Se dice que el periodismo es el "cuarto poder" por su influencia sobre las cuestiones cotidianas. No buscamos influir en la esperada resolución de la CONMEBOL sobre la frustrada final Boca-River de la Copa Libertadores en su reunión del martes, sólo poner luz y lógica con lo que debe ser justo. Porque puede, como toda justicia humana, ser incorrecta.
En otro continente, en un ámbito normal como podría ser Europa, después de las barbaridades que cometió su gente, aunque no sea su gente auténtica, River Plate debería ser sancionado duramente, con suspensión del Monumental por un año para partidos internacionales. Y más aún, con la pérdida de los puntos. Es decir que Boca Juniors debería, siempre según la lógica, ser declarado campeón y clasificado al Mundial de Clubes. Tal vez sea apresurado, probablemente no esté en la letra fría del reglamento. Pero no siempre el reglamento, tantas veces acomodado como se da la gana, debe primar, sino el sentido común.
Porque en verdad, que a Boca lo hagan jugar la final luego de semejante barbarie (que seguramente se va a repetir) es casi, casi como si se hubiera obligado al bueno de Chapecoense a disputar la Sudamericana 2016 contra Atlético Nacional de Medellín treinta días después de su tragedia aérea. El equipo de Guillermo Barros Schelotto no está preparado en este momento para afrontar una responsabilidad como ésta en este contexto. Y no tiene mucha seriedad, ni tampoco da lugar a fiesta, que se juegue un partido así tras tanta locura, como si tal cosa.
El periodismo es el cuarto poder. No para decirle a la CONMEBOL qué tiene que hacer. Sí para formar opinión y echar luz a tanta oscuridad. Después, que cada uno obre a su voluntad.
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
lunes, 26 de noviembre de 2018
domingo, 25 de noviembre de 2018
BOCA-RIVER, EL PAPELÓN DEL SIGLO
No sólo ya no puede vivirse el súper Boca-River copero con alegría, debido a los incidentes del sábado. Una vez más, la Argentina produce, en lugar de una fiesta del fútbol, una vergüenza a los ojos del mundo, como tantas otras a lo largo de los últimos años en otras cuestiones. Pero peor es el papelón organizativo y dirigencial. Después de la suspensión por la lluvia de la final de ida, que tardó lo inexplicable en decidirse, lo de ayer. Idas, vueltas, reuniones interminables de mil horas cuando el sentido común gritaba basta a tanta locura y estupidez. Decisión tras seis horas, reprogramación, jugadores lesionados y shockeados, reuniones en Boca para ver qué postura tomar. Y este domingo, de nuevo el desatino. Otra vez suspensión cuando hacía media hora que hinchas de River habían entrado a su cancha, el Monumental, a ver de una vez la maldita final. Qué pasó, qué no, quién es culpable, quién inocente, ya no importa. Todos, absolutamente todos, salieron perdiendo la final. Más que perder, dejaron un ridiículo lamentable e inolvidable.
sábado, 24 de noviembre de 2018
BOCA-RIVER: LA SUMATORIA DE LO QUE SOMOS
Cuando suceden estas barbaridades como hoy en el Boca-River de vuelta de la Copa Libertadores, uno se pregunta, con mucha impotencia, por qué esto, por qué tanta locura. Según mi humildísimo parecer, es simple. Somos, siempre lo digo, una sociedad en decadencia, que involuciona, estúpida intelectualmente. Inculta, mal educada, egoísta, confrontativa. Violenta. Y puedo seguir, porque yo mismo lo padezco en mi caminar diario por la vida argentina. Todo eso que somos, idiotamente llamado "idiosincrasia", se traslada a estos incidentes. Usted me dirá que´tiene que ver las locuras de la sociedad con una barra brava que apedrea un micro. Es que esas locuras son, siempre según mi visión, el caldo de cultivo de lo que pasa después. No es violencia del fútbol, es en el fútbol pero de la sociedad, o mejor dicho, insociedad. A ver, si en la iglesia los padres dejan corretear a los nenes en medio de la lectura del Evangelio, qué podemos pedir para el fútbol. Lamentable, sí, pero también explicable. La explicación es la sociedad argentina.
BOCA-RIVER: SE ACABÓ LA ALEGRÍA, GANE QUIEN GANE
Iba a ser una superfinal, no sólo ese prefijo por ser los dos más grandes del fútbol argentino y de los grandes de América. Lo único que fue "súper" este sábado fue la vergüenza que Boca y River tuvieron que mostrar al mundo con los incidentes, antes y después de la suspensión, sumadas a las presiones de los supuestamente mandatarios de la pelota, la demora en la decisión y otros entretelones de otra novela negra.
