Desde este soleado sábado y hasta el fin de esta belleza llamada verano, Así Es La Vida les presenta esta minisección denominada Postales. En ellas trato de recordar, recrear, transcribir distintas sensaciones de la estación más increíble y hermosa del año.
Hoy empiezo por la ruta, lo primero que uno piensa sobre las vacaciones. Porque hay que puntualizarlo: las vacaciones empiezan cuando salimos de viaje, no cuando a 200 por hora vamos con no sé qué apuro a nuestro destino. Primero y principal, el verano comienza en el viaje. No sólo por no apurarse, sino porque el mismo viaje ya ofrece postales y recuerdos increíbles. Aunque la inmensidad de la ruta asemeja un panorama monótono, hasta aburrido, no es así. Los gigantescos, infinitos campos de verde al costado de la ruta, sólo cortados por algún lago, arroyo o las vacas y otros animales campestres. Cada tanto alguna parada con restaurante o lugar de refresco rodeado de naturaleza. El cielo y el sol, si se sale de día, como casi únicos acompañantes de la expedición. El viento, la ruta, los puentes, hasta los carteles de publicidad. Obvio la música que sale del stereo de nuestro auto, o de un reproductor en un micro, que hace más placentera la ida. Poquito, sí, no vamos a comparar todo esto con un día de playa perfecto. Pero sin duda, la ruta tiene su encanto de verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario