Hoy se celebra en la Argentina, como cada tercer domingo de octubre, el Día de la Madre. Y claro, en esta vorágine del día a día, por suerte nos acordamos de saludar, de la forma que sea, a la nuestra, la mujer más importante de nuestra vida, más allá de las zonceras de esta sociedad sobre ese concepto. Y cuando el Día pasa, por suerte también, esta sociedad vertiginosa se acuerda de que la tiene, la trata, la ama (o no, según el momento), convive con ella, le pide, le da, comparte todo.
Todo muy bien. Pero pongámonos a hilar un poco más fino. No nos acordamos ya, porque no lo vivimos pero no lo pensamos, del esfuerzo enorme que nuestras madres hicieron para traernos al mundo. Llevar un embarazo durante nueve meses, correr riesgos en cualquier lugar con el bebé a cuestas, los líos que la gestación acarrea en su cuerpo. Y qué decir cuando la fecha de parto llega. La internación, los trámites, las contracciones, el trabajo del parto, hasta esa cierta depresión posparto. Por supuesto, los síntomas del mismo. Y luego, todo el trabajo de la lactancia, la cuarentena y demás. Ellas, nuestras madres, sólo saben qué tuvieron que atravesar para darnos a luz. Tuvieron que ser reales guerreras frente a tanto lío. Entonces, hoy reconozcámosles lo que se rompieron para tenernos. Como lo hizo mi eterna Anita, que hasta superó un complejo problema de salud para que yo esté aquí escribiendo este blog o haciendo tantas cosas de mi vida que ustedes conocen. Las madres son luchadoras por excelencia, ya desde ese día de su embrión. Desde ese día, felicidades para cada una de ellas.
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
domingo, 20 de octubre de 2019
jueves, 17 de octubre de 2019
AH, QUÉ LINDO TENER ESPACIOS VACÍOS...
No estoy escribiendo de fútbol, aunque podría aplicarse el título. Pero no. Me refiero al tiempo libre que cada uno de nosotros necesita. Pasa lo siguiente: uno se engancha, aparte de su trabajo principal, su profesión, en otras muchas actividades, productivas o no, eso lo podemos discutir largo, seguro. El asunto es que a veces el trabajo, el entorno social y las actividades crean una masa que nos puede abrumar. Que, a veces, nos abruma. Y terminamos quejándonos de que no tenemos tiempo. Y terminamos, como pasa hoy día, en la histeria, en los nervios, en el agotamiento físico y psicológico, CUANDO NUESTRA VIDA DEBERÍA SER TODO LO CONTRARIO.
Bueno, para contrarrestar esos efectos, existen los espacios vacíos. ?Qué quiero decir? Espacios donde no hay compromiso, horario, donde no hay calendario prefijado. Donde uno puede hacer esa llamada que hace mucho no hacía, visitar ese amigo que viene postergando, hacer otra cosa distinta que tenía en mente. O, por qué no, no hacer nada, descansar. Tampoco quiero sugerir que uno tiene que vivir como en un convento, casi a punto muerto, meditando como monje. Simplemente un equilibrio. Un poco de todo, trabajar y estar activo, pero también permitirse la pasividad, el reposo, el frenar, el parar un poco. En una palabra, paremos un poco. Sólo un poco, que después tendremos más fuerza para seguir.
Bueno, para contrarrestar esos efectos, existen los espacios vacíos. ?Qué quiero decir? Espacios donde no hay compromiso, horario, donde no hay calendario prefijado. Donde uno puede hacer esa llamada que hace mucho no hacía, visitar ese amigo que viene postergando, hacer otra cosa distinta que tenía en mente. O, por qué no, no hacer nada, descansar. Tampoco quiero sugerir que uno tiene que vivir como en un convento, casi a punto muerto, meditando como monje. Simplemente un equilibrio. Un poco de todo, trabajar y estar activo, pero también permitirse la pasividad, el reposo, el frenar, el parar un poco. En una palabra, paremos un poco. Sólo un poco, que después tendremos más fuerza para seguir.
UN SER FALLECE, SU LEGADO QUEDA
Esta nota va con mucho respeto, y abrazo fraterno en el caso que haga falta, a quienes han perdido un ser querido, sea de la forma que sea, a la edad y tiempo que sea. Siempre escucho hablar a gente de su tristeza, su melancolía, lógica. Y también, asociado a esos sentimientos, enseguida (como es mi caso) los recuerdos, las vivencias, la vida que ambos o ese grupo llevaron junto a esa persona.
De eso se trata mi reflexión. Claro que no es nada alegre, pero sí ante el dolor de la ausencia, un pequeño confort interior al alma. Es el pensar lo que ese ser nos dejó tras su paso por este mundo, un legado que nos queda en nuestro corazón y que nos permite no sólo mitigar la pena, sino tenerlo más presente. Vivir como él nos aconsejó, vivir lo que él vivió de bueno, alegrarse y valorar cada felicidad vivida. Rescatar, como en un archivo imaginario, todo lo positivo que él nos transmitió. No hace falta ser Freddie Mercury ni el Papa Juan Pablo II para dejar legado. Para nosotros, el cariño que sentimos por ese ser es por algo. Porque ese ser fue y será tan grande como los nombrados.
