Es un día demasiado especial. Por un lado, hoy la Iglesia Católica conmemora el día de San Antonio de Padua, por lo que me llega por mi eternamente glorioso colegio primario de mi Carapachay. Por otro lado, se debate en la Legislatura esta basura del aborto, lo que me llena de indignación y tristeza. Conciso, concreto, pido a San Antonio, el santo de los objetos perdidos pero también del amor, que se rechace esta porquería y que ilumine a esas mujeres que, por un lado, no quieren ser matadas, y por el otro, quieren matar. San Antonio, en vos confiamos. En los legisladores, no sé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario