viernes, 6 de diciembre de 2019

HISTORIAS DE INFANCIA: TALLER DE LA RIBERA

Un grandioso recuerdo de 1983, uno de mis mejores años de infancia, el de mis 10. El taller de dibujo y pintura ubicado en Olivos pegado al río, con ventanales que permitían verlo. Empecé a medio año, una tarde tras comer en la inolvidable parrilla San Lorenzo, e iba todos los sábados a las 3 y media vestido con una camisa vieja sobre la ropa para no ensuciarme. Y allí, instruido por los divinos Germán e Irene, dibujaba y pintaba en hojas grandes contra una pared; me encantaban los variados colores de las paletas. También hice trabajos con plastilina y aquellos con papel de diario y engrudo, que no soportaba porque el pegamento ensuciaba y me daba dolor de cabeza. Así la pasaba muy bien hasta las 5 y media cuando me venían a buscar, y luego recorría esa lujosa zona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario