El fútbol sala o futsal es hoy muy popular y conocido no sólo en Europa y el mundo, ahora también lo es en Argentina a partir del extraordinario campeonato de la Selección en el Mundial de Colombia 2016. Pero allá por 1989 pocos lo seguían, cuando la FIFA decidió volcarlo en su propio Mundial.
Así como hizo con el Sub 17, el Sub 20 y más tarde con el femenino, la entidad en ese momento presidida por el brasileño Joao Havelange ideó la Copa del Mundo de la linda variante del fútbol. Fue en Holanda, donde la misma es muy arraigada, entre el 5 y el 15 de enero de 1989, con 16 países y no 24 como hoy, entre ellos Argentina, que dirigido por Vicente De Luise llegó hasta la segunda ronda semifinal. Tras dos triunfos en el inicial Grupo C ante Canadá (3-1) y Japón (2-1) perdió con Bélgica (1-3) para ser segundo y pasar a la segunda ronda, en la que fue eliminado en el Grupo 2 con tres derrotas, Estados Unidos (1-2), Brasil (3-6) y Paraguay (3-4).
Los brasileños eran grandes candidatos con su juego técnico de siempre, y lo ratificaron. Superaron a los belgas en la semifinal por penales luego de igualar 3-3. Y el 15 de enero, en el Sportpaleis Ahoy de Rotterdam, batieron al fuerte Holanda 2 a 1, con goles de Benatti y Raúl, y se llevaron ante los 4200 hinchas locales el primer título de futsal oficial, ya que también existía la FIFUSA, organización paralela a la FIFA, con su propio certamen, pero no reconocido. Treinta años atrás, en aquel verano 89, era el modesto comienzo de otro Mundial que, a la par de los más importantes, se ganó su lugar en la historia.
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