martes, 13 de agosto de 2019

mi canción que nació con un insomnio por un gato

Compongo música y letra desde 1993, y en 26 años, o menos porque tuve intervalos, he hecho canciones con la temática más variada y muchas veces, inverosímil, extravagante, hasta loca. Una de ésas se dio en pleno invierno de 2012 con Es Hora de Volver a la Inocencia. Resulta que en mi casa de Carapachay me acostaba tipo 12 de la noche a dormir, y cuando me iba quedando en sueño, un inoportuno gato de la calle maullaba y maullaba, con intervalos o muy seguido. Eso, obvio, me complicó muchísimo mi descanso, dormí poco durante noches, porque el felino molestó con continuidad.

Entonces, como es lógico que un insomnio o especie parecida te hace caer el ánimo, empecé a darme fuerzas pensando, como lo hago con cada revés de mi vida, en cosas ingenuas, triviales, de esas que se pierden en la furia cotidiana en que vivimos. Cositas, la lluvia, las plantas, un mate, el sol, las nubes, el caminar. Una vida más plena, y llena de inocencia. Eso, la inocencia, hace bien cuando uno anda así. Y también pensé en qué poco tenemos los hombres de eso actualmente. Entonces me salió esta balada que aquí abajo se escucha en este video, cuya letra dice todo. Cancelo mis compromisos, dejo la vorágine, vivo la vida, siento el aire. ?Y saben algo? La canción propia me dio resultado, ya que noches después dormí mejor...

La verdad, escuchándola hoy, siete años después, me parece que tiene más vigencia que nunca. Es que la inocencia jamás hay que perderla. Sí, como la esperanza. Como la música.

Aquí el tema:

SI EL PAÍS FUERAN 32 OROS...

Fue un éxito impresionante el de la delegación argentina en los Juegos Panamericanos, con un enorme acumulado de 32 (treinta y dos, sí) medallas de oro. Porque no sólo el fútbol ganó, no sólo las Leonas, los Leones, el básquet o el vóley. Ganaron gente con esfuerzo individual, como esta genio de la nadadora Delfina Pignatiello, que obtuvo tres históricos. Afortunadamente,una vez más nuestros deportistas hicieron quedar bien al país. Porque en lo único donde Argentina parece dejar buena imagen es el deporte. Por lo demás, mejor ni hablar, empezando por nuestra sociedad. Miren si este país fuera mejor. Tanto como si fueran 32 oros. Ojo, podemos serlo, basta proponérnoslo. Y seremos, como escribí una vuelta, potencia mundial.

VALIOSO ORO DE LOS HOMBRES EN FÚTBOL


El resumen de la goleada dorada

Los favoritismos hay que confirmarlos. La Selección argentina Sub 23 era favorita ante Honduras para ganar el oro de los Juegos Panamericanos. Pero vaya que tuvo que transpirar la albiceleste para lograr el título y la medalla de oro merecida ante un bravísimo rival. El 4-1 final le dio a los de Fernando Batista un premio largamente merecido, no sólo por sus méritos en la cancha, sino por todo lo de afuera.

Así es el fútbol argentino, te da sorpresas. Casi siempre desagradables. Esta vez la mejor, el oro panamericano. Porque quién daba algo por este Sub 23 armado de apuro, sin grandes, sin jugadores de clubes mayores. No hizo falta que vinieran Mascherano de China ni ninguna luminaria. Las luminarias fueron estos pibes que dieron todo por la camiseta. Y eso que en esta final Adolfo Gaich, la gran figura del torneo, estuvo celosamente marcado en forma personal. Un equipo que, de las migajas de la AFA y los clubes poderosos, salió campeón de los Juegos tras 16 años. El oro más preciado. Un oro bien puro.

sábado, 10 de agosto de 2019

DERROTA PERO MEDALLA VALIOSA DE LAS CHICAS DE FÚTBOL

No pudo ser al final, a pesar de más de 120 minutos de esfuerzo. La enorme, istórica selección argentina femenina perdió la final de los Juegos Panamericanos de Lima por penales ante Colombia, luego del 1-1 de juego. Pero como no siempre debe importar ganar, es una medalla de plata muy valiosa para un equipo que hasta hace poco estaba en las ruinas.

