. Tres días antes del inicio de ese Mundial, el 7 de junio de 1998 por la noche, fui corriendo con mi familia, papá Rafael, mamá Anita, para una maternidad de Villa Ballester. Y allí, a eso de las 10 y media, mientras justo yo tomaba una gaseosa en la sala de espera, una doctora nos daba la gran noticia de que había nacido mi sobrino Juan Cruz. Con él vivimos el torneo, sufrimos con la eliminación de Argentina ante Holanda en cuartos de final y vino a casa el 7 de julio, en la semifinal Brasil-Holanda, justo en su primer mes de vida. Bueno, ese bebé morocho y mundialista es hoy un hombre hecho y derecho, estudiante, laburante, que hoy cumple 20 años. Juan Cruz, veinte años más tarde, sigue siendo el sobrino mundialista. A ver si ese 2018, en lugar del 98, nos trae un título…
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