Iba a ser una superfinal, con goles, o no, con emoción, con 90 minutos o alargue, con penales, con situaciones, con polémicas. Y al final, porque la vida del fútbol lo decide así, uno solo iba a ser el dichoso. El del festejo, el de la alegría. Sí, claro, el partido pasó para este domingo. Habrá campeón de la Copa Libertadores de América. Habrá, también, clasificado para el Mundial de Clubes de Emiratos Arabes Unidos. Pero es claro, ya no habrá alegría. Pocos pueden estar felices y tener ánimo de celebración 24 horas después de un bochorno que arruinó la fiesta más grande que se iba a realizar.
Y por favor: que el resultado final no tape lo que pasó. Que en la historia nos acordemos de este, aquel, River-Boca de la vergüenza.
Iba a ser una superfinal, con goles, o no, con emoción, con 90 minutos o alargue, con penales, con situaciones, con polémicas. Y al final, porque la vida del fútbol lo decide así, uno solo iba a ser el dichoso. El del festejo, el de la alegría. Sí, claro, el partido pasó para este domingo. Habrá campeón de la Copa Libertadores de América. Habrá, también, clasificado para el Mundial de Clubes de Emiratos Arabes Unidos. Pero es claro, ya no habrá alegría. Pocos pueden estar felices y tener ánimo de celebración 24 horas después de un bochorno que arruinó la fiesta más grande que se iba a realizar.
Y por favor: que el resultado final no tape lo que pasó. Que en la historia nos acordemos de este, aquel, River-Boca de la vergüenza.
viernes, 23 de noviembre de 2018
HISTORIAS DE MIS 15: POPURRÍ DE CANCIONES EN EL RECREO
En los recreos del tercer año del Güemes, uno se divertía con cualquier cosita, hasta la más loca. Una de ellas la inventamos Filippi, Leandro, yo y un par más con la música. En lugar de cantar cada uno un tema, CANTABAMOS TODOS AL MISMO TIEMPO UN TEMA DISTINTO. Yo con Ritual de la Banana, Filippi con Cartas sin marcar, Leandro con Tirá la Goma y así. Qué matada de risa...
EMOTIVO VIDEO POR EL ARA SAN JUAN
Esta mañana recibí de mi amiga Daniela este video. Y cuando lo empecé a escuchar, me emocioné profundamente. Es un hermoso, sentido, merecido homenaje a los héroes del submarino ARA San Juan, encontrado hace días en Comodoro Rivadavia, que había desaparecido con 44 tripulantes a bordo un año antes. Suerte, parece que en esta Argentina descarnada, egoísta, confrontativa, aún hay alma.
Vean y emociónense como yo.
Vean y emociónense como yo.
LA MÚSICA ES PARA ESCUCHAR, NO PARA VER
Cuando subo un video a mi canal de YouTube DIEGO CANTAUTOR, generalmente es un audio sobre una foto fija de fondo. Yo espero que la gente que me sigue lo vea. Entonces viene la tontería: "Sí, se te escucha pero no se ve nada". Obvio, cómo se va a ver si es audio hecho video. Es que me cuesta horrores comprometer a alguien para filmación, y si lo logro, me pasan el video 40 días después, o peor, no lo pasan.
Ahora, pregunto yo, amigo: ¿qué es lo que tanto tenés que ver? ¿No tenés oídos, inteligencia, para escuchar? La música es melodía, primero entra por el oído, toca el alma, el corazón y llega a la mente, y se percibe con los sentidos. Pero no con la vista, salvo que quieras ir a ver una banda. Es tal la dependencia de lo visual, tan ensimismada (por no decir otra cosa) está la gente en su celularcito y demás que no sabe apreciar sonidos. Todo es ver, lo demás no existe, como pasa en muchos videos de YouTube donde el audio es horrendo, pero como la imagen es Full HD y no sé qué corcho, sirve. Repito: la música es sonido. Así que a abrir los oídos y dejar lo visual de lado.
Entonces, escuchen esta presentación mía ayer en el Instituto Bignone por el Día de la Música:
Ahora, pregunto yo, amigo: ¿qué es lo que tanto tenés que ver? ¿No tenés oídos, inteligencia, para escuchar? La música es melodía, primero entra por el oído, toca el alma, el corazón y llega a la mente, y se percibe con los sentidos. Pero no con la vista, salvo que quieras ir a ver una banda. Es tal la dependencia de lo visual, tan ensimismada (por no decir otra cosa) está la gente en su celularcito y demás que no sabe apreciar sonidos. Todo es ver, lo demás no existe, como pasa en muchos videos de YouTube donde el audio es horrendo, pero como la imagen es Full HD y no sé qué corcho, sirve. Repito: la música es sonido. Así que a abrir los oídos y dejar lo visual de lado.
Entonces, escuchen esta presentación mía ayer en el Instituto Bignone por el Día de la Música:
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