En el verano de 1990, en medio de rebotes de la terrible crisis inflacionaria del país, el famoso periodista Bernardo Neustadt posó para la revista Gente a la orilla del mar, con una remera muy llamativa. Decía simple y contundentemente, Ante Todo Mucha Calma.
Bueno, eso es lo mismo que hoy debemos proponernos frente a todo este caos, no sólo económico/ajuste, en que nos sumergieron. Estamos en verano, y como tantas veces puse, es el tiempo justo para relajarse. No de las responsabilidades diarias, sino del estrés que lo exterior genera. Hay que convivir con los líos, porque quienes tienen años saben que este ovillo no es de ahora ni mucho menos. Hay que bancar, como se dice ahora, "aguantar los trapos" y seguir viviendo. Sí, no hace falta una remera para recordarlo: ante todo, mucha calma. Si no, todo es más difícil de llevar.
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