viernes, 28 de junio de 2019

HISTORIAS DE INFANCIA: SCALEXTRIC

El pasatiempo por excelencia de los primeros 80, mis siete y ocho añitos. La gran pista de autos a control era moda justo cuando el automovilismo era pasión en el país con la F-1. Mis hermanos y yo pasábamos lindo rato con las carreras en la pista, que constaba de varias piezas negras con rieles para armar y un montón de accesorios de todo tipo que asemejaban un autódromo, como cartel de largada, banderillas, boxes y hasta carteles de publicidad, el más recordado el de John Player Special. Y con dos pulsadores se manejaban los autos generando carreras espectaculares.

Autitos de scalextric

Eran tan espectaculares como la pista, con carrocería de plástico y piezas eléctricas que los impulsaban. Aparte, mis hermanos los pintaban de muchos colores y les ponían las recordadas calcomanías que detallo abajo. Recuerdo un Fiat 128 rojo y un Citroen 3 CV amarillo.

Calcomanías al agua

Venían en una plancha y se ponían en un platito con agua para despegarlas y luego pegarlas en los autos. Había de mil y una marcas: YPF, Esso, Grafa, Ika, etc.

EL AVE CON FLECHA CLAVADA QUE SIGUIÓ ANDANDO

Esta es una de esas historias lindas de la linda, amena TV de antes. No recuerdo exactamente el año, pero hace años la tele mostró una historia impresionante y hasta aleccionadora para nosotros. Un ave hembra tenía una flecha clavada en su cuerpo que casi le impedía moverse. Sin embargo, intentaba como pudiera hacerlo, y lo lograba, caminando de un lado a otro y hasta queriendo tomar vuelo. Así anduvo un rato hasta que alguien, un alma caritativa, la tomó en sus manos, la llevó a curar, le quitaron la flecha, le limpiaron la herida, se la vendaron y la hicieron reposar. Luego el ave siguió con su vida, y por su parte, el hombre que la llevó hizo una fiesta con amigos y hasta cerveza para festejar el final feliz, incluso con remeras con el nombre del ave. Digo, es todo un símbolo para nuestra dura vida de hoy, argentinos. Todos tenemos una espina, una flecha, algo que nos aprieta, nos traspasa, que no tiene que ser necesariamente materia, puede ser espiritual. Entonces, si el ave pudo, cómo no seguir nosotros, que tenemos uso de razón.

jueves, 27 de junio de 2019

OJO CON CÓMO LEVANTARSE DE LA CAMA

Otra de las 101 ideas, como aquella gran revista femenina, que Así Es La Vida brinda a sus lectores para cuidar de su buena salud. Sabido es que, con este friazo, pocos gustan de levantarse. Que todos nos queremos quedar un ratito más en la cama. Eso sí, al fin y tal vez de mala gana salimos del lecho propio. Pero ahí viene otro tema: cómo lo hacemos. Muchos lo hacen bruscamente para adelante, y eso a la larga ocasiona, lo digo por experiencia propia, problemas de espalda y relacionados. Lo que se debe hacer es incorporarse llevando el tronco, la parte del cuerpo, en forma oblicua, media inclinada, para luego sí sentarnos ya con la espalda derecha. Incluso es buena la postura de hacerlo de costado, como cayéndose de la cama, aunque luego sería más lío ponerse de pie. Pero nunca de una para adelante. Igual que un buen descanso, que una buena noche, un buen despertar y un buen levantarse también ayudan a madrugar.

martes, 25 de junio de 2019

EN LA CALLE NO HAY ESTUFA...

Llegó hoy el frío en todo su esplendor, como tanto nos gusta a los friolentos de corazón. Ese viento que arrastra la baja térmica que nos sacude, nos invade, nos traspasa la ropa por más abrigo que tengamos. Justamente, debemos abrigarnos bien para salir, especialmente a la mañana temprano. Y salir nos choca directo contra el invierno. Pero pensemos que al aire libre no hay calefacción. Sí que el sol, como decía mamá Anita, es "la estufita de los pobres", pero que con el frío no alcanza a calentarnos. Por eso, aunque nos cueste enfrentar el friazo, hagámoslo con convicción. Porque en la calle no hay estufa urbana. Sólo nuestro calor interior, que nos tiene bien abrigados. Y que abriga a los demás.

jueves, 20 de junio de 2019

LA SELECCIÓN DEBERÍA RETIRARSE POR UN AÑO

Anoche, la Selección de fútbol volvió a más de su misma pobreza, que a todos nos harta, así no seamos futboleros. Por la segunda fecha de la Copa América, torneo que tanto quería ganar, igualó 1-1 con Paraguay, suma un punto de seis, va último del Grupo B y si no le gana a Qatar (sí, Qatar, Asia) se va. El técnico Scaloni y sus cambios raros, un técnico elegido por descarte, una AFA que sigue nomás en la suya, jugadores que ya exasperan de su indolencia, su bajo nivel cuando en Europa te hacen 230 goles por año. Malos resultados, un solo gol. Frustraciones, caras largas, líos internos, cambios y cambios que no dicen nada ni hacen nada. Más "cabaret" en torno al equipo, si no fue suficiente lo de Rusia 2018.

Pregunto yo, ciudadano de la vida más que periodista en este instante: ¿y si la Selección se retira por un año de la FIFA? Deberíamos presentar una carta pidiendo un plazo para volver a jugar, así limpiamos todo lo que hay que limpiar, los jugadores que lleguen se interesan por la albiceleste en serio y nos hacen quedar bien. Así todo se haría bien de verdad. Capaz que aunque nos retiremos, los protagonistas seguirán haciendo papelones como el de estos días. Y bueno, probemos, tal vez el retiro nos venga bárbaro.

SÓLO EN ARGENTINA: DOS FERIADOS EN UNA SEMANA

Los feriados ya son parte de la vida cotidiana argentina. Ya no son lo de antes, una fecha recordatoria. Son días de asueto, para pasarla lindo, para el asadito, para pavear, en un país que no está para todo eso. Pero a mi crítica permanente a los feriados de carnaval, extralargos, puente, todo, ahora hubo una nueva. Esta semana hubo dos en cinco días. Dos en menos de una semana. El lunes 17, por la muerte del gran Martín Güemes, que nunca se había celebrado. Hoy, el tradicional del Día de la Bandera, que no se pasó como acostumbra. Dos aniversarios justos, quién lo puede negar. Pero dos muestras de que cualquier motivo es válido para programar días de descanso, en lugar de respetar los de trabajo. Los feriados en la Argentina ya no son eso, una fecha patria, ya son una mala costumbre mal impuesta.

lunes, 17 de junio de 2019

TENIS FEMENINO: CUALQUIERA ES LA 1

No soy especialista en tenis, pero hay cosas que no hace falta. Por ejemplo este nivel tan mediocre del tenis internacional femenino. Es increíble que cualquiera con un par de resultados, un Grand Slam ganado, ya es número 1. Esto no quiere decir menospreciar la calidad de las tenistas actuales, que la tienen, si no no serían número 1. Pero ya nada es como los tiempos de antes. Entre 1975, cuando se creó la clasificación de la WTA, y 1995 hubo sólo siete jugadoras en alcanzar la cima, entre ellas Chris Evert, Martina Navratilova, Steffi Graf y Mónica Seles. Cuatro gigantes, aunque les hayan ganado a las argentinas, entre ellas Gabriela Sabatini. En cambio, de inicio del nuevo milenio, 2000, a este junio 2019 se cuentan 17, desde Martina Hingis hasta la reciente, la japonesa Naomi Osaka, vencedora del US Open último. No hay un nombre que se imponga, no hay un dominio de tres o cuatro, todo está más abierto y casi no hay referentes. Ahora ganó Roland Garros esta promisoria australiana Ashleigh Barty, que capaz dentro de poco se sube al trono. Al menos a mí no me gusta, tal vez otros digan de la competititidad y demás. También en el tenis, todo tiempo pasado fue mejor.