Cómo menospreciar esta plata de las chicas argentinas. En un fútbol recién profesional, que regresó a un Mundial tras 12 años, que le hizo fuerza a las potencias, que logró su mejor tarea panamericana tras el cuarto puesto de Santo Domingo 2003. Que, por lo menos, pateó una pelota luego de casi dos años de desmanejos, de inactividad, de ruina. Una selección a la altura de las circunstancias, con valores destacadísimos que seguro seguirán haciendo historia. Porque no siempre el triunfo es importante, lo importante es competir. Y ellas compitieron a gran nivel.

viernes, 9 de agosto de 2019

HISTORIAS DE INFANCIA: SÁBADOS EN LA BARRA COSTA NORTE

Un lugar grandioso, que marcó a fuego el 83 y símbolo de la antigua Costanera Norte. Casi todos esos soleados sábados al mediodía iba con mis padres a este espectacular restaurante ubicado al lado del lago artificial de Parque Norte, que tenía una gran fachada roja con el nombre en letras blancas. Allí entrábamos y nos sentábamos en las altas banquetas de la larga y curvada barra roja de cerámica, o bajábamos las escaleras y nos instalábamos al lado de la ventana que daba al lago de Parque Norte, en mesas con manteles blancos y rojos (sus colores) y con individuales con el dibujo de gente sentada a una mesa.

Y ni hablar de las mil clases de papas fritas que disfrutaba: las clásicas bastón, las ‘’pai’’, las geniales ‘’rejilla’’, las soufflé, las noissette, españolas y a la provenzal. Todo acompañado por suculentas milanesas de ternera y una buena Coca Cola. Allí también vino a almorzar con nosotros mi compañero del San Antonio Alejandro Suárez, que comió grisines con manteca de entrada y con quien la pasamos bárbaro. La Barra me dio imborrables momentos, justo en aquel dorado 83

Y ojo, eso no era todo. Salíamos de La Barra, caminábamos media cuadra por una vereda de cemento gris, pasábamos el estacionamiento al aire libre y nos tomábamos los espectaculares helados de Bahamas, otro lindísimo lugar. Y no sólo eran ricos, además eran altos cucuruchos que dejaban bien satisfecho a uno. Después me subía al auto y escuchaba la previa del fútbol de ascenso con Atlanta mientras volvía a casa.

¿POR QUÉ GRANDES MÚSICOS NO ESTÁN EN LA CALLE CORRIENTES?

Esta tarde estuve, como vengo haciendo desde septiembre de 2018, mostrando mi música en la excelente Radio Capa de Villa Adelina, una barrial que responde a la ONG De Adentro Para el Mundo, sobre discapacidad. Cada vez que voy toco y la paso bárbaro con Carlos, el responsable de la ONG y de varios de los programas. Y cada vez que voy me encuentro sorpresas agradables. Otros músicos también intervienen en los distintos espacios de la radio. Y esta tarde los tres que estuvieron me hiperdeleitaron con su trabajo ahí en el estudio, y los terminé aplaudiendo a rabiar más allá de qué música hicieran.

Y entonces pensaba para mi adentro algo parecido a aquella entrada de Músicos Anónimos. ¿Por qué esa gente no se presenta en lugares grandes? ¿Qué tan menos son que otros para estar, por ejemplo, en la famosa calle Corrientes? Si recuerdan, yo estuve en 2016 con Diego Desanzo pero por el Día de la Discapacidad, y sólo fui parte del coro, no canté. Parece que tenés que llamarte Diego Torres o Axel para estar en un lugar importante. Me da bronca, ellos tienen igual o mayor potencial que los famositos de la telecita de hoy. Pero siguen en el anonimato.

JESÚS, ÉL SOLO, SALVA VIDAS

No es un médico, mucho menos un curandero como buena parte de la gente creyente lo pretende. Jesús, Nuestro Dios por si hace falta presentarlo, no vino a esta tierra a solucionar todo. Eso lo deja para nosotros, pero nos da la sabiduría y las herramientas para hacerlo. Sin embargo, por experiencia personal, puedo afirmar que si es su voluntad, respetable cien por ciento, salva vidas. De lo que sea, física, psicológica, espiritual, situaciones límite. Y lo hace, en algunos casos, sin intermediarios, lo hace Él solo, por sí mismo. Sí, puedo afirmar que Jesús me salvó la vida hace unos años. Más allá de poner gente en mi camino que me ayudó a salir del trance, el Señor hizo su buena parte. Ojo, no esperemos que lo haga cuando queramos, no lo obliguemos ni lo tentemos pidiéndoselo. Pero que hace milagros, claro que sí. Bueno, Jesús es Dios.