De eso se trata mi reflexión. Claro que no es nada alegre, pero sí ante el dolor de la ausencia, un pequeño confort interior al alma. Es el pensar lo que ese ser nos dejó tras su paso por este mundo, un legado que nos queda en nuestro corazón y que nos permite no sólo mitigar la pena, sino tenerlo más presente. Vivir como él nos aconsejó, vivir lo que él vivió de bueno, alegrarse y valorar cada felicidad vivida. Rescatar, como en un archivo imaginario, todo lo positivo que él nos transmitió. No hace falta ser Freddie Mercury ni el Papa Juan Pablo II para dejar legado. Para nosotros, el cariño que sentimos por ese ser es por algo. Porque ese ser fue y será tan grande como los nombrados.
domingo, 13 de octubre de 2019
QUÉ POCO NOS MUEVE LA SELECCIÓN
Otros tiempos, cuando uno sabía que jugaba la Selección argentina de fútbol, casi se le erizaba la piel y por supuesto los nervios, más allá de quién jugara o quién fuera el técnico, o qué clase era el partido. Pero como tantas cosas en el mundo, con el paso de los años la vida cambió mucho. Y hoy, no nos agarra ese cosquilleo por la albiceleste que antes sentíamos. Es cierto que los bajos resultados, las finales perdidas del Mundial 2014 y las Copas América, nos redujeron esas ganas. Pero ya venimos de décadas, yo estimaría desde los 90, que la Selección nos mueve muy poco los pelos. Puede influir también la "generación Perdedora", los pobres rendimientos de las estrellitas europeas, empezando por nuestro demasiado querido Messi. O la irregularidad de los nuevos convocados, o la desorganización de la AFA que no ha sabido qué ahcer con el famoso proyecto de selecciones, como el asunto del entrenador, en este momento Lionel Scaloni. Hay un poco de todo. Pero levantarse un domingo como hoy antes de las 11 de la mañana para este encuentro contra Ecuador no le cambia la agenda ni le qita el sueño a nadie. Hoy es así. Que ellos, los comandantes de la gloriosa Selección, trabajen para cambiar esa realidad.
viernes, 11 de octubre de 2019
HISTORIAS DE INFANCIA: LEYENDO EL MANUAL DE NUESTRO FIAT
Así como por 1981 leía el diccionario como conté, Me encantaba curiosear el folleto rectangular de manutención de nuestro Fiat 125 Break rojo, el cual venía con lujo de detalles técnicos, como los del motor, suspensión, consola interior o comodidades varias, y dibujos explicativos de cada parte. Cada vez que me metía en el Fiat mientras esperaba a mis viejos para salir, realmente me lo devoraba. Casi un libro más del 81.
jueves, 10 de octubre de 2019
LA INCREÍBLE HISTORIA DE MAXI CALDAS CON ALYSON ANNAN
Maxi Caldas fue un referente de la selección argentina de hóckey sobre césped, y hoy es técnico de la de Holanda. Alyson Annan, australiana, fue campeona en 1994 y campeona olímpica en 2000 contra nuestras Leonas. Pero ambos jugadores tuvieron una vida en común: estuvieron casados dos años. Y su amor nació de forma novelesca.
Caldas conoció a Annan durante una visita de la selección femenina de Australia por aquí, y se enamoraron, pero ella debió seguir viaje hasta Oceanía mientras él jugaba acá. Sin embargo, se telefonearon durante mucho tiempo, con lo que imaginen cuesta una llamada de acá a Australia y viceversa. Charla va, charla viene, con todo el mapamundi terrestre en el medio, al final fue Caldas quien se radicó allá, se casó con ella y por supuesto continuaron sus carreras, aunque duraron juntos en el amor un par de años. Se divorciaron y luego, como un destino marcado por Dios, ambos ganaron medallas olímpicas con la selección de Holanda, de varones y mujeres. Afortunados en el juego, no lo fueron en el corazón. Y no por la distancia de miles de kilómetros que separan a San Isidro de Australia.
Caldas conoció a Annan durante una visita de la selección femenina de Australia por aquí, y se enamoraron, pero ella debió seguir viaje hasta Oceanía mientras él jugaba acá. Sin embargo, se telefonearon durante mucho tiempo, con lo que imaginen cuesta una llamada de acá a Australia y viceversa. Charla va, charla viene, con todo el mapamundi terrestre en el medio, al final fue Caldas quien se radicó allá, se casó con ella y por supuesto continuaron sus carreras, aunque duraron juntos en el amor un par de años. Se divorciaron y luego, como un destino marcado por Dios, ambos ganaron medallas olímpicas con la selección de Holanda, de varones y mujeres. Afortunados en el juego, no lo fueron en el corazón. Y no por la distancia de miles de kilómetros que separan a San Isidro de Australia.
UNA LLAMADITA A FIJI
Hablando, o mejor dicho escribiendo, sobre Oceanía, relación con la entrada de más abajo, cuento una de ésas que valen la pena, más allá de que tanto me gustan los países remotos. Por Oceanía, perdido en medio de tantas islitas, anda Fiji, o como se usaba decir antes las islas Fiji, otro grande del rugby, sobre todo del seven (siete jugadores). Pero también tiene su laburo en el fútbol. Entonces, en 2008, mi compañero de TEA Pablo Aro Geraldes, entonces en la revista de Fox Sports, tuvo la idea de entrevistar al uruguayo Juan Carlos Buzzetti, de larga trayectoria allá, quien por ese tiempo dirigía a la selección fijiana. Y lo hizo por teléfono, nada de Skipe, chat, MSN, whatsapp ni Facebook. Sí, sí, Aro marcó el numerito del oriental allá a Fiji y le hizo una nota. Según me contó, se escuchaba perfecto, sólo que la llamadita le salió 100 pesitos, fortuna en ese momento, que igual pagaba la revista. Aro se dio el gusto, similar al mío. Viste, vos que tenés bronca con Macri y los tarifazos, si tenés la mano de Dios podés pegar un tubazo a Fiji, que alguien te atiende de lo mejor